Los 45 nuevos trenes del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro), que corren a lo largo de la línea 2 y que costaron 6 mil millones de pesos, presentan algunas fallas técnicas, lo que ha ocasionado reclamos por parte del gobierno del Distrito Federal hacia el consorcio Bombardier y Caf.

Aún no cumplen tres años de que se adquirieron y algunas de sus piezas han tenido que ser sustituidas o acondicionadas para dar el servicio.

Aunque autoridades y la empresa Bombardier insisten en que no está en riesgo la seguridad de los usuarios, lo que es un hecho es que los ingenieros del STC-Metro han detectado, entre las principales fallas, pasillos con pequeñas fisuras, fugas de aceite en medio de las vías, escobillas negativas —pieza que va sobre el riel— fracturadas, asientos que parecen “resbaladillas” y frenados bruscos.

En un recorrido que realizó EL UNIVERSAL por los talleres de mantenimiento de Tasqueña se constató que hay preocupación por parte de los técnicos, pues han cambiado 100 diferenciales y están en observación otros 40 debido a que su mal estado hace que se tire aceite en medio de las vías; han cambiado hasta tres veces los pasillos que intercomunican un tren con otro debido a pequeñas fisuras y, casi en todos los 45 trenes, tuvieron que modificar escobillas.

Esta última pieza es de las que más preocupa a los técnicos. No soporta la fuerza con la que va el tren y se rompe, lo que puede provocar que no avance.

“Las tenemos que cambiar constantemente. La empresa hizo un diseño diferente y trae un brazo que pega al riel, pero éste se fractura”, especificó Carlos Daniel Martínez López, director de Mantenimiento de Material Rodante del Metro. Explicó que tuvieron que cambiar el diseño, con aval de Bombardier, de lo contrario “los trenes estarían parados”.

La Contraloría Interna del STC-Metro participa, junto con la empresa y el organismo, en reuniones de análisis para detectar fallas y buscar soluciones.

Y es que, a pesar que ya están en servicio los 45 trenes que adquirió la administración pasada, éstos todavía no son aceptados formalmente por las autoridades y hasta que estén convencidas de que operarán sin ningún problema para los próximos 30 años, empezará a correr la garantía que es de dos años.

Martínez López dijo que los trabajadores ya habían detectado estas fallas, pero en aquel entonces, los funcionarios del STC-Metro no mostraron mucho interés. “Pasaron dos años sin una reunión”, enfatizó.

Actualmente la Contraloría Interna realiza una investigación sobre posibles responsables y vigila el proceso de prueba y de garantía de los trenes.

Las bases de la licitación internacional que se hizo en aquel entonces fueron muy amplias, pero de acuerdo con las autoridades y la empresa, se cumplieron, pero en la práctica y por los características de uso rudo, hundimiento del subsuelo, peso y clima de la ciudad de México, a estos trenes se les harán adecuaciones técnicas.

Para Hermann Saenger, director de Desarrollo de Negocios y Ventas de Bombardier, algunos materiales pueden llegar a tener algún desgaste o algo no previsto. Por esa razón, dijo, se da un tiempo de prueba y si es necesario la empresa cambia piezas.

Reconoció que hay problemas en algunas piezas, y aunque ya les pagaron los casi 6 mil millones de pesos, “nunca nos vamos a poner un plazo hasta que el producto esté listo”.

“ No lo vemos como un problema, sino como un asunto normal que aparece en el crecimiento del proyecto y que nosotros estamos junto con el Metro atendiendo”, coincidió Alejandro Gutiérrez Marcos, gerente de Relaciones Públicas y Comunicación de esta empresa. Incluso, señalaron que cada tren tiene más de 5 mil partes.

Sin embargo, el director de Mantenimiento de Material Rodante del Metro considera que ya llevan casi tres años sin soluciones de fondo.

Bombardier y Caf formaron un consorcio y fabricaron trenes en España y en la planta del estado de Hidalgo. Fue en mayo del 2006 cuando entregaron el último de los trenes.

El pasado viernes 20 de julio, este mismo tren tuvo una falla, lo que provocó que se detuviera el servicio en varias estaciones de la línea 2 durante 37 minutos.