El jefe del Ejército de Tailandia, Aunpong Paochinda, prometió hoy moderación con los manifestantes que ocupan el palacio del Gobierno desde hace una semana y que han bloqueado aeropuertos y otras instalaciones, después de que el primer ministro Samak Sundaravej decretase el estado de excepción en Bangkok.

El general Paochinda aseguró en rueda de prensa en Bangkok, tras celebrar una reunión de urgencia, que los militares tomarán el lado de los civiles si tienen que intervenir para aplicar el estado de excepción y dispersar las protestas.

Una persona murió y otras 38 resultaron heridas esta mañana en los enfrentamientos sucedidos en Bangkok entre detractores y seguidores del Gobierno, sin que la Policía de la metrópoli interviniese para impedir que los segundos llegasen al lugar que ocupaban los primeros.

Entre 5 mil y 8 mil personas se encuentran actualmente el recinto de la sede del Ejecutivo y no cesa de llegar más gente, hay incluso familias con niños, según pudo comprobar Efe.

Sin aparente preocupación a la carga que pueden ordenar las autoridades en cualquier momento, los participantes escuchan los discursos difundidos por altavoces y toman la comida que les lleva o sacan agua de un camión cisterna aparcado en la calle.

Miembros de la Alianza de Pueblo para la Democracia, que organiza y dirige la protestas, ha cortado los accesos a los aeropuertos de Krabi, Hat Yai, y Surat Thani, al sur de Tailandia, y mayores destinos turísticos de Tailandia.

Cerca de otros 600 manifestantes mantienen un control de seguridad en torno a la cadena ASTV, propiedad de uno de los líderes de las protestas antigubernamentales, ante los temores de que el Gobierno apague la señal de televisión.

El estado de excepción prohíbe las reuniones públicas de más de cinco personas y autoriza a las fuerzas de seguridad a detener sin cargos a sospechosos de rebelión durante un período máximo de 30 días, además de autorizar a los cuerpos de seguridad el corte de carreteras y la censura a los medios de comunicación, entre otras cosas.

El veterano primer ministro tailandés, que ha rechazado en varias ocasiones los llamamientos a dimitir, dijo tras declarar la medida extraordinaria que los militares podrán entrar en cualquier lugar para desalojar a quienes incumplan la ley, en alusión a la Alianza del Pueblo para la Democracia.
Por su parte, el líder de los manifestantes, el ex general y antiguo gobernador de Bangkok Chamlong Srimuang, anunció que seguirán hasta que Sundarvej dimita.