El interés que ha manifestado Silvia Navarro por dejar Televisión Azteca, donde desarrolló su carrera artística durante 10 años, se une a otros casos de estrellas que han sido ‘arrebatadas’ a la empresa del Ajusco por parte de Televisa.

Antes que Navarro, cuyo incorporación a Televisa ahora se ha puesto en duda, pues en el Ajusco amagan con demandarla por incumplimiento de contrato, Bárbara Mori, Martha Higareda y Jaime Camil, el galán del momento, cambiaron de camiseta, nutriendo así una historia que comenzó desde la llegada de TV Azteca a los medios de comunicación, en 1993.

La nueva empresa significó para Televisa no sólo la competencia por captar la audiencia del público, sino también una rivalidad de ambas televisoras por conseguir a las figuras del momento.

El ‘intercambio’ entre las televisoras ha seguido un patrón distintivo, Azteca, al tener menos años de historia, busca a las estrellas consagradas mientras que Televisa apuesta por los talentos jóvenes. En un principio las figuras requeridas eran principalmente del terreno actoral, mientras que hoy la conducción y los deportes son campos en los que también hay migración de empresa a empresa.

Durante muchos años los términos ‘exclusividad’ y ‘veto’ estuvieron relacionados con la compañía de San Ángel, que así protegía a sus figuras, sobre todo de telenovelas, para evitar que trabajaran para su pujante competencia. Un caso muy sonado fue el de Lucía Méndez.

Sin embargo, ante el surgimiento de la nueva empresa, actrices y conductores que se sentían abandonados en la empresa o sólo querían probar “nuevos aires” decidieron dar el salto al Ajusco.

En los ámbitos de conductores de programas de espectáculos y comentaristas deportivos también se ha escrito una historia en este contínuo flujo de personalidades en las televisoras.

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