El vedetismo ya es historia: Olga Breeskin
Recuerdo. Olga fue una de las vedettes más conocidas de los años setenta. (Foto: Archivo/ ELUNIVERSAL )
El vedetismo dentro del espectáculo mexicano y ese que acaparó la vida nocturna en la década de los 80 del siglo pasado, ya es historia, ya no existe, sostuvo Olga Breeskin, considerada una de sus más grandes representantes de esa actividad.
"Súper Olga" , como fue llamada en la cúspide de su carrera y como ella se autodenomina hasta hoy, explicó en entrevista que ningún artista o empresario invertiría actualmente en un espectáculo de cabaret como sucedía hace 30 años.
"Eran ´shows´ con 200 bailarines, tigres, panteras, boas, orquesta, magos, luces y todo lo que sea necesario para ofrecer el más grande espectáculo posible al público de la vida nocturna, hoy hacer algo como eso, no es redituable, cuesta mucho dinero y los tiempos económicos y sociales ya son otros" , comentó.
"Hoy, la mayoría prefiere quedarse en casa, comprarse un paquete de palomitas de 10 pesos, rentar una película o de plano ver algún concierto o espectáculo o en la página de Youtube" , agregó.
De hecho, para quien por muchos años fue considerada la mejor vedette de México, en las obras de teatro de revista y musicales que se desarrollan en el país, ya la vedette no es la figura principal, sino la historia que se cuenta.
Ahí está el ejemplo de "Aventurera" o "Perfume de Gardenia" , en donde la protagonista cambia cada determinado tiempo, pero la obra sigue siendo la misma. En los 80, casi todo giraba en torno a la protagonista y la historia o programa se adaptaba a la figura principal.
Por ello, para Olga Breeskin han quedado atrás los tiempos de las grandes vedettes y ahora sólo forman parte de la historia del espectáculo mexicano, historia en la que ella fue uno de los símbolos más importantes.
Actualmente "Súper Olga" luce renovada, atrás quedaron los años difíciles de una mujer que de repente se encontró frente al espejo con el inexorable paso del tiempo, que se sintió en el olvido y que a punto estuvo de protagonizar una muerte decadente y nada gloriosa.
"Hace unos cinco años encontré en el cristianismo la respuesta a muchas de las cosas que me tenían en la total depresión, estaba extraviada, estaba mal y el conocer a Jesús me ayudó a dar un gran giro a mi vida.
"Supe que si bien mi talento ya no servía para el mundo del espectáculo, sí sirve para llevar un mensaje de fe y superación" , subrayó.
Olga y su violín crearon pues, un vínculo con lo divino, el cual la acercó primero a la comunidad latina de Estados Unidos y que ahora comparte con sus paisanos mexicanos.
Ya se presentó en 20 ciudades mexicanas y espera hacerlo en por lo menos 60 más antes de que concluya 2012 y regrese a suelo estadounidense, donde este símbolo de la vida nocturna, de la belleza y el arte reside desde hace muchos años.
El sonido de su violín es prueba contundente de la inspiración que la llevó a reinventarse, "sí, estoy muy inspirada" , dijo antes de subirse al escenario del Teatro Yucatán de esta ciudad, a interpretar canciones que quizá ya no sean tan conocidas o comerciales como las que alguna vez tocó.
cvtp