El pleno de los diputados aprobó la Estrategia Nacional de Energía del presidente Enrique Peña Nieto con la abstención de los panistas y el voto en contra de la izquierda, la cual encontró insuficiencias en el documento, como que no prevé la construcción de refinería.

La Estrategia Nacional de Energía es un instrumento de gobierno en el sector energético transexenal, dado que de acuerdo con el proyecto tendrá un alcance de 15 años, y al efecto recibió el voto aprobatorio de las bancadas del PRI, PVEM y Panal.

El documento que en una primera fase ya había sido aprobado por el Senado pasó al Ejecutivo, luego de que registró 237 votos a favor; 125, en contra y 99 en abstención.

Como parte del dictamen, la Comisión de Energía indicó que la estrategia busca atender la creciente demanda de petrolíferos y fluido eléctrico, de manera eficiente, segura y sustentable, y que apoye el crecimiento económico, así como la inclusión social.

Luis Espinosa Cházaro, secretario de la Comisión de Energía por el PRD, dio a conocer que su bancada como el Movimiento Ciudadano y el PT votarían en contra dado que el documento no informa de los cómos, ni de metas.

Se había previsto llamar al secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, a explicar el documento, y sin embargo de manera precipitada en comisiones fue aprobada la estrategia, pese a las dudas de los legisladores de izquierda.

La Estrategia Nacional de Energía no tiene los cómos, ni los alcances, ni metas, de manera que no puede ser considerada más que como un documento que, desde luego en nada puede ser valorado como un preámbulo del debate de la Reforma Energética, dijo el perredista Espinosa Cházaro.