La intolerancia religiosa se mantiene en comunidades rurales e indígenas, mayoritariamente en los estados de Hidalgo, Guerrero, Oaxaca y Chiapas donde no se ha podido corregir este fenómeno, reconoció Ignacio Cuevas de la Garza, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Cuevas de la Garza quien es asesor materia religiosa de ese órgano, dijo que en el medio urbano ha habido una disminución de este fenómeno. Principalmente donde hay personas que por su cambio religión, por pertenecer a una iglesia diferente a la mayoritaria de la comunidad, sufren algún tipo de discriminación, por ejemplo, les niegan algún servicio, les cortan el agua, no les permiten a sus hijos ir a la escuela o no los dejan participar en cosas de la asamblea.

"Es donde las comunidades campesinas o indígenas tienen usos y costumbres. Tienen maneras de comportarse y que no admiten esta diversidad. Entonces ahí se necesita un trabajo mucho más a fondo con la sociedad".

Se requiere, llegar a instrumentar en las comunidades indígenas y rurales con ese problema, políticas y actitudes para que entiendan que sí hay diferencia de credo y que eso hay que aceptarlo, pues la vida comunitaria puede seguir adelante con diferentes creencias religiosas, subrayó Cuevas entrevistado en el marco de un diálogo entre religiosos y periodistas, en el que participaron representantes de diversas creencias, como de la comunidad musulmana, cienciología, bautista y anglicana, organizado por el Conapred y el Claustro de Sor Juana.

En el encuentro realizado en instalaciones de esta última institución, Cuevas concluyó que en términos generales el país está aprendiendo a conocer la diversidad religiosa y que hay otras formas a vivir la fe.

"Tal vez hay alguna discriminación que llamamos cultural, porque no se entienden las prácticas de algunas personas, como por ejemplo, los adventistas del séptimo día, no quieren ser obligados a realizar un examen los sábados porque este día es sagrado para ellos. O de la comunidad sikh que se han quejado porque les obligan a quitarse el turbante para una foto oficial". También se han presentado quejas de la comunidad homosexual contra obispos o hacia otros ministros religiosos que hacen declaraciones ofensivas homofóbicas.

Ante este contexto, consideró que se debe seguir trabajando para que exista, sin rechazos, una amplia diversidad religiosa.

ml