Francisco Barnés de Castro presentó su renuncia a las 21:00 horas de ayer a la Junta de Gobierno de la UNAM, ante ?la intransigencia de los grupos radicales que se han adueñado de la conducción del movimiento, a la injerencia de grupos políticos ajenos a la vida universitaria y al clima de impunidad que a lo largo de estos meses ha prevalecido?.

A los 207 días de paro en la Universidad, Barnés, quien asumiera la rectoría el 6 de enero de 1997, señaló que su decisión para dejar el cargo fue por la impotencia para encontrar una solución dentro del ámbito universitario, usando los únicos medios que miembros de esa institución tienen a su alcance, que son el diálogo y uso de la razón.

El anunció de la renuncia fue dado a conocer por el director general de Información de la UNAM, Gerardo Dorantes, luego de las 22:00 horas, al término de una reunión del Colegio de Directores en la Casa Club del Académico.

Ahí acudió Barnés de Castro y les leyó su carta de renuncia; se encontraban en el lugar unos 80 directores de escuelas, facultades e institutos.

El rumor de la renuncia del químico corrió como ?reguero de pólvora? desde la tarde de ayer, lo que inquietó a los asistentes a la reunión de la ANUIES, que se realiza en Veracruz.

Empezaron a surgir en medios académicos nombres de los posibles sucesores; incluso se habló de una terna, conformada por el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés, y el secretario general de la UNAM, Xavier Cortés Rocha.

Este último, de acuerdo con el reglamento, ocupará la Rectoría en tanto se elige al sucesor de Barnés en un plazo no mayor a los dos meses. El nombre de Gonzalo Moctezuma, quien es abogado general de la UNAM, también se mencionó anoche.

En una carta dirigida a la comunidad universitaria y a la opinión pública, la Junta de Gobierno de la UNAM lamentó ?que las circunstancias por las que ha venido atravesando nuestra institución hayan desembocado en la renuncia del rector.

?Las razones por él expuestas, en el documento que nos dirigió, revelan su compromiso institucional y su apego a principios y valores universitarios. Reconocemos planamente el esfuerzo excepcional que ha hecho para resolver el conflicto que nos aqueja, pero los argumentos que expone nos llevan a aceptar, con gran pesar, su renuncia?, señaló.

La carta fue firmada, entre otros, por Sergio García Ramírez, Javier Jiménez Espriú, Adolfo Chapela, Julio Labastida, Alfredo Adam y Donato Alarcón. La Junta de Gobierno asegura que ?velará por mantener los altos principios en los que la Universidad funda su grandeza y que le han permitido superar los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su historia?.

La Junta de Gobierno resalta que le corresponde a ésta, en el uso de las facultades que la ley le otorga, designar al rector que reclama la Universidad.

A la Casa del Académico llegaron paristas a lo largo de la noche, entre ellos Alejandro Echevarría, alias ?El Mosh?, quienes festejaron con gritos, consignas y porras ?el logro del movimiento?, que fue la renuncia de Francisco Barnés.

En el texto que fue entregado a la Junta de Gobierno y leído al Colegio de Directores, el ahora ex rector señala: ?Espero que mi renuncia permita abrir nuevas vías de solución a este conflicto que afecta la vida de cientos de miles de estudiantes, la labor de decenas de miles de académicos y la imagen y presencia, en México y en el extranjero, de la Universidad Nacional, la institución educativa más importante con que cuenta el país, y que hoy enfrenta un grave riesgo, uno de los más graves en los últimos 50 años.?

Expone que la UNAM, como toda institución educativa, requiere transformarse a sí misma para enfrentar los retos de una sociedad que experimenta profundos cambios y que exige mayores y más eficaces resultados de sus instituciones.

Adicionalmente ?continúa?, debe llevar al cabo transformaciones largamente diferidas para liberarse de rezagos de diversa índole que la frenan y condicionan desde hace muchos años, que no se han podido emprender ante el riesgo y la amenaza, muchas veces cumplida, de enfrentarse a un movimiento de protesta como el que hoy se ha dado.

Cita algunos aspectos que realizó en el marco de su plan de trabajo y resalta que ante la amenaza de recortes al presupuesto educativo enfrentado a finales del año pasado, ?encabezamos la defensa de la Universidad pública que tuvo como resultado la ampliación del presupuesto aprobado por el Congreso de la Unión y recuperar así el mismo nivel de apoyo del año anterior?.

Recordó su propuesta de modificación al Reglamento General de Pagos, ?estableciendo cuotas modestas, equivalentes a las que se cobran en todas las demás universidades públicas del país?.

Sin embargo ?añade?, por muy diversas razones la propuesta no fue compartida por todos por igual.

Y a pesar del respaldo inicial que tuvo de gran parte de la comunidad universitaria y de la gran mayoría de los cuerpos colegiados en la consulta previa a la aprobación por parte del Consejo Universitario, se inició un movimiento estudiantil en contra del nuevo Reglamento que culminó en un paro de actividades.

Barnés recordó que al rechazo inicial de cuotas se le han sumado otras demandas, como son la eliminación de pago por trámites o servicios de cualquier índole; la cancelación de la participación de la UNAM en el examen metropolitano para el ingreso al bachillerato; y el restablecimiento del pase automático a la licenciatura.

Puso de relieve que la aceptación incondicional de demandas del CGH dañaría irreversiblemente la vida institucional y calidad de programas.

Resaltó que ha hecho varios esfuerzos para buscar posibles vías de solución al conflicto, sin embargo han sido infructuosos, incluyendo la decisión del CU de transformar en voluntarias las cuotas semestrales previstas en el nuevo reglamento.

En tanto, ante la presencia de decenas de representantes de medios de comunicación en la Casa Club del Académico, el festejo de paristas se intensificaba.

Ahí, con una botella de vino en la mano, listo para celebrar ?con reservas?, Guillermo Antonio Mejía, de la Facultad de Economía e integrante del CGH, dijo que aunque no es muy grato que por el momento Cortés Rocha asuma la Rectoría, reconoció que con los citados posibles sucesores de Barnés se puede concretar un diálogo entre las partes en conflicto.

?Nos toca ahora a nosotros definir la recta final y esperamos que ya haya una solución?, expresó Mejía, quien luego levantó la botella de vino y dijo: ?Hagamos un brindis, pero con reservas?.