Después de ocho temporadas al aire, la serie "Dr. House", estelarizada por Hugh Laurie, llegará a su fin este lunes en Estados Unidos, cuando se transmita el último episodio "Todo el mundo muere".

De acuerdo con el libro de los récords Guinness en 2012, este programa logró una audiencia de 81.8 millones de espectadores en 66 países, con lo cual se consagró como la serie de televisión más popular.

"Nunca hacemos finales felices, pero también intentamos no hacer simplemente finales miserables. Lo máximo que se puede esperar es algo agridulce", dijo el creador de la emisión, David Shore a los periodistas en una conversación citada por la edición online de "El Mercurio" de Chile.

A lo largo de más de 177 episodios, y el diagnóstico de enfermedades extrañas, médicos y pacientes enfrentan sus miedos, frustraciones, traumas, obsesiones, vicios y todos aquellos defectos y virtudes que se esconden en su interior.

De acuerdo con CNN, cinco premios Emmy a Mejor Serie de Televisión de Drama respaldan este programa, donde "el villano es una enfermedad clínica y el héroe un irreverente y controversial médico", que mostró una forma de ver la batalla contra las enfermedades a partir del drama televisivo.

"Cada semana (para un total de 177), mostramos a millones de personas un forma diferente e insidiosa de cómo el cuerpo humano puede funcionar mal y cómo los médicos pueden averiguar el problema", escribió para CNN, John Sotos, el especialista que instruyó sobre conceptos médicos a los realizadores de la serie.

Respecto a Hugh Laurie, continuará con su gira por el mundo poniendo a ritmo del blues con su armónica, una de sus facetas explotadas en la serie que servían de terapia para el dolor del malhumorado doctor.

El último episodio se transmitirá con un especial de una hora, en el que se hará una retrospectiva con entrevistas a los personajes que también hicieron único el ambiente de la serie.

rqm