La PGR, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Comisión Nacional del Agua investigan el saqueo de millones de toneladas de arena mexicana que fueron adquiridas para mejorar la calidad de las playas de Hawai, uno de los cinco centros turísticos más importantes de Estados Unidos.

Hasta ahora, los fiscales han detectado los casos más graves de robo de ese material en Baja California y Tabasco.

En la primera entidad, la PGR mantiene abierta la averiguación previa 604/2001. En la segunda, se aprehendió ya a seis personas.

Sin bien la Profepa reconoce que carece de una cifra exacta de la arena extraída, señala como ejemplo que en los últimos tres años un millón 224 mil 871 toneladas de arena fueron sacadas del país por el puerto de Ensenada.

"Según los reportes que tenemos, la arena es para remozar las playas de Hawai y, en pocos casos, para construcciones en California. Como es arena nadie se preocupa y el contrabando pasa a plena luz del día", denunció Alejandro Álvarez Cárdenas, delegado de la dependencia en Baja California.

En zonas del estado como el Cañón Jhon Bill el saqueo ha dejado un hoyo de dos kilómetros de largo por 20 metros de ancho. Cerca de las excavaciones fue encontrada una red ferroviaria que conducía a Estados Unidos. Sobre el saqueo en Baja California, la PGR investiga a ex funcionarios del gobierno estatal y al ex gerente de la CNA para la península, Francisco Oyazabal Camargo.

A todos se les acusa de recibir dinero de empresarios para otorgarles de manera irregular 54 permisos de explotación de arena y otros materiales pétreos. Carlos de la Parra, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente, advirtió que el saqueo de la arena en ríos y costas del país empieza a tener efectos negativos.

En el Valle de Guadalupe, cerca de Ensenada, un río se ha desviado y los mantos freáticos se secaron. Roberto Merino, gerente de inspección y Medición de la CNA, señaló que el saqueo ha sido tal que "en el norte hay lugares en donde ya no hay arena qué sacar".

El organismo tiene registrados 3 mil 700 permisos para explotar materiales pétreos. En la mayoría de las visitas de verificación que se hacen se detectan irregularidades.

Arena, el ?oro? gris

Desde hace tres años millones de toneladas han desaparecido del territorio mexicano y han ido a parar a playas de Hawai y a la industria de la construcción en Estados Unidos. La pasada administración de la Comisión Nacional del Agua otorgó las concesiones.

El gris pardo de su color disfraza su utilidad y valía. También ayuda a disimular la corrupción. Desde hace tres años, millones de toneladas han desaparecido de una parte del territorio mexicano, para aparecer en las playas de Hawai, en la reparación de zonas dañadas en la franja de los ríos y en la industria de la construcción, todo ello en Estados Unidos.

Se trata de arena, aquella que se encuentra en el lecho de los ríos. Material que, calladamente, en el mercado de Estados Unidos ha incrementado paulatinamente su valor y que actualmente se cotiza, en promedio, en 16 mil dólares el furgón de tren.

En la pasada administración, funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (CNA) otorgaron concesiones para el aprovechamiento y comercialización de materiales pétreos, a pesar de no cubrir todos los requisitos y tampoco practicaron la vigilancia necesaria, ambas acciones, al parecer, a cambio de recibir beneficios económicos. Esto generó la explotación indiscriminada y la exportación excesiva de arena, piedra, arcilla y limos, así como material en greña, sostiene Olga Patricia Chozas, diputada del Partido Verde Ecologista que desde hace casi dos años ha dado seguimiento a este tema.

Hasta ahora, el caso más grave se detectó en Baja California, en donde el ex gerente regional de la Península de Baja California de la CNA y su subalterno, Francisco Oyazabal Camargo y Ángel Lozano Aragón, respectivamente, otorgaron 54 permisos para explotar materiales pétreos de los ríos. A finales del año pasado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) descubrió que todas esas autorizaciones no cubrían los requerimientos legales, se había rebasado la cantidad de metros cúbicos autorizados para excavar y el 90 por ciento del material se exportaba a Estados Unidos sin control.

Los informes recabados por EL UNIVERSAL y que forman parte de la averiguación previa 604/2001-, establecen que Oyazabal Camargo y Lozano Aragón, quienes desde hace meses están "ilocalizables", recibieron dinero de algunos empresarios para obtener los permisos y no reportar o firmar las anomalías que se presentaban. En el expediente también se solicita que sean investigados otros funcionarios del gobierno estatal, al existir sospechas de corrupción y 13 personas físicas y morales que explotaron irregularmente los materiales pétreos. Las pesquisas que sigue la Procuraduría General de la República (PGR) todavía no concluyen.

