GEORGETOWN, Guyana.- México será sede de la Cumbre del Grupo de Río, a realizarse en 2009 ó 2010, informó el presidente Felipe Calderón, tras concluir la reunión de jefes de Estado latinoamericanos con un rechazo unánime al terrorismo, y respaldando al proceso de integración regional.

Al dar a conocer que México asumirá la secretaría pro témpore de ese grupo una vez que República Dominicana concluya su periodo en 2008, el mandatario dijo que se recibirá a los representantes de las 20 naciones que lo conforman con el ánimo de estrechar las relaciones con el continente.

El presidente Calderón subrayó, en conferencia de prensa al concluir la cumbre, que México respetará y mantendrá relaciones constructivas con América Latina "sin excepción, incluidas Cuba y Venezuela".

"Para nosotros esta cumbre ha sido muy fructífera y refrenda la voluntad de México de trabajar fuertemente en Latinoamérica y el Caribe para estrechar lazos de colaboración, y refrendar el carácter profundamente latinoamericano del país y de mi gobierno", aseguró.

El esperado encuentro entre Calderón y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se frustró tras la cancelación del mandatario sudamericano de su concurrencia a la cumbre.

Los reflectores esperaban la llegada del presidente Chávez, pero desde temprana hora se difundió la versión de que había cancelado su asistencia porque "se encuentra quebrantado de salud", según informó extraoficialmente un portavoz de ese gobierno.

La atención se centró en los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Chile, Michelle Bachelet. El presidente Calderón tuvo un desayuno de trabajo con ellos y el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana.

Algunos mandatarios opinaron sobre la propuesta de Hugo Chávez para la integración bolivariana.

Calderón dijo que "son bienvenidas las iniciativas que contribuyan a la integración entre los latinoamericanos, siempre y cuando no sean excluyentes de un pueblo con otro".

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la consideró "el ejemplo más avanzado que tenemos de lo que es la propuesta verdaderamente integracionista". La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, opinó que la única manera de resolver los problemas es mediante la integración.

La cumbre concluyó con la Declaración de Turkeyen, con 38 puntos, entre los que destacan el compromiso de trabajar contra el narcotráfico, lograr un equilibrio económico regional y la ratificación del respeto a los derechos humanos, la democracia y la paz.

Además, se aprobó celebrar una asamblea general extraordinaria para apoyar la iniciativa de Venezuela, y realizar en esa nación la Cumbre Sudamericana de Integración Energética.