Por un impuesto de 250 pesos que no se pagó, Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) clausuraron la "Poza de la Becerra", el único balneario que, desde hace 40 años, era el atractivo turístico más importante del municipio de Cuatrociénegas, en la zona centro del estado.

"No fue por problemas ambientales, ni porque se afecte el área natural protegida de Flora y Fauna, sino por represalias", aseguró el presidente de la Promotora de Turismo en la región Centro del Estado, Armando de la Garza Gaytán.

Refirió que en abril pasado 52 organizaciones denunciaron ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) actos de corrupción, nepotismo, tráfico de influencias y amenazas por parte de Julio Carrera, director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, donde podría haber corresponsabilidad del titular de la CONANP, Ernesto Erklin.

Existe incertidumbre entre autoridades, iniciativa privada y población porque grupos de turistas empezaron a cancelar visitas y hospedajes. Media docena de autobuses notificaron que el próximo fin de semana siempre no viajarán a ese destino turístico.

Eso significa que no habrá ventas ni ingresos para prestadores de servicios y empleados, taxistas... ni para vendedores de nieve, paletas y elotes. También hubo sorpresa por la insensibilidad y la falta de criterio de los funcionarios de la PROFEPA, dijo el líder de los hoteleros.

¿QUÉ QUIERE LA PROFEPA?

"Hace 4 años PROFEPA clausuró el otro balneario "Las Playitas" y con esto le asientan un golpe mortal a Cuatrociénegas; no se pretende la federación, es intolerante, los funcionarios toman decisiones atrás del escritorio que afectan a todo un pueblo y sus alrededores", declaró el alcalde, Gabriel Villarreal Jordán.

Al momento de redactar esta nota el edil preside una reunión con carácter de urgente y extraordinaria con representantes de la iniciativa privada, hoteleros, restauranteros, comerciantes y prestadores de servicios para actuar de inmediato y lograr que se reabra la poza.

"Fue por un permiso de 250 pesos que, que no se tramitó en tiempo, prácticamente provocan el cierre de ese destino turístico catalogado como una de las 13 Maravillas de México", declaró a EL UNIVERSAL de la Garza Gaytán.

Sin previo aviso, los inspectores de la PROFEPA llegaron por la tarde, como a las 15:00 horas y para poner los sellos de clausura sacaron del balneario a quienes se encontraban ahí, entre ellos un grupo de estadounidenses, procedentes de San Antonio, Texas.

Ellos se molestaron mucho y reclamaron, con justa razón, porque viajaron cientos de kilómetros y les arruinaron su descanso, agregó Garza Gaytán.

mfsla