Antes de abandonar la casa que compartía con Enrique Salinas de Gortari, Hilda Aída Deneken Cacharro, compañera sentimental del hermano del ex presidente, entregó una carta a la Procuraduría mexiquense para implicar a los hermanos Adriana Leonor y René Largarde en la cita que tuvo la víctima el día del crimen, ocurrido el 5 de diciembre de 2004.

Enrique tenía la sospecha de que ellos montaran un "cuatro" para arreglar las diferencias económicas que mantenía con su ex cónyuge por cuestiones del divorcio y la pensión alimenticia, argumentó en un documento fechado el 22 de diciembre de 2004 bajo el nombre de Gilda, a pesar de que en las diligencias ministeriales aparece como Hilda Aída.

Deneken mencionó que deseaba hacer algunas precisiones sobre detalles que había recordado y con el ánimo de aportar mayores elementos a la investigación: "Sin recordar el día exacto, pero en los días anteriores al deceso de Enrique Salinas de Gortari, éste me manifestó que estaba harto y cansado de todo lo que le estaban haciendo los Lagarde, diciéndome que tenía ganas de `irles a mentar la madre` desde el papá hasta los zánganos de los hermanos de Adriana Lagarde, su ex esposa, añadiendo que ya no iba a permitir más que siguieran viviendo de él, inclusive el vividor de su ex cuñado René Lagarde; que esto ya era una situación que no podía seguir más adelante. También recuerdo que el domingo 5 de diciembre, antes de salir de la casa, me mencionó palabras más o menos, como ya lo declaré, que lo único que le preocupaba de la cita a donde se dirigía en Las Lomas, es que pudiera ser un `cuatro` de Adriana Lagarde para obligarlo a arreglarse con ella y con el zángano de su hermano René".

Hilda Aída expuso en la carta dirigida al procurador Alfonso Navarrete que resultaba insostenible la situación que vivía en el domicilio que compartió con Salinas de Gortari, ubicado en la delegación Coyoacán, pues los familiares de la señora Lagarde, amigos de las hijas de Enrique, duermen en esa casa y beben hasta altas horas de la madrugada.

"Además se quejó, en días pasados entraron a mi habitación el hijo de Enrique con otros amigos, revisando todas mis cosas, inclusive bolsa por bolsa, y no haciéndome caso al solicitarles me indicaran qué estaban buscando".

Deneken Cacharro, actualmente prófuga de la justicia según el procurador Navarrete Prida, mencionó que integrantes de la familia Lagarde la han intimidado e insultado en distintas ocasiones, inclusive en el sepelio de Enrique.

Esta es la última comunicación que tuvo Hilda Aída con las autoridades de la Procuraduría mexiquense, antes de salir del país.

Durante tres conversaciones telefónicas que forman parte de las actuaciones judiciales del asesinato del hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, las hermanas Hilda y Lila manifestaron preocupación por el curso de las investigaciones, principalmente por las huellas digitales encontradas en el auto Passat, placas PVW93-83 de Morelos, donde apareció el cadáver, y el testimonio de una empleada del servicio doméstico de la casa de Enrique que implica a Deneken en una serie de contradicciones sobre las últimas horas de vida de su compañero sentimental.

La más reciente conversación entre las hermanas Hilda y Lila ofrece pistas a los fiscales de que la compañera sentimental de la víctima, ahora en calidad de indiciada, no quiere acudir ante las autoridades para decir la verdad de los acontecimientos que propiciaron la muerte de Salinas de Gortari.

Bueno respondió Lila.

¿Lila? preguntó Hilda.

Euu exclamó Lila.

No, hasta que puedo hablar contigo. Me voy a quedar dos meses en San Diego (California), Lila expuso Hilda.

¡Qué horror! dijo su hermana.

No me puedo regresar a México, ahora sabes que yo tengo que pensar y definir. Me tomo mi tiempo, me rento mi cuarto y un estudio, pero ya sé que estoy tranquila, ¿no? manifestó Hilda.

Hay sí, nena comentó Lila.

Por cualquier cosa añadió Hilda.

Sí, que te sirva para relax dijo Lila.

Sí, porque también no puedo andar como gitana. Yo de aquí no me muevo. Aquí me voy a quedar agregó Hilda.

Durante una conferencia, Navarrete Prida informó que José Ricardo Hernández Iturbide, alias JR, compadre de Enrique Salinas de Gortari, pasó a ser un elemento clave para el esclarecimiento del crimen, puesto que ofreció datos que harán posible encontrar a los asesinos intelectuales y materiales, unas 12 personas en total.

Hubo por parte del JR una retractación espontánea que permitió corregir su testimonio ante el MP y el cual aportó elementos importantes para la investigación, explicó.