Günter Grass, el Príncipe de Asturias que rompió moldes
GUNTER GRASS Fotografía de archivo tomada el 6 de octubre de 2006 que muestra al Nobel de Literatura alemán Günter Grass durante la Feria del Libro de Fráncfort, Alemania. (Foto: EFE/BORIS ROESSLER )
Experto en agitar conciencias y en derribar tabúes, Günter Grass logró que la Fundación Príncipe de Asturias concediera en 1999, por primera vez en su historia, su galardón de las Letras a un autor en lengua no española.
Hasta entonces el premio se había circunscrito en su faceta internacional al ámbito iberoamericano, pero la "excepcionalidad" de la trayectoria "cívica y humana" del escritor alemán fallecido hoy, hizo que el jurado cambiara su criterio, una decisión con la que además se adelantó en tres meses a la concesión del Premio Nobel de Literatura.
El autor de "El tambor de hojalata" solía decir que ambas distinciones eran igual de importantes y cuando en octubre acudió a Oviedo a la gala de los Príncipe de Asturias, hizo una encendida y apasionada defensa del libro y la lectura.
Si algún día la especie humana se aniquilara a sí misma, la literatura "tendría la última palabra, aunque sólo fuera en forma de octavilla" , dijo Grass en el auditorio del Teatro Campoamor, en un discurso en el que su habitual espíritu crítico y antitotalitario no defraudó.
"Como galardonados somos, por así decirlo, las luces de cola de un periodo horrible, todavía hoy aferrado a los dogmas" , proclamó Grass, quien aseguró que "la Historia seguirá proyectando su sombra hasta muy entrado el próximo siglo" .
"No podemos escapar a ella; nos convierte en rumiantes, y todo lo que, mal digerido, producimos seguirá interponiéndose en el camino de la generación actual y de la futura: excrementos en cuya costra seca se podrá leer" , añadió.
Llevando esta exposición previa a su caso personal, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras resaltó que la Historia, sobre todo la alemana, se interpuso en su camino. "No ha habido forma de esquivarla" , aseguró.
Su trayectoria literaria da fe de ello, desde su primera obra, "El tambor de hojalata" (1959) , piedra angular de la literatura europea de posguerra, a la más reciente "A paso de cangrejo" (2002) , en la que se atrevió a hablar de las víctimas alemanas de Hitler, pasando por sus polémica biografía "Pelando la cebolla" (2007) , donde reveló su breve paso por las SS.
El jurado de los Príncipe de Asturias destacó que la escritura de Grass, "constituye un servicio apasionado a los valores de la libertad, de la defensa de los débiles y un apoyo decidido a los elementos que fundamentan los sistemas democráticos modernos" .
Lo cierto es que Grass nunca eludió ningún tema de actualidad, por conflictivo que fuera. Así, cuando en febrero de 2003 presentó en Madrid su novela "A paso de cangrejo" , lanzó una dura reprimenda al Gobierno español, entonces presidido por José María Aznar, por la guerra preventiva en Irak.
"No me quiero inmiscuir, pero creo que Aznar está sordo y está actuando de una manera muy poco democrática. Hace mal aliándose con Berlusconi, y, si es amigo de Bush, a los amigos hay que decirles la verdad" , dijo entonces.
"La democracia en España es joven, como lo fue en su día en Alemania, y si se desprecia la opinión del pueblo se produce una recaída a tiempos predemocráticos" , argumentó.
Y subrayó: "Soy escritor, pero ante todo soy un ciudadano que vive en un país, tengo mis propias opiniones y las digo, y lo que pasa es que casi siempre suelen ser de carácter político" .