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El Senado aprobó la reforma laboral —la segunda iniciativa preferente enviada por el Ejecutivo—, la cual regula la subcontratación u outsourcing; establece nuevas modalidades de contratación —incluso, por unidad de tiempo—, limita el pago de salarios caídos a fin de evitar coyotaje e incluye artículos de transparencia y democracia sindical.

Las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo fueron avaladas en lo general por 99 votos a favor de los senadores del PRI, PAN, PVEM y Panal, incluidas las nuevas redacciones de los artículos 371 y 373, que hablan de democracia sindical. Los 28 senadores del PRD, PT y PMC votaron en contra del proyecto, por considerarlo lesivo para los trabajadores.

En la votación general, la única senadora ausente fue la panista Maki Esther Ortiz Domínguez, por un problema de salud.

Esta reforma deja claro que los trabajadores deberán ser considerados parte de la empresa y, por lo tanto, recibirán reparto de utilidades. Además, se incluye la protección a jornaleros, introduce a las empleadas domésticas con derecho a tener descanso mínimo de nueve horas continuas por la noche; tres horas libres entre la mañana y la tarde y protección social.

El PAN se mantuvo firme durante el pleno en la alianza con el bloque de izquierdas (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) para revivir los artículos 388 bis y su correlativo 390, vinculados con la transparencia de los contratos colectivos y con los cuales se acabaría con los sindicatos blancos. Por ello, únicamente estos dos artículos regresarán a la Cámara de Diputados para un posterior debate.

El pleno del Senado aprobó un acuerdo para aplicar la fracción E del artículo 72 constitucional, el cual ya había sido aprobado en San Lázaro, que permite que el resto de los artículos —avalados por ambas cámaras— sean enviados al Ejecutivo para su publicación y entrada en vigor.

El senador del PAN, Javier Corral, hizo público que en la votación particular, él rechazó la redacción del artículo 371 hecha por la Cámara de Diputados, y acompañó en este tema al PRD, y defendió el voto libre y secreto.

“No puedo pensar el 23 de octubre de una manera y hoy de otra, no puedo, aunque dicen que a veces es de sabios cambiar de opinión, pero a veces también se trata de una rendición, claudicación o inconsistencia… hay quienes han ido a escoger en esa ética de la responsabilidad el mal menor, pero yo creo que nosotros estamos obligados a seguir aspirando el ideal”, argumentó el panista, quien defendió a los diputados blanquiazules, porque en San Lázaro es diferente la correlación de fuerzas.

El senador Javier Lozano consideró que “las redacciones de los artículos 371 y 373 —sobre transparencia sindical— fueron deficientes, pero recalcó que es mejor este fraseo que el que existe actualmente en la Ley Federal del Trabajo”.

El senador del PRD, Alejandro Encinas, criticó “la conducta del PAN en la Cámara de Diputados; comparó a los legisladores blanquiazules con borregos guiados por el coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones”.