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Nunca hubo posibilidad de que los encontraran con vida. La orden que recibieron los sicarios contratados por los líderes de la banda La Unión Insurgentes o Condesa fue terminante: ejecutar de inmediato a los jóvenes secuestrados del bar Heaven. Así lo hicieron.

Los tres presuntos autores materiales detenidos el jueves por el crimen de las 13 personas halladas en agosto pasado en el rancho La Negra, en Tlalmanalco, Estado de México, confesaron que el pasado domingo 26 de mayo, el mismo día que el grupo fue privado de la libertad, los trasladaron a ese sitio y los mataron, revelaron autoridades consultadas sobre los avances de esta investigación.

Incluso, siguieron un método: primero asesinaron a los ocho varones, después privaron de la vida a las cinco mujeres. Cuando concluyeron su trabajo, tras inhumar a las víctimas, sellaron la fosa clandestina con cemento, asbesto y cal.

Se instruyó a los sicarios para no dejar testigos, pues no todas las víctimas eran blanco de la venganza que estaba dirigida principalmente en contra de Jerzy Eslí Ortiz Ponce, hijo de Jorge Ortiz Reyes, El Tanque y Alejandro Said Sánchez García, hijo de Alejandro Sánchez, El Papis.

Así lo revelaron los detenidos por la PGR el jueves pasado en bares de la Zona Rosa, Jonathan “N”, El Jhony; Pedro Francisco “N”, Pancho Pulgas o El Marihuano; y Fernando “N”, El Pez o Paez, quienes confesaron que fueron contratados por los jefes de la banda La Unión Insurgentes o Condesa.

Reconocieron que el crimen colectivo fue producto de una venganza por el homicidio del presunto narcomenudista Horacio Vite Ángel, El Chaparro, en el bar Black, perpetrado el 24 de mayo, quien era distribuidor de drogas de la banda.

Con ello se consolida la línea de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) de que los hechos derivan de una disputa por el control de territorios para la venta de estupefacientes con la banda La Unión de Tepito.

A partir de la declaración de los tres presuntos autores materiales del secuestro y asesinato de las 13 personas, también se logró la aprehensión de otros dos presuntos sicarios identificados como Víctor Manuel “N”, El Chobis y Eric Raymundo “N”, El Padre.

El primero de ellos fue detenido la tarde del jueves en una vivienda de la colonia Romero Rubio, donde se escondía; mientras que El Padre fue asegurado en otro bar de la Zona Rosa durante la madrugada del viernes. Los dos nuevos detenidos fueron trasladados a Toluca, Estado de México, donde está radicada la averiguación previa que se inició por el hallazgo de la fosa clandestina, y posteriormente fueron entregados por la PGR a las autoridades de la Procuraduría capitalina.

Las investigaciones continúan, ya que los presuntos asesinos a sueldo confesaron también que más sujetos participaron en el homicidio, y algunos de ellos fueron reclutados en estados del norte del país, y tras cumplir su trabajo regresaron a sus lugares de origen, por lo que las autoridades ministeriales están detrás de su pista.