La leyenda milenaria del pueblo tzotzil de los Altos de Chiapas cuenta que la historia de los "santos" en Chamula comenzó cuando el patrón San Juan Bautista decidió bajar del cerro Tzontehuitz, para buscar un lugar mejor donde vivir.

Al respecto, el escritor e historiador, Mariano Gómez López, explicó que la tradición cuenta que un día San Juan decidió bajar de la cueva en la que vivía en este cerro y después de visitar varias comunidades, decidió establecerse en este lugar.

La leyenda cuenta también que San Juan traía consigo un gran rebaño de ovejas, y cuando llegó al lugar en que construyó su templo, las convirtió en las grandes piedras que forman el cimiento de este gran templo.

"Precisamente esta es una de las razones por la que los chamulas no sacrifican estos animalitos, más bien las pastorean y las cuidan, porque de allí sacan la lana para hacer el chug (un chamarro cerrado que usan los hombres) y la nagua de las mujeres", agregó el escritor.

Cuando San Juan Bautista construyó su templo también "invitó" a otros santos para que lo acompañaran a cuidar al pueblo, según narra el historiador, y así trajo a San Pedro, San Sebastián, San Antonio, Santa Rosa, Santa Rita, San Agustín, la Virgen de Guadalupe y otros.

Todos, comentó, fueron vestidos con la ropa tradicional y con ropas "elegantes", según su importancia, pero también su vestimenta incluyó el sombrero con listones de colores y los espejos.

"A todos se les ponen espejos, porque así se protegen de que no les hagan mal con todo lo que van a pedir, y a curarse", explicó Gómez López, al indicar que también como protección de los santos no se les quitan los vestidos.

Detalló que el templo tiene varios indígenas que están dedicados a cuidarlo y también estar pendientes de los "santos"; a ellos se les denomina "alférez", que están pendientes de los vestidos, la limpieza y de los espejos de los santos.

También están los "mayordomos", que son la autoridad del templo, y su misión principal es cuidar que se respeten las tradiciones. Por ejemplo, ellos sancionan severamente cuando alguien pretende fortuitamente tomar fotografías o sustraer algún objeto del templo.

Asimismo, mencionó a los "nichimes", que son personajes dedicados a adornar con flores los altares de todos los santos. Además, tienen la misión de cambiar frecuentemente la "juncia", que es la hoja del pino, con la que se cubre todo el piso del templo.

Esto, mencionó el historiador, tiene dos finalidades, servir de "alfombra" para que se sienten a orar, y perfumar el templo, lo que es característico.

También están los "xinolam", indígenas que se dedican a cuidar que quienes queman incienso y velas cuenten con tablas especiales y enseres, además están pendientes de las fiestas de los santos.

Otro aspecto importante de la tradición, agregó Gómez López, es la "Peregrinación de Pascua de los Santos". Este ritual es algo especial, y consiste en que para el Domingo de Resurrección son preparados todos los santos y santas del templo con ropa nuevas para sacarlos al atrio de la iglesia a una peregrinación.

Ese día se suspende el mercado que es instalado en un terraplén frente al templo, para que allí se realice la peregrinación en la que participan cientos de jóvenes que se dividen en dos grupos: unos cargan en tarimas a los santos y las mujeres a las "vírgenes".

jigh