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Canta Vicente Fernández ante 15 mil personas en Miami

Notimex| El Universal
13:55Miami | Domingo 19 de octubre de 2008

Chente también se preguntó qué haría EU sin la mano de obra latina. (Foto: Archivo/ELUNIVERSAL )

Recuerda el secuestro que hace una década sufrió su hijo

Vicente Fernández desbordó aquí el orgullo de los mexicanos en un emocional concierto, en el que recordó que hace una década sufrió el secuestro de su hijo y cuestionó qué haría Estados Unidos sin la mano de obra latina.

Fiel a su lema de cantar mientras el público aplauda, el ídolo mexicano deleitó tres horas hasta "desquitar" lo que sus más de 15 mil seguidores pagaron por verlo anoche en la Arena American Airlines.

Antes de El Charro de Huentitán, actuó su paisana Paquita la del Barrio, quien prendió al auditorio con sus melodías cargadas de despecho e insultos para los hombres "malvados" a quienes, en uno de sus primeros temas les advirtió que "o se componen o los capamos".

Compuesto por mexicanos, centro, sudamericanos y caribeños, el público, sobre todo las damas le premiaron ruidosamente las pícaras letras de sus canciones y su clásico grito de: "¿Me estás oyendo inútil?" que repitió en su show de 45 minutos.

Me saludas a la tuya, Taco placero,"Tres veces te engañé, Las mujeres mandan y Rata de dos patas formaron parte del repertorio de Paquita, quien llegó ataviada con vestido largo en rojo y plata.

El mariachi de 12 miembros permaneció en el escenario a la salida de Paquita pues, enseguida, con un espectacular traje de charro en color verde, ingresó Vicente Fernández.

Su primera tanda incluyó éxitos de antaño como No me sé rajar, Por tu maldito amor, Mujeres divinas, Lástima que seas ajena, Si acaso vuelves, Nos estorbó la ropa y El juramento.

Entre las porras de "Chente, Chente, Chente", el cantante recordó que, como siempre, venía dispuesto a cantar mientras le aplaudieran y "hasta que desquiten lo que pagaron".

Después del tema de la telenovela La mentira, Fernández interpretó De un rancho a otro, de José Alfredo Jiménez y El último trago; y sus actuales hits radiofónicos Para siempre y Estos celos, de Joan Sebastian.

Luego demostró la potencia de su voz a pesar de su carrera de cuatro décadas en Qué de raro tiene y Acá entre nos, y tras los añejos Bésame mucho, Ella y Cruz de olvido pidió "la ovación más grande de la noche" para el Mariachi Azteca.

Como parte de su gira por Estados Unidos, el astro mexicano trajo hasta el sur de Florida un pedacito de su natal estado de Jalisco, ya que la escenografía estuvo compuesta por la "fachada" de su rancho Los Tres Potrillos y hasta una fuente de "cantera rosa".

En uno de los segmentos más festivos de la velada, Fernández puso a bailar a su público con "La ley del monte", la cual, por si había alguna duda de su calidad, cantó mientras fumaba.

Sus seguidores le corearon enseguida El rey, Hermoso cariño, Las llaves de mi alma y Ya lo sé que tú te vas, de Juan Gabriel, a las que siguieron Serenata Huasteca, El aventurero y La diferencia.

Las banderas mexicanas y de otras naciones afloraron por todo lo alto del recinto cuando Chente cantó Guadalajara, la mejor versión de esta melodía que se ha convertido en uno de los himnos mexicanos no oficiales.

Muy serio, enseguida, el máximo representante de la canción ranchera recordó que "hace 10 años vine a Miami, para actuar en un hipódromo o un rodeo, pero no sabía ni dónde estaba porque me encontraba sufriendo el dolor más grande para un padre", el secuestro de un hijo (Vicente).

Antes de ofrecer Marioneta, subrayó que "cada vez que canto este tema recuerdo sus rezos, porque era un secreto a voces" y dichas plegarias de sus seguidores, dijo, ayudaron a la liberación de su hijo mayor.

Como la gente lo seguía ovacionando a pesar de que tenía ya casi tres horas en el escenario, cuya escenografía incluyó tres pantallas gigantes, don Chente continuó su actuación con De qué manera te olvido.

Luego despertó la melancolía de todos los inmigrantes con la clásica Canción mixteca y, antes de "Los mandados" -uno de sus mayores hits entre los indocumentados hispanos de California- preguntó: "¿Yo quisiera saber qué harían los mendigos gringos sin la mano de obra de los latinos del mundo?".

Fernández, quien durante la función se la pasó brindando con su público con agua y otras bebidas, ofreció también los hits románticos Perdón y Ya me voy para siempre.

Sin embargo, la mayor emoción la demostró enseguida al cantar Mi viejo, (de Piero), que dijo fue la primera melodía que escuchó tras sepultar hace varias décadas a su padre.

Después de enjugarse las lágrimas, el ídolo mexicano se enfiló al cierre de su show con México lindo y querido, que le siguieron mexicanos y no mexicanos.

Tras Volver, volver don Chente besó en la boca a la conductora mexicana de televisión Ana María Canseco y salió entre los acordes de `Las golondrinas`.


cvtp



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