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De tres impactos de bala en la cabeza fue asesinado el general en retiro Mario Arturo Acosta Chaparro Escápite, de 70 años de edad, cuando salía de un taller mecánico, sin que su escolta pudiera hacer algo por salvarlo.

A las 18:15 horas, el general fue directamente agredido por un individuo descrito como joven, quien lo esperaba a que saliera del Servicio Europeo, ubicado en el número 194 de la calle Lago Trasimeno, esquina con Lago Como, colonia Anáhuac, en la delegación Miguel Hidalgo.

La Cruz Roja recibió una llamada de auxilio a las 18:25 horas, y siete minutos después los socorristas encontraron con vida al general, por lo que fue trasladado en ambulancia al hospital de la institución en Polanco, pero falleció durante el traslado.

El homicida, según reportes del C2 de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), se trata de un hombre de aproximadamente 25 años, moreno, quien vestía sudadera gris y pantalón de mezclilla.

Tras dispararle en tres ocasiones con un arma calibre .9 milímetros, el sujeto huyó abordo de una motocicleta donde otro hombre lo esperaba, según se constató en la grabación de una de las cámaras de seguridad del Bicentenario.

El militar iba con su escolta, Rodolfo Chumacero, que lo aguardaba en su camioneta Ford, Explorer, azul marino, placas 275UBK.

El general llegó al taller a recoger un auto Mercedes Benz, placas 545-KYD, color arena, el cual había dejado para su compostura.

Minutos después de dialogar con el encargado, salió para corroborar el estado del automóvil, y justo en ese momento fue cuando se registró la agresión.

Este fue el segundo atentado en su contra. El primero, en mayo de 2010, no fue investigado y se mandó a reserva, porque el militar se negó a cooperar con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Jesús Rodríguez Almeida, titular de la PGDJF, informó en conferencia de prensa que no descartan que el crimen del general en retiro esté vinculado con el ataque anterior, aunque hasta el momento no existen datos que permitan desechar un asalto o intento de robo.

“Como ustedes recuerdan, en ese momento (en 2010) hubo un detenido puesto a disposición, pero se corroboró que el mismo no tenía relación en los hechos, y anteriormente, al estar en el Hospital General Militar, no se pudo tomar declaración al agredido (Acosta Chaparro) al estar en estado grave; posteriormente se buscó al agraviado y él comentó que no quería aportar mayores datos al respecto”, declaró el funcionario.

Agregó que se avanza en las indagatorias del homicidio, pero será el Servicio Médico Forense (Semefo) el que determine con exactitud las causas de la muerte.

Adicionalmente, las autoridades capitalinas buscarán recopilar evidencia videográfica, además de que interrogará a posibles testigos, tales como empleados del taller y otros vecinos.