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La mirada de México en 2012 fue la del proceso electoral y un ambiente político enturbiado más por los conflictos internos de los partidos.

El PRI salió a buscar su retorno a la Presidencia y lo encontró, dejando atrás los 12 años de gobierno que el PAN encabezó y perdió de una manera arrolladora al convertirse en tercera fuerza política.

El proceso electoral federal en México arrancó en medio de fuertes cuestionamientos por la inseguridad y el combate frontal que lanzó Felipe Calderón Hinojosa en contra de los cárteles del narcotráfico.

Pero más aún, el proceso se enfrentó con una renovada Ley Federal Electoral a la cual las fuerzas políticas, medios de comunicación y la sociedad en general, tuvieron que adaptarse: 90 días de campaña y nuevo modelo de acceso a televisión y radio.

Las campañas electorales experimentaron una profunda transformación. El internet y las redes sociales (Twitter, Facebook, entre otros) quedaron abiertas al uso de todos los partidos políticos y sus candidatos a cualquier cargo de elección.

Además de la presencia de numerosas empresas dedicadas a la elaboración de encuestas, de las cuales el candidato del PRI-PVEM nunca dejó de ser el puntero, pero sí fue muy visible su disminución.

Para enero la sociedad mexicana contó ya con dos opciones en las cuales pensar para votar en las elecciones presidenciales: Enrique Peña Nieto, de la coalición PRI-PVEM, y Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano).

En la segunda quincena de enero, Nueva Alianza anuncia a un ambientalista y "ciudadano" como su candidato presidencial.

El 5 de febrero, en medio de un golpeteo interno que incluyó descalificaciones, ataques profesionales y la muestra de una visible división interna, el PAN eligió a Josefina Vázquez Mota como su candidata.

Con el arranque oficial de las campañas políticas ya en puerta, se dio la visita del papa Benedicto XVI a México. En la misa principal que ofreció el máximo jerarca católico se vio a tres de los candidatos presidenciales: Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador.

Fue el 30 de marzo cuando comenzó la cuenta regresiva de los 90 días de campaña: Andrés Manuel López Obrador abrió en Macuspana, Tabasco; Josefina Vázquez Mota, en la ciudad de México; Enrique Peña Nieto, en Guadalajara, y Gabriel Quadri, en Veracruz.

Las campañas electorales fueron un mosaico de plazas llenas, de discursos triunfantes, acusaciones de rebases de tope de campañas, ataques a la intelectualidad, entre otros.

El 23 de abril el candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, acudió a la Universidad Iberoamericana en donde lo apoyaron. A la misma universidad acudió Enrique Peña, quien fue cuestionado por la supuesta imposición de los medios de comunicación.

A raíz de entonces, surge el movimiento juvenil #YoSoy132, estudiantes de reconocidas escuelas de educación superior privadas que comenzaron a exigir la democratización en los medios de comunicación.

Las campañas incluyeron dos debates entre los candidatos. El primer se llevó a cabo en la ciudad de México el 6 de mayo en donde la atención la robó la edecán, Julia Orayen, quien se paseó con un escote pronunciado en el sorteo entre los candidatos.

El segundo debate se realizó el 10 de junio en Guadalajara, ya con un esquema más conservador.

Dos días antes de las elecciones, el 28 de junio, los cuatro candidatos presidenciales firmaron un Pacto de Civilidad con el Instituto Federal Electoral, en el cual se comprometieron a respetar el resultado del proceso.

El 1 de julio se llevó a cabo la elección federal en México, en donde se eligió, entre otros, al Presidente.

Acusaciones de compra de votos, robo de urnas, presiones a electores, fraude, fueron la constante durante toda la jornada electoral.

Antes de la media noche, el IFE anunció que Enrique Peña Nieto aventajaba en la elección; Josefina Vázquez Mota del PAN, reconoció su derrota, igual que Gabriel Quadri de Nueva Alianza, pero no así Andrés Manuel López Obrador.

El conteo de votos, en los días subsecuentes, se dio en medio de tensiones. Ocho días después, el árbitro electoral declaró ganador a Enrique Peña Nieto (PRI-PVEM).

El Movimiento Progresista que postuló a Andrés Manuel López Obrador como su candidato presidencial, interpuso el 12 de julio un juicio de inconformidad por nulidad de la elección.

Acusó a la coalición PRI-PVEM de haber rebasado los topes de campaña y de comprar votos a través de la repartición de tarjetas de supermercado que proporcionó la empresa Monex.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desechó las impugnaciones el 31 de agosto calificó la elección presidencial a favor de Enrique Peña Nieto.

Andrés Manuel López Obrador anunció su separación del PRD y la búsqueda de un nuevo partido político denominado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Nueva Alianza conservó su registro y ocupa mayores espacios dentro de la Cámara de Diputados.

A la media noche del 1 de diciembre Enrique Peña Nieto tomó posesión como Presidente de México.

A diferencia de lo ocurrido hace seis años, entró -en el transcurso de la mañana- a la Cámara de Diputados por la puerta principal y se colocó la banda presidencial sin problemas, aunque ello se llevó a cabo en medio de manifestaciones de jóvenes y una mezcla de actos vandálicos, represiones y detenciones.