El juez 45 en Material Penal del Reclusorio Norte sentenció a casi 75 años de prisión a los hermanos Ricardo y José Jerónimo Trabulsi Taboada, por el homicidio de dos ancianos a quienes robaron cuadros de arte sacro, alhajas y varios artículos.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que los procesados fueron encontrados culpables de los delitos de homicidio calificado diversos y robo agravado, por lo que también fueron condenados a pagar 76 mil 780 pesos como reparación del daño.

El juez sentenció además a 31 años de prisión a una mujer identificada como María Gabriela Nieto Flores, alias La Xóchitl, quien fue cómplice de los dos hermanos al ocultar durante un tiempo el botín del robo.

De acuerdo con el expediente del caso, asentado en la partida 41/2008, los hechos ocurrieron el 10 de febrero pasado en el domicilio ubicado en el número 10 de la calle de Triángulo, en la colonia del mismo nombre de la delegación Cuajimalpa.

El hijo de los ahora occisos, Carlos Fernando Maldonado Baur, de 73 años, y Margarita Camacho Estabillo, de 70, se comunicó con ellos esa noche y se enteró que ambos platicaban con los hermanos Trabulsi, quienes eran sus vecinos.

Al día siguiente, al acudir al domicilio encontró los cuerpos sin vida de la pareja de la tercera edad y se percató del robo de cuatro cuadros de arte sacro del siglo XVIII; dos pistolas, una escuadra y un revolver; alhajas, abrigos de piel y artículos de plata.

Las investigaciones, apoyadas con testimonios y pruebas periciales, permitieron comprobar que los hermanos Trabulsi eran los responsables de los hechos y que habían huido con el botín a bordo del vehículo de los occisos, un Altima 1996 gris placas 121-HSB.

Agentes de la Policía Federal, en coordinación con policías mexiquenses, ubicaron a los presuntos responsables en calles del municipio de Ixtapan de la Sal, estado de México.

Al momento de ser aprehendidos, los hermanos Trabulsi tenían en su poder dos armas de fuego, una de las cuales formaba parte del botín robado, por lo que finalmente confesaron su participación en el crimen.

Revelaron además que el resto de los objetos robados estaban en poder de Gabriela Nieto, quien horas más tarde fue detenida. La mujer confesó que quemó el arte sacro en un lote baldío, por temor a ser descubierta.

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