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Traté de salvar a mi hijo, dice asesino de maestra

Icela Lagunas| El Universal
Jueves 28 de junio de 2007

Fernando Martínez confesó diferentes episodios de su vida y que, sin saber cómo, lo llevaron a disparar contra Carla María Jiménez Baños. (Foto: Archivo )

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Video: Testimonio de presunto homicida de directora.

Define a su hijo menor como el motor de su vida, su "punto débil", y quien está atrás de todas sus decisiones

"Le robé la vida. Siento que hice lo correcto en función de mi hijo. Pido que se me comprenda y que no se me sacrifique. ¡No soy un asesino!"

Con voz baja, Fernando Martínez González confesó diferentes episodios de su vida y que, sin saber cómo, lo llevaron a disparar contra Carla María Jiménez Baños, directora de preescolar del colegio The Churchil School donde estudiaba su hijo menor, el pasado 13 de junio.

"No justifico lo hecho, legalmente hablando; lo justifico en cuanto a que lo traté de salvar (a su hijo). No puedo decir lo que pasó porque pongo en riesgo la vida de mi hijo. Me obligaron", insiste en más una ocasión.

Define a su hijo menor como el motor de su vida, su "punto débil", y quien está atrás de todas sus decisiones.

Poco a poco, los especialistas lo orillaron a hablar de los motivos que tuvo para dispararle a Carla Jiménez.

Aunque se rehusaba al inicio, habló de su relación con ella: "Era normal, era la encargada de la información a los padres, la conozco desde hace tres años. Era una relación corriente, no tenía problemas con ella, me era indiferente, era obesa, no era de mi tipo, nunca me atrajo".

Del crimen, dijo que una "cosa" como ésa no la volvería a hacer.

"Es como si un rayo saliera de ella hacia mí y se metiera en mi cuerpo. Es una experiencia fea, única, el alma se le salió del cuerpo hacia mí. Se cierra el mundo, no se ven los lados, perdí la noción de los lados".

Durante el diagnóstico sicológico en el que tuvo que contestar diversos cuestionamientos y resolver planteamientos, Fernando Martínez habló de su familia; poco a poco describió su relación con su madre, padre, hermanos, hijos y ex esposa.

"Quiero que le transmitan a la niña (hija de la víctima) mi sentir, que estoy con ella. Fui obligado".

Sin embargo, en medio de estos presumibles desvaríos, asegura que no es un ser que haya perdido la razón.

El día del crimen, una de las primeras versiones que se difundieron fue que el padre de familia actuó motivado por el coraje de que su hijo menor había sido presuntamente agredido, al parecer en la escuela.

Al respecto, Martínez, aceptó que en más de una ocasión el pequeño le hizo referencia a una agresión sexual.

Dijo que como abogado, alguna vez llevó el caso de una niña de tres años que presentaba características similares a las de su hijo. No obstante, nunca entró en detalles.

"Me siento angustiado por mi hijo de siete años, porque no estoy con él. Me siento como una víctima, porque hay cosas detrás de mí que me llevaron a hacer esto", manifestó a los sicólogos.

En ocasiones con llanto, relató etapas de su infancia: "Éramos una familia pobre, no había comida, desayunábamos avena con agua, a veces dos tortillas".

Por ello, su padre dejó a su madre, y se divorciaron cuando Fernando, apenas tenía nueve años. Luego regresaron.

"Ya no había comunicación en el matrimonio, se mantuvieron unidos por nosotros. (El padre) regresó a casa y procuró darme un menor nivel".



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