El "venenillo" de Capslim
liliana.alcantara@eluniversal.com.mx
En su intento por bajar de peso, Claudia reconoce que puso en riesgo su salud. El 24 de febrero de 2008 compró unas cápsulas llamadas “Capslim” que conoció a través de una página de internet en la que le prometían “moldear, reducir y reafirmar su figura”. Desde el primer día comenzó con dolores musculares muy fuertes y después de una semana decidió abandonar el “tratamiento” porque comenzó a sentir taquicardias.
“La vendedora me dijo que era muy raro que sintiera taquicardias y mejor decidí dejar de tomarlas. Desafortunadamente muchas veces tenemos que pasar por experiencias negativas para comprender que no existen productos milagrosos para bajar de peso”, dice Claudia.
Jessy también las consumió durante una semana “pero las dejé porque mi azúcar se elevó a 225, el colesterol a 226 y mi presión arterial a 110/160... es un fraude y estuve a punto del colapso”.
Tania, otra consumidora de Capslim también tuvo dolores musculares y taquicardias, pero se asustó cuando comenzó a sentir malestares intensos en el pecho y las dejó.
Tras la denuncia de la presencia de reacciones adversas por el consumo de Capslim, el 30 de junio de 2008, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ordenó su retiro del mercado, solicitó a las autoridades sanitarias de todo el país que procedieran a su aseguramiento y multó a la empresa responsable con 1 millón 262 mil 160 pesos.
Hasta el 29 de enero pasado, esta dependencia recibió 472 notificaciones de reacciones adversas, de las cuales 58% fueron moderadas, 29% leves y 6% graves. El producto causó entre estos consumidores diarrea, dolores de cabeza, dolor abdominal, mareo, vómito, náuseas, hipertensión, daños en la piel, alteraciones en la función hepática y taquicardias.
Al hacer un análisis de laboratorio, la Secretaría de Salud descubrió que dichas cápsulas contienen una planta llamada thevetia peruviana —conocida comúnmente como codo de fraile o venenillo—, la cual produce efectos tóxicos sobre el corazón y causa una severa irritación gastrointestinal.
Mercedes Juan López, comisionada de Operación Sanitaria de la Cofepris, señaló que a raíz de que se ordenó el retiro del producto, en todos los estados del país se aseguraron 501 mil 430 cajas de cápsulas.
Sin embargo, EL UNIVERSAL constató que a ocho meses de que el gobierno federal ordenara su retiro, dichas cápsulas se siguen ofreciendo en plena vía pública y por internet. Detectamos seis lugares —cinco en el Distrito Federal y uno en Puebla— donde se comercializa el producto para su venta al menudeo y hasta al mayoreo.
Incluso descubrimos la venta de un nuevo producto llamado “Caps Inn” que ofrece los mismos resultados de bajar de talla y de peso y que, a decir de la funcionaria de la Cofepris, no ha sido analizado.
El clon
La empresa que las produce, Capslim de México SA de CV, no respondió a nuestra solicitud de entrevista y sólo se limitó a aclarar que ya no vende las cápsulas Capslim y que las nuevas denominadas Caps Inn sí las producen.
Además, en los puntos de venta identificados con mantas que dicen “Centros Autorizados”, dicha empresa distribuyó entre sus clientes una hoja informativa en la que advierte sobre la existencia de productos pirata “del fenómeno Capslim” y que su éxito en ventas responde a las necesidades “de un mercado existente y real”.
Señala que esos productos pirata se ofrecen a un bajo precio y que contienen ingredientes prohibidos y nocivos para la salud.
Al final del folleto, la empresa asegura que “invierte recursos para combatir el mercado ilegal, junto con nuestras autoridades judiciales y sanitarias, en beneficio de ustedes”.
Al respecto, la comisionada de la Cofepris, Mercedes Juan López, negó la existencia de productos pirata que se comercialicen con el nombre de “Capslim” y consideró que esa es una “maña” de la propia empresa “para seguir violando la legislación sanitaria”.
Informó que con base en la información proporcionada por este diario, la Cofepris procedería a la verificación de los lugares de venta para confiscar el producto.
