Los presidentes de Brasil, Bolivia y Venezuela son esperados en el noveno Foro Social Mundial, que puede propiciar una inédita "cumbre" de gobernantes de la nueva izquierda latinoamericana con líderes de los movimientos sociales.

Los estatutos del Foro Social Mundial impiden la participación de representantes de gobiernos en esta plataforma reservada para la sociedad civil, a menos que haya una invitación expresa, como ha sido esta vez con el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, con el boliviano Evo Morales y con el venezolano Hugo Chávez.

Los organizadores del Foro Social también habían invitado para el encuentro que se celebrará la semana próxima en la ciudad brasileña de Belén a la chilena Michelle Bachelet y al paraguayo Fernando Lugo, quienes finalmente no estarán presentes.

El sociólogo brasileño Cándido Grybowski, uno de los miembros del Comité Internacional del Foro Social, explicó a Efe que la decisión de invitar a estos presidentes surgió de la "nueva realidad" que se plantea en Suramérica con la irrupción de "gobiernos progresistas" que se ha dado en los últimos años.

En el caso de Lula, la excepción responde también a que se trata de uno de los fundadores del Foro Social, que nació en 2001, cuando el ahora presidente de Brasil participaba activamente en diversos movimientos sociales desde su posición de líder sindical.

Lula estuvo como activista social en los foros de 2001 y 2002 y en enero del 2003 asistió al tercero, en la sureña ciudad de Porto Alegre, pocos días después de haber asumido la presidencia.

No participó en el realizado en Bombay (India) en 2004 y en 2005, cuando el Foro Social regresó a Porto Alegre, estuvo presente por última vez, invitado por movimientos sociales brasileños que le criticaron las "posturas conservadoras" de su Gobierno.

Chávez, quien ya había sido invitado al foro que se realizó en Porto Alegre en 2005, participó incluso activamente en el celebrado en Caracas en 2006, cuando el movimiento contra la globalización hizo una suerte de inmersión en la llamada "revolución bolivariana".

En esa ocasión, en un pronunciamiento que generó polémicas en un movimiento caracterizado por su diversidad, Chávez incluso emplazó al Foro Social a adoptar la proclama "socialismo o muerte".

Según dijo entonces el líder venezolano, el movimiento contra la globalización se convertirá en un "desperdicio" si no supera lo que muchos califican de etapa "hippie-social" del proceso y pasa a asumir posiciones políticas más concretas y globales.

Morales no ha estado presente en ninguna de las ediciones del Foro Social, pero su partido Movimiento al Socialismo y líderes de los movimientos indígenas bolivianos han participado en cada una de las citas.

Grybowski, quien dirige el Instituto Brasileño de Análisis Social y Económico (Ibase), dijo que esa organización pretende aprovechar la presencia de los presidentes para realizar, en el marco del foro, un debate sobre distintas facetas de la realidad mundial.

"Sería un intercambio de ideas sobre la crisis financiera, sobre alternativas de desarrollo, sobre la región suramericana y sobre el concepto de integración y la nueva arquitectura del poder regional", indicó.

"La idea es que nosotros planteemos las cuestiones y ellos respondan", porque "en el Foro Social gobierna la ciudadanía y no los presidentes", apuntó Grybowski, quien lamentó especialmente la ausencia de Michelle Bachelet, que le restará una voz femenina a ese debate con mandatarios.

Según el movimiento Vía Campesina, que congrega a agricultores de más de un centenar de países, Chávez y Morales también asistirán a diversas conferencias preparadas por esa organización, representada en Brasil por el Movimiento Sin Tierra (MST), que en 2009 celebra 25 años de existencia.

jigh