Iglesia quiere limpiar a Hidalgo y Morelos
HOMENAJE. Efigies de José María Morelos y Pavón, Miguel Hidalgo y Costilla, y Vicente Guerrero, en el monumento a la Independencia. (Foto: Archivo EL UNIVERSAL )
nurit.martinez@eluniversal.com.mx
La Iglesia católica en
México pidió una “corrección de actas”, es decir, una “corrección a
libros de texto” para difundir que los llamados padres de la patria,
Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón, no murieron
excomulgados como se ha afirmado, ya que al acudir a un confesor
católico antes de su ejecución se “reconciliaron con la Iglesia”.
Después
de elaborar un estudio de los archivos históricos del proceso que juzgó
a ambos héroes de la Independencia, a petición de la Cámara de
Diputados, Gustavo Watson Marrón, director del Archivo Histórico del
Arzobispado y de la Basílica de Guadalupe, asegura que “no hay razón
para levantar la excomunión” contra los sacerdotes.
Puesto que
previo a su ejecución y muerte, aseguró, ambos se sometieron a
confesión para “prepararse a morir cristianamente”, y con eso quedó sin
efecto la excomunión decretada por el obispo de Michoacán.
De
acuerdo con los estudios de la Iglesia, ocho días después del inicio de
la lucha de independencia (24 de septiembre de 1810) el obispo electo
de Michoacán, Manuel Abad Queipo promulgó el edicto que declaraba que
Hidalgo había incurrido en excomunión por “haber atentado contra la
persona y libertad del sacristán de Dolores, del cura de Chamacuero y
de varios religiosos del convento del Carmen de Celaya, aprisionándolos
y manteniéndolos arrestados”.
En tanto que en el caso de José María Morelos la excomunión la dictó el mismo abad sólo que el 22 de julio de 1814.
Recibieron apoyo religioso
En
ambos casos, dice el estudio, previo a su muerte se les dio ayuda de
confesor para “reconciliarse” y poder recibir servicios mortales para
católicos.
Luego en el proceso que juzgó en términos civiles y
eclesiásticos a Hidalgo en Chihuahua, previo a su fusilamiento, el
propio padre de la patria reconoció participar en la ejecución de
“europeos y criollos” en Valladolid (60) y en Guadalajara (350).
Aunque
en el caso de Morelos, el documento no detalla los argumentos bajo los
que recibió sentencia de muerte, dice, al igual que en el caso de
Hidalgo, que recibió apoyo religioso.
Mientras que la excomunión
en el caso de Hidalgo fue retirada mediante la confesión, en el caso de
Morelos, esta sanción de la Iglesia fue retirada al declarar testigos
que lo vieron rezar durante su traslado hacia San Cristóbal Ecatepec
—donde fue fusilado—, pero también por su visita a la iglesia del
Pocito, en la Villa de Guadalupe, en donde incluso hoy hay una placa.
Watson
Marrón también dijo que a pesar de que en el Tribunal de la Santa
Inquisición había acusaciones contra Hidalgo por sus opiniones, el
proceso se sobreselló con la muerte del cura. Por lo tanto, afirmó
Hidalgo y Morelos, “murieron dentro de la Iglesia católica y murieron
como sacerdotes; por lo tanto, no hay razón para pedir que se les
levante la excomunión”, señaló.
Ante la petición de los diputados
del PRI y PRD en octubre de 2008 a través de un punto de acuerdo, el
sacerdote Watson Marrón descartó que se pueda entregar un documento que
solicite retirar algo que no existe.
Aunque dice que hay
“versiones populares sin sustento” para sostener que ello implicaba
raspar manos y cabeza, lo único que hay es una sentencia en el caso de
Morelos que consistió en retirarle “beneficios, oficios y ejercicio del
orden”.
Watson informó que necesitan difundir este dato y aclarar
lo que ya está publicado. Agregó, que retirar la “degradación” por
parte de la Iglesia no corresponde pues esa práctica desapareció a
inicios del siglo XIX.
Al dar a conocer el estudio
Consideraciones sobre las excomuniones de Hidalgo y Morelos, publicadas
por el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos de la Arquidiócesis
de México, Hugo Valdemar, vocero de la jerarquía católica, afirmó que
hasta ahora en la historia se enseña desde primaria, ambos sacerdotes
quedan excomulgados.
“Sería importante que la CEM solicitara, en su momento, una corrección de actas (...) de los libros de texto”, dijo.