La CNA tiene registrados 3 mil 700 permisos para explotar materiales pétreos en todo el país. Una de las tareas de la Comisión es verificar que se cumplan con las concesiones, pero tiene una limitante, el personal para esta labor apenas llega a 200, aunque para finales de año serán 300 supervisores. Aún insuficientes.

"En promedio que se hacía de 1995 al 2000 era de 100 visitas por año. En el 2001 hicimos como 140 en el año y en el 2002 ya llevamos al mes de agosto 191". "En los extremos añade Merino puedo comentar el caso de Tabasco que en este año se presentó la denuncia penal contra seis personas que la PGR detuvo y metió a la cárcel por estar extrayendo materiales sin autorización. Ante el panorama, la CNA promovió la emisión de una norma oficial de emergencia para que se apliquen inmediatamente reglas más claras para extraer los materiales pétreos y ya podrán ser sancionables algunas actividades que ahora no lo son, la cual se publicará "en breve", según adelanta Roberto Merino.

Las 18 mil casas

Las cifras, incompletas porque no existe total control sobre la explotación y exportación de materiales pétreos, muestran que sólo por uno de los puertos del país, el de Ensenada, en tres años salieron a Estados Unidos un millón 224 mil 871 toneladas de arena, cantidad que hubiera servido para construir en México, por ejemplo, 18 mil casas de una planta de 60 metros cuadrados.

"Según los reportes que tenemos, la arena llega a California para la industria de la construcción y para remozar las playas de Hawai. También la utilizan para restaurar los lugares que los estadounidenses destruyeron al explotar materiales pétreos, algo que ya se prohibió en ese y otros estados de la Unión Americana, lo que ha generado que la demanda de importación se incremente", sostiene Alejandro Álvarez Cárdenas, delegado de la Profepa en Baja California.

Las autoridades aceptan que es imposible conocer y controlar todos los lugares en los que se explotan materiales pétreos.

Caso BC

El año pasado, las denuncias vecinales y empresariales movilizaron a las autoridades en Baja California. La Profepa practicó visitas a las zonas de aprovechamiento de materiales pétreos y clausuró los 54 permisos existentes.

Incluso la Terminal de Productos Pétreos Amaya Curiel, en el puerto de Ensenada, también fue cerrada temporalmente en febrero de este año y reabrió semanas después, lo que ocasionó, según los cálculos de las autoridades, que perdieran 2 millones de pesos diariamente, al no poder continuar con el embarque de materiales a California. Las cifras parecen demostrarlo, en 1999 por ese puerto salieron 137 mil 63 toneladas de arena, al año siguiente 257 mil toneladas, en el 2001 sacaron por ahí 344 mil toneladas y hasta agosto de este año llevan 486 mil108 toneladas de arena.

La Profepa se topó con distintas irregularidades y aparentes complicidades, tal fue el caso de los ex funcionarios de la CNA, quienes fueron inhabilitados por la Secretaría de Contraloría por más de 20 años y se les impuso una multa que supera los 8 millones de pesos; así como el caso del ex presiente municipal de Tecate, Constantino León Gutiérrez y el ex regidor y ex delegado de La Rumorosa, Filberto Suárez, quienes poseían autorizaciones para explotar materiales pétreos y por distintas faltas se les inició un procedimiento administrativo.

Pero inexplicablemente, comenta Olga Patricia Chozas, a pesar de las irregularidades encontradas, este año la CNA autorizó la reapertura de 17 empresas, incluso a una de ellas le otorgó un permiso para que pueda explotar 7 millones 590 mil 650 metros cúbicos de materiales pétreos durante los próximos 42 años, lo que significa que esta empresa podrá extraer 180 mil 729 metros cúbicos de arena por año.

Algo en lo que coincide el delegado de la Semarnat en Baja California, Carlos de la Parra, quien declaró en agosto pasado que no hay suficientes elementos para saber cuál es el impacto real que existe sobre los cauces de los arroyos del estado bajo la presión de extracción de arena. Se debe crear, aceptó, un plan de explotación que permita determinar qué zonas son más sensibles y cuáles pueden sufrir extracción.

El deterioro causado en Baja California por la sobreexplotación de materiales pétreos, reconocen las autoridades, tardarán muchos años en recuperarse, pues se ha provocado la desviación de ríos, el afloramiento de los mantos freáticos y afectación de la flora y fauna del lugar.