El oficial mayor de la PGR, Juan Manuel Izábal Villicaña, quien ayer apareció muerto de un disparo dentro de su vehículo, se suicidó según establecen las pruebas y evidencias, informó el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar.

Agregó que ante la inminencia de que Izábal Villicaña fuera descubierto en actos delictivos, que no descartan estén relacionados con el narcotráfico, este tomó la decisión de acabar con su vida, por situaciones ?difíciles de explicar?, como lo dejó establecido en una de las dos cartas póstumas.

Madrazo Cuéllar informó que fue descubierta una caja de seguridad a nombre del oficial mayor y de su esposa, con 700 mil dólares y documentos personales, depositada en una sucursal de City Bank.

Dijo que solicitó a la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo iniciar una auditoría en la Oficialía Mayor de la PGR a fin de indagar el origen de los recursos depositados en la caja y en caso de haber más involucrados, aplicar todo el peso de la ley.

El martes por la noche, Juan Manuel Izábal Villicaña se despidió del titular de la PGR, Jorge Madrazo y una hora después llegó a su casa, cambió de auto y salió nuevamente para dirigirse al domicilio de su hermano, Roberto, quien fue el último que lo vio con vida.

Este miércoles, a las 7:30 horas, Izábal Villicaña fue encontrado sin vida dentro de su camioneta, estacionada a las afueras del Hospital de Pemex, al sur de la ciudad, con un impacto de bala calibre 9 milímetros, en el paladar superior.

Los peritos encontraron entre las ropas del funcionario dos cartas póstumas, una dirigida ?A quien corresponda? y en la que señaló: ?No se culpe a nadie de mi muerte. Es mi decisión y la asumo. Que Dios me perdone?.

En otra, dirigida a su esposa, afirmó: ?... Te vas a enterar de cosas nuevas que desconoces y que te van a decepcionar. Perdóname...?.

El brazo derecho del procurador general de la República afirmaba en reuniones con amigos que no cargaba pistola ni tenía escolta porque ?el que nada debe, nada teme?.

Por ello, los familiares del funcionario dudan que se haya suicidado, porque además no tenía ningún problema que lo aquejara o por lo menos que sus allegados conocieran.

Madrazo Cuéllar señaló que la PGR no atraerá el caso para evitar cualquier vicio en la investigación, por lo que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) será la responsable de la averiguación previa.

Izábal Villicaña enfrentó algunos problemas con la administración de los bienes asegurados a delincuentes, principalmente a narcotraficantes, y que posteriormente fueron trasladados a la Secretaría de Hacienda para su manejo.

También fue el encargado de enfrentar los cientos de despidos de agentes, comandantes, ministerios públicos y funcionarios de la PGR que no pasaban las distintas pruebas que aplicaba el Centro de Control de Confianza.

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