Dijo, además, que se dará seguimiento a una denuncia que presentó la Cofepris ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de dicha empresa por el presunto delito de daños a la salud.
El fenomeno Capslim
En su página de internet (www.capslimdemexico.com) la empresa asegura que desde 2005 registró ante la Cofepris un aviso de funcionamiento como una compañía que elabora suplementos alimenticios.
Desde entonces vende ocho distintos productos que, a decir de su publicidad, ayudan a bajar de peso y talla, reducen la celulitis y mejoran la circulación.
El tratamiento que ofrece Capslim supuestamente para bajar de peso consta del consumo de cápsulas en dos etapas, cada una de ellas con un costo de 350 pesos.
La primera fase contiene 30 cápsulas de 10 miligramos que se pueden tomar todas las noches, según las indicaciones de los vendedores. La segunda fase contiene las mismas cápsulas, pero de 20 miligramos, que se pueden consumir durante cuatro a seis meses para tener un resultado óptimo.
En los envases de las cápsulas y en la publicidad se asegura que sus ingredientes son 100% naturales y que contienen un activo de “una corteza de árbol llamada troncomín (root therevetiamin)”. Sin embargo, la Cofepris aclaró que esta supuesta hierba no existe y que en sus análisis de laboratorio descubrió que dichas cápsulas contienen otra planta llamada thevetia peruviana, “la cual se encuentra registrada en la Farmacopea Herbolaria como altamente tóxica”.
A raíz de la advertencia hecha por la Cofepris, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió también una alerta —la cual mantiene en su página de internet— en la que pide a los consumidores no comprar dichos productos y que “antes de consumir cualquier suplemento alimenticio consulte a su médico”.
El 29 de julio de 2008, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión hizo un exhorto a la Secretaría de Salud y a la Cofepris para que realicen las gestiones de control y vigilancia de la publicidad de los productos Capslim, incluyendo internet; refuercen las medidas preventivas frente a la promoción, venta y consumo de este producto y fortalezcan la campaña informativa de alerta a la población.
Al respecto, el senador del PRD, Francisco Javier Castellón Fonseca —quien junto con el senador José Luis García Zalvidea promovió ese exhorto— informó que debido a que continúa su venta, se hará un nuevo llamado a dichas dependencias para analizar el contenido de los productos y supervisar su comercialización en vía pública e internet.
Lugares de venta
En su página de internet, Capslim de México ofrece a sus compradores diversos teléfonos a donde se puede llamar para obtener sus productos a cualquier estado de la República y con envíos desde el DF, Puebla, Cuernavaca, Monterrey, Guadalajara y Querétaro.
En Puebla, este diario acudió al local ubicado en Boulevard Norte 2702 local 3 y 32 Poniente, el cual, según la vendedora, es el único centro de distribución autorizado en esa ciudad. Ella aseguró que tenían casi un año vendiendo el producto; que existe la venta de Capslim pirata; que el troncomín es una combinación de linaza, tejocote y árnica; que las cápsulas las pueden tomar diabéticos o hipertensos; que se garantiza bajar de peso y talla sin rebote; que la mejor venta se da de casa en casa y que cualquier persona, con el solo hecho de presentar su credencial de elector, puede comprar los productos al mayoreo para venderlos por su lado.
En el Distrito Federal se localizaron dos lugares donde se vende el nuevo producto Caps Inn. Uno ubicado en Eje 5 Sur e Isabel la Católica y otro en Eje 5 Sur y Lázaro Cárdenas, en donde se nos explicó que este frasco contenía cápsulas enriquecidas con vitaminas y que era un producto “mejorado” en comparación con las de Capslim.
En Ermita Iztapalapa y Churubusco encontramos otro local donde se comercializan ambos productos: Capslim y Caps Inn. Mientras que en Plutarco Elías Calles número 1070 y en Congreso de la Unión, casi esquina con Lorenzo Bouturini, se venden las cápsulas de Capslim y otros productos como gel y té.
En internet también se ofrecen las cápsulas, aunque en sitios como mercadolibre.com también están disponibles las alertas que advierten sobre riesgos a la salud con el consumo de Capslim.





