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El Lincoln presidencial 1976, del que no se sabe con certeza quién se quedó con él y de qué manera lo adquirió, fue visto por última vez los días 19 y 20 de abril en una exhibición de autos antiguos, en Huixquilucan, estado de México.

Tampoco hay información sobre el destino que tuvieron el “autobús presidencial” y un Galaxi 1972, este último usado para escoltar al Lincoln en sus recorridos por las principales calles del Distrito Federal.

Durante dos días el Lincoln, impecable, de color negro, con las banderitas de México y Estados Unidos al frente, estuvo a la vista de quienes asistieron a la 22 edición del Gran Concurso Internacional de Elegancia, que se desarrolló en dicho municipio mexiquense.

La revista Automóvil del mes de mayo da cuenta de ese acto, con fotos de algunos de los asistentes y de los autos antiguos.

Además, destaca en su página 89 la foto del Lincoln 76 con el siguiente texto:

“El más diplomático fue el Lincoln presidencial 1976 que llevó el club CARRAM, un convertible de cuatro puertas regalado por el gobierno de Jimmy Carter al de (José) López Portillo. Su tarjeta de circulación a nombre del Estado Mayor Presidencial deja ver que estuvo activo hasta el sexenio pasado. Si este auto pudiera hablar…”

Los puntos suspensivos son de la misma revista.

Este caso, sobre el paradero del descapotable que era utilizado por los presidentes de México en sus traslados de la residencia oficial de Los Pinos a la Cámara de Diputados —el 1 de septiembre de cada año con motivo de la ceremonia del Informe presidencial y el 1 de diciembre cada seis años—, para la ceremonia de traspaso del Poder Ejecutivo, fue denunciado en la tribuna del Senado por el priísta Francisco Arroyo Vieyra, en el pasado periodo extraordinario de sesiones del Congreso de la Unión.

A propósito de la reforma que se conoce como “pregunta parlamentaria”, que permitirá a los legisladores plantear sus dudas por escrito al Ejecutivo, el senador Arroyo aprovechó para hacer notar que se ignora el paradero del automóvil presidencial.

Posteriormente, resultado del ejercicio de la ley de transparencia, la Presidencia de la República informó que luego de una “búsqueda exhaustiva” en sus archivos no halló información alguna sobre el Lincoln que transportaba a los presidentes en el tradicional recorrido por las calles de la ciudad de México.

De acuerdo con la revista, el vehículo presidencial fue llevado a la exhibición de Huixquilucan por el club CARRAM, que preside Carlos Ramos.

Información recabada por este diario revela que tampoco existiría documentación sobre el Galaxi 72 ni sobre el llamado autobús presidencial.