El presidente Felipe Calderón le otorgó su completo respaldo al secretario de Gobernación, Juan Camilo Moruiño, y sumó fuerzas con siete de los ocho gobernadores del PAN y el dirigente de su partido, Germán Martínez, con quienes cerró filas.

Lo anterior durante la comida a la que asistieron a la casa presidencial a la que también acudió Juan camilo Mouriño, secretario de Gobernación.

Al término de la comida que sostuvieron en Los Pinos, los gobernadores y el dirigente panista solicitaron la presencia de los medios a fin de hacer una declaración conjunta.

Ahí Martínez aprovechó para descalificar el señalamiento de la presidenta de la Cámara de Diputados, la perredista Ruth Zavaleta, quien pidiera la renuncia de Juan Camilo Mouriño.

El presidente del PAN acusó que la declaración de Zavaleta sólo puede entenderse como un acto de campaña, precisamente porque ese partido renovará su dirigencia nacional el próximo domingo.

Junto con Martínez estuvieron una comisión de gobernadores designados para declarar lo que deseaban ante los medios compuesta por los mandatarios de Jalisco, Emilio González Márquez, y de Morelos, Marco Antonio Adame.

Este último aseguró que no van a permitir que se pretenda una “acción efectista” o “golpista”, en el ámbito político a raíz de las acusaciones contra Mouriño por el presunto trafico de influencias en el que incurrió una empresa familiar y Pemex.

“Este caso se dirima en las instancias institucionales, que se tengan todos los elementos para hacer todas las acusaciones pertinentes y por supuesto salir al paso de señalamientos que buscan ser efectistas que buscan descalificar jurídica o políticamente y por nuestra parte todo el respaldo al presidente de la República y a las instituciones en un marco de legalidad y transparencia”.

Al término, aunque se intentó plantear más cuestionamientos al dirigente panista, éste prácticamente fue jalado del brazo y llevado en vilo por el gobernador de Jalisco, a fin de que ya no hiciera más declaraciones.

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