Los grupos del narcotráfico están librando una guerra abierta contra el gobierno de México para que el país siga siendo la principal ruta de tránsito para el envío de las remesas de cocaína destinadas a los Estados Unidos, aseguró José Manuel Martínez, representante en nuestro país de la Organización de las Naciones Unidas (PGR) contra la Droga y el Delito.

Al presentar el Informe Anual 2007 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de Naciones Unidas, reconoció que la mayor amenaza que afronta la región de América del Norte –que incluye a México- en lo que respecta a las drogas es la influencia creciente que los grupos delictivos organizados han adquirido en el narcotráfico.

En el documento se reconoce que a pesar de los grandes esfuerzos del gobierno de México y de las iniciativas bilaterales de cooperación con los Estados Unidos, "la delincuencia organizada viene librando una guerra abierta contra las autoridades para lograr que México siga siendo el principal corredor de tránsito de la mayoría de las remesas de cocaína destinadas a los Estados Unidos".

La ofensiva de los narcotraficantes mexicanos busca "al mismo tiempo conservar su parte de los beneficios derivados del tráfico de la heroína, la metanfetamina y el cannabis que circulan en el mercado estadounidense".

José Manuel Martínez señaló que el 90% de la cocaína que ingresa de contrabando en los Estados Unidos procede de Colombia y pasa por el corredor de México y América Central.

La JIFE alertó además de que en México la fabricación clandestina y el tráfico de metanfetamina han aumentado durante los últimos años, a pesar de las restricciones para la importación de precursores químicos al país.