Inclusión de Cuba es reconocimiento tardío: Guerra Castellanos
La anulación de la resolución que impide a Cuba ingresar de nuevo a la Organización de Estados Americanos es “un reconocimiento tardío de la OEA de que no puede aplicar una exclusión hacia Cuba, por las razones y la manera en que se dio originalmente” expuso Gabriel Guerra Castellanos.
“Antes de la llegada de Calderón, México cometió el error de no tomar a Cuba como un vecino y esto es grave pues está en el interés nacional mexicano mantener una buena relación con sus vecinos y jugar un papel de interlocutor y de puente de otros países a Cuba y de Cuba a otros países. Creo que las tensiones, algunas artificiales en la última década, no sirvieron al interés mexicano y nos marginaron como interlocutor y puente válido.
"Perdimos relevancia en la región por esto, pero no es tarde para retomar el vínculo y gradualmente establecer la relación con Cuba, finalizó el analista.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el analista confió en que la “exclusión nunca ha sido una buena receta para promover la democracia, los derechos humanos ni los valores que tiene en común la región. A mi juicio es un reconocimiento muy tardío”.
En este caso, Guerra planteó que el mayor beneficiario de un posible regreso de Cuba sería la OEA, pues “cada vez es menos representativa, e irrelevante.
Era el símbolo de sometimiento a Washington. Con esto la organización recupera algo de la credibilidad, y a la región le beneficia tener organismos representativos”. Igualmente, expresó el analista “Estados Unidos y Cuba están en medio de un proceso de cambio generacional y es importante que encuentren anclas y puntos de amarre institucionales que le recuerden a Cuba que su lugar está claramente en América Latina y que hay un interés natural de Cuba en reestablecer vínculos con países de la región". Sin embargo, el fin del embargo comercial aún se antoja lejano.
“Lo que vimos en Trinidad y Tobago fueron, por así decirlo, pasitos de bebé, en este sentido, primero los anuncios de Obama junto a la respuesta original de Raúl Castro, son los primeros pasos en el camino de la normalización de relaciones, la cual pasa por los dos países y también por el fin de exclusión y el fin del embargo” aseguró Guerra.
“Es un trayecto largo pero había que empezar a andarlo. En EU hay una conciencia cada vez mayor de que los sectores más duros y radicales de la comunidad cubano americana no pueden condicionar la política de Washington hacia Cuba.
Además de que las nuevas generaciones tienen una visión mucho más abierta y flexible acerca de lo que debe ser el eventual reencuentro con Cuba” explicó el también editorialista de EL UNIVERSAL.
El analista observa el fenómeno como la suma de varios factores “por un lado están los cambios aunque todavía pocos en el gobierno cubano, la decisión de Obama de transformar sus relaciones con el resto del mundo y la transición generacional de los cubano americanos hacen que el costo político para Estados Unidos de ir cambiando sus políticas vaya disminuyendo”.
“Es un reflejo de la nueva actitud del gobierno de Estados Unidos en materia de política exterior, pero también es un reflejo del cálculo político que permite concluir que el costo de abrirse a Cuba es menor por esta transformación de la manera de pensar de la comunidad cubano americana y porque la ‘vieja generación’ de opiniones duras ya va gradualmente de salida, tienen menos peso específico” apuntó.
Guerra Castellanos considera de igual manera que existen sin embargo contradicciones en La Habana, pues hay señales encontradas entre los sectores duros que se resisten a la inclusión y un sector más pragmático que consideraría la propuesta.
México perdió trascendencia.