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Descartan red que trafique con órganos

Jorge Alejandro Medellín| El Universal
Miércoles 10 de mayo de 2000
Los reporteros habrían incurrido en ?incitación al delito?, según indagatorias. Rechaza doctor acusación; nunca he operado, asevera

Las primeras investigaciones en torno de una supuesta red de tráfico de órganos encabezada por el doctor Arturo Guzmán Muñoz y el supuesto sacerdote Martín Rubio Murillo, denunciada por la televisión española, indican que tal organización criminal no existe y que, en todo caso, se trató de un intento de fraude de los involucrados hacia los periodistas.

En tanto, las indagatorias sobre el caso revelan que los reporteros de la televisora, quienes pusieron al descubierto una supuesta red de tráfico de órganos, habrían incurrido en ?incitación al delito? y ?obstrucción de la justicia?, además de llevar hasta sus últimas consecuencias una investigación sin sustento real.

Por la noche, el doctor Arturo Guzmán Muñoz se comunicó vía telefónica con el periodista Joaquín López Dóriga para darle su versión de los hechos.

Nervioso, negó todo lo informado por la televisora española Antena 3 y le pidió al periodista protección para aparecer públicamente y aclarar lo sucedido.

?Mire ?explicó?, como médico general que soy desde hace 25 años nunca he practicado un trasplante de órganos a paciente alguno, por lo tanto no existe un caso que se me pueda atribuir...

?Créame que en mi carrera médica ha sido limpia; créame, tengo hijos, tengo gente a mi lado... Gracias a Dios no soy rico... siempre trabajado en bien de todos y se lo pueden decir muchos pacientes que me están oyendo en este momento, es gente que me quiere y yo le he ayudado muchísimo. Desgraciadamente han buscado una forma tendenciosa y mal intencionada para hacerme parecer diferente.?

De acuerdo con las imágenes de la televisora española, fue el doctor Gómez Muñoz quien fijó la cantidad de 900 mil dólares por un riñón.

Con un reportaje basado en conjeturas y contactos en prisiones de Estados Unidos, los reporteros de Antena 3 llevaron adelante su ?investigación? hasta darle forma a una supuesta organización criminal dedicada al comercio con órganos humanos, apuntan las primeras pesquisas de las autoridades.

Las investigaciones indican que los reporteros propiciaron poco a poco la integración de una supuesta red de traficantes de órganos que se fue completando con un sacerdote falso (Martín Rubio Murillo) conocido como ?El Padrecito?, quien desapareció antes de Semana Santa y quien medió entre los periodistas iberos y el doctor Muñoz.

En el ?equipo? de cirujanos del galeno figuraba también, según los reporteros, un segundo médico de apellido Espinoza, que completaría el enlace con los especialistas, los donantes y los receptores del órgano comprado.

El escenario estaba dispuesto: un médico supuestamente especializado en trasplantes, un equipo de cirujanos y anestesiólogos, dos posibles lugares para las operaciones; el Hospital Santa Fe y el Ángeles del Pedregal y lo principal: los donantes, personas de entre 2 y 25 años, hacinados en una casa de Ecatepec, según el reportaje.

Sin embargo, nunca hubo dinero de por medio, jamás se entregó un solo peso de anticipo al doctor Arturo Gómez Muñoz o a su supuesto equipo de cirujanos.

Por el contrario. Los enviados de Antena 3 regresaron a México hace dos meses y cámara en mano, uniformados y apoyados por otros dos reporteros, para desenmascarar a Gómez Muñoz, al ?Padrecito" Murillo y a sus supuestos cómplices.

Al doctor lo confrontaron en su consultorio de la colonia Pro-Hogar, en donde éste negó cualquier acusación.

Al sacerdote falso lo citaron frente a la Fiscalía antidrogas de la PGR, la FEADS, en donde le echaron en cara la negociación por el riñón.

Hasta ahora se desconoce el paradero de ambas personas. Mientras, la Secretaría de Salud clausuró ayer el consultorio del médico.

La casa en la que Martín Murillo ocultaba a los supuestos candidatos a trasplante está habitada desde hace tres meses por la señora Graciela Ortiz Sedeño.



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