Muere el fotógrafo Enrique Bordes Mangel
Enrique Bordes Mangel, uno de los más destacados fotógrafos mexicanos, cuya obra es reconocida a nivel internacional por los sucesos que abordó, falleció a los 86 años de edad en la Ciudad de México.
Víctima de un cáncer que se le había detectado desde hacía tres años y de una insuficiencia renal, el artista de la lente, discípulo de Lola y Manuel Alvarez Bravo, murió el martes pasado, de acuerdo a datos proporcionados hoy por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien también dio a conocer que sus restos serán cremados y depositados en el Panteón Francés.
Fue reconocido por haber captado magistralmente con su lente las demandas de democracia sindical en México, así como el "halconazo" de 1971 y otros sucesos político-sociales que hoy forman parte de la memoria nacional.
De acuerdo con la dependencia, el pasado viernes, antes de fallecer, le fue entregada la Medalla al Mérito Fotográfico que le concedería formalmente el Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo), este jueves 23, durante la inauguración del Noveno Encuentro Nacional de Fototecas en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
Sus admiradores decían a menudo que Borges "tomaba las fotos en el instante, no en el aire".
Durante más de medio siglo 1941-2008, Bordes captó su cámara los acontecimientos más violentos suscitados en la Ciudad de México; cientos de marchas, protestas y represiones policiales, forman parte de la historia testimonial de la capital debido a la osadía y convicción política de este fotógrafo.
Heredero de una familia comprometida con las causas sociales que lo llevó a vivir muchos años en el exilio, Bordes es considerado uno de los principales fotógrafos del país, a la altura de Manuel Alvarez Bravo, de quien fue discípulo.
Su eficacia para documentar los acontecimientos sociales más relevantes de la historia contemporánea del país, logró que la fotografía fuera utilizada como un arma crítica en contra de la represión. Una de sus gráficas más célebres es La tercera caída.
A lo largo de su trayectoria como fotoperiodista, Bordes logró encuadres novedosos, imágenes espontáneas, que rompieron con los estereotipos y reconoce al sujeto fotográfico como un elemento social activo, al establecer una interacción con los personajes captados por la cámara.
Por estas características, sus críticos señalan que fue así como pudo denunciar la represión y mostrar la energía de la lucha civil y la fuerza del trabajo, con una mirada tan solidaria como aquella con la que muestra a niños, a marginados, a la ciudad y al campo en su diario transcurrir, con simpatía, con ojos de ternura y con la soltura de alguien involucrado con los hechos.
Pero la trayectoria de Bordes tiene facetas aún menos conocidas, una de ellas es la de reproducción artística en la que logra imágenes de gran calidad, según lo ha explicado por su parte la investigadora del Instituto de Investigaciones Estética de la Universidad Nacional Autónoma de México, Maricela González Cruz Manjares.
"La plasticidad es rescatada en las imágenes de obras de arte con una observación impecable y su ojo educado le permitía destacar por igual la significación de piezas prehispánicas totonacas, que la barroca religiosidad de Tonantzintla o el espíritu revolucionario presente en los murales de Diego Rivera en Chapingo", expuso.
Su incursión en el registro de obras artísticas y de arquitectura, agregó, llega a tal especialización, que se han publicado fotos suyas en libros tan importantes como "Haciendas de México" (Puebla); "Las más bellas plazas del mundo" (Leipzig) y "Canto a la tierra" (Universidad Autónoma Chapingo).
Bordes ha podido dar cuenta de una gama diversa de expresiones artísticas gracias a su sólida formación, adquirida más que en las instituciones, en la disciplina de la diaria subsistencia, en el gusto por la vida, el arte y la cultura, pero sobre todo, por su espíritu inquieto, por su "vena disidente y decidida", que le viene de familia , como tan bien lo ha expresado Rebeca Monroy.
Bordes es descendiente de nobles franceses, discípulo de Ricardo Razetti, Lola y Manuel Alvarez Bravo, así como del ingeniero Guillermo González Camarena y galán fatal en cintas dirigidas por su cuñado Julio Bracho.
De igual forma fue secretario particular del príncipe George Chavchavadze, amigo del pintor David Alfaro Siqueiros, a lo que Bordes considera que "la principal lección que me dio tratar con todas estas personas, fue la humildad".
Hace casi una década, el maestro vendió su archivo, alrededor de 20 mil negativos y fotografías tomadas entre 1945 y 1989. Imágenes de los tiempos convulsos de entre los años 50 y 60 en la capital mexicana: los mítines Pro Cuba y Pro Vietnam, las movilizaciones y consecuentes apaleamientos contra ferrocarrileros, petroleros, maestros y estudiantes.
Asimismo, el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México resguarda una de las facetas menos conocidas de Bordes.
Por su parte, Bordes guardaba celosamente las ediciones en que apareció su trabajo. Algunos de estos medios fueron la revista Política, Solidaridad, Semanario ABC, Zócalo, Hoy, Mañana, Siempre, Sucesos, Modern Screen (Estados Unidos), Zeitim Blid y Frei Welt (Alemania).
A lo largo de su trayectoria como fotoperiodista, Bordes recibió diversos reconocimientos, entre ellos, el Premio Nacional de Periodismo 1958.
cvtp