El padre del cantante asesinado Sergio Gómez dijo a cientos de dolientes reunidos en el funeral de su hijo que no odia a quienes lo torturaron y mataron en México.

Baldomero Gómez afirmó que su Sergio se fue con Dios, porque él necesita su voz en el Cielo, y momentos después cantó una de las melodías favoritas de su hijo.

Sergio Gómez, de 35 años, fue asesinado luego de que su grupo, K-Paz de la Sierra, tocara en Morelia.

Fue uno de entre tres músicos famosos asesinados en una ola de violencia del crimen organizado que ha asolado buena parte de México, y que últimamente parece estar afectando a músicos populares.

Aficionados y familiares llenaron las bancas y pasillos de la iglesia católica de Santa María, en Indianápolis, mientras los sacerdotes conducían una misa fúnebre en honor de Gómez, quien desde hace unos años residía en la localidad suburbana de Avon, con su esposa, hijos y otros familiares.

Su féretro cerrado fue colocado ante las bancas de la iglesia, y sus compañeros en el grupo musical hicieron guardia de honor junto a él, con anteojos oscuros.

El grupo de mariachi Sol Jalisciense tocó durante los servicios.

Baldomero Gómez dijo a los presentes que Dios les daría la capacidad de sobreponerse a la muerte de su hijo y que una calle de su natal Ciudad Hidalgo llevará su nombre. También dijo esperar que la ciudad de Chicago realice alguna ceremonia en su recuerdo.

Gómez vivió en Chicago durante varios años, antes de mudarse a Indiana. K-Paz también realizó sus primeras grabaciones ahí.

La madre de Sergio, Francisca Gómez Reyes, dijo que le pidió a Dios que perdone a los implicados en la muerte de su hijo y le dio las gracias a los presentes por acompañar a su familia con su pesar, antes de romper en llanto.

''Gracias por compartir nuestro dolor'', afirmó.

Gómez, supuestamente, recibió amenazas de muerte, advirtiéndole que no se presentara en la capital del estado occidental de Michoacán, donde florece el narcotráfico y donde fue torturado antes de morir estrangulado el 2 de diciembre.

Zayda Peña, del grupo Zayda y los Culpables, así como el trompetista José Luis Aquino, también fueron asesinados recientemente.

Los anteriores homicidios de músicos mexicanos han sido vinculados con la guerra entre narcotraficantes. Pero Gómez dedicaba la mayor parte de sus temas al amor, dijo María García, aficionada a sus canciones.

''Su música nunca ofendía a nadie'', señaló.