LONDRES. Por 20 minutos, la reina Isabel II de Inglaterra conversó con el matrimonio Fox en el Palacio de Buckingham. En el Salón de Audiencias, Vicente Fox Quesada y Marta Sahagún tomaron el té con Su Majestad, en un encuentro cordial en el que el protocolo se flexibilizó como pocas veces.

Una soberana sonriente intercambió comentarios con el presidente Fox sobre temas internacionales, y se mostró receptiva del acontecer nacional, el de México.

Veinte minutos de una charla amena, dentro del Palacio de Buckingham, al que sólo acceden jefes de Estado, reyes y príncipes.

La reina Isabel II de Inglaterra entregó a Vicente Fox Quesada la condecoración de la Orden de San Miguel y San Jorge, en grado de Caballero de la Gran Cruz, que se otorga a los visitantes distinguidos. Como una excepción, única en los últimos años, Su Majestad aceptó recibir en una breve audiencia a los hijos del presidente Fox, Paulina y Rodrigo, en un hecho inusual, dado que por regla real no se concede este privilegio a menores de edad. A la salida del encuentro a bordo del auto oficial, Rodrigo, de 14 años de edad, pidió permiso a su padre para tomarse una fotografía con el guardia que firme, inmóvil, resguardaba la puerta de acceso a Palacio.

Fox ordenó detener el vehículo ante el asombro del conductor. Bajó del automóvil junto con su hijo Rodrigo, y Marta Sahagún tomó la fotografía.

Inauguran muestra prehispánica

Por la noche, el presidente Vicente Fox inauguró la Magna Exposición de los Aztecas, que se montó en los enormes salones del Royal Academy of Arts. Piezas únicas, muchas traídas desde México, y otras de museos de Europa, donde permanecen en propiedad. Junto a Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún caminó el príncipe Eduardo, sorprendido por la majestuosidad de las piezas. Ahí Fox compartió con la comunidad mexicana, con intelectuales, políticos y embajadores. Fox impuso mala condecoración de la Orden Mexicana del "Águila Azteca" a David Brading, profesor de Historia de México en la Universidad de Cabridge. Se brindó con tequila, con los empresarios de esta industria que pelean para que su producto sea reconocido con su designación de origen en el mercado europeo. Para la promoción de este producto en el mundo, el presidente Fox se comprometió a que en todos los actos en los que participe haya tequila.