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Los senadores priístas Jesús Murillo Karam y Francisco Labastida Ochoa se suman a las críticas que otros militantes del PRI hicieron el jueves en contra del “espectáculo del gobierno de Calderón de echar a pelear a dos estados por la sede de una refinería que ya se había asignado a Hidalgo”.

Murillo Karam, secretario general del PRI, envió ayer desde el extranjero una declaración a EL UNIVERSAL en la que sostiene: “Yo estoy seguro de que se lo van a dar a Hidalgo (el proyecto de la refinería). Como estoy seguro también que de no ser así se vería como una maniobra burda, toda vez que incluso el gobierno federal provocó la especulación de terreno en Hidalgo como para que ahora salgan con que Guanajuato los tenía listos”.

Labastida Ochoa, presidente de la Comisión de Energía del Senado, declaró que la consulta a los gobernadores “fue un show innecesario (porque) desde hace un año el gobierno federal mandó a la Cámara de Diputados los resultados de los estudios de las evaluaciones que habían hecho y salía Hidalgo en primer lugar. Entonces todo ese proceso resulta innecesario, para qué echar todo el proceso que tomó un año (...) el gobierno ahora cae en una ambigüedad y pone a pelear a dos estados por la ubicación de la refinería”.

El jueves, el gobernador priísta de Veracruz, Fidel Herrera, lamentó que el gobierno federal generara choques entre dos entidades. Samuel Aguilar, secretario adjunto del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, aseguró que no había argumento para cambiar la sede del proyecto a Guanajuato.

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