La Academia Pontificia para la Vida señaló hoy en un documento que la movilización política de quienes buscan el respeto a la vida humana es una "exigencia imprescindible de la justicia".

El texto, publicado por la sala de prensa vaticana y que consigna las conclusiones de la XIII asamblea general del organismo de la Curia Romana, denunció también que "grupos influyentes están abriendo la brecha ruinosa de las despenalizaciones".

Agregó que "cada vez más oportuna aparece una movilización de todos aquellos que se preocupan por el cuidado de la vida humana, una movilización que se debe extender también a nivel político".

"Es una exigencia imprescindible de la justicia en el respeto del principio de la igualdad que exige honrar y proteger los derechos de todos, especialmente en el caso de los sujetos más frágiles e indefensos", sentenció.

"Una coordenada que pone a prueba la conciencia cristiana está constituida por las normas jurídicas vigentes que en medida creciente y bajo fuerte presión de grupos coaligados e influyentes han abierto o están abriendo la ruinosa brecha de las despenalizaciones", indicó.

"Se prevén excepciones al derecho individual a la vida, se van legitimando cada vez más los atentados contra ella terminando, de hecho, por desconocer la vida y el fundamento de todo otro derecho de la persona", señaló la nota vaticana.

Ponderó que el respeto a la dignidad del ser humano "es el fundamento de la libertad y responsabilidad" y citó la frase del Papa Benedicto XVI: "El cristiano está llamado a movilizarse para enfrentar los múltiples ataques contra el derecho a la vida".

Estableció que ante estos "atentados" los médicos, enfermeros, farmacéuticos, jueces y parlamentarios deben aplicar una "valiente objeción de conciencia", allí donde las normas legislativas prevean acciones que pongan "en peligro" la vida.

En un apartado especial, el documento se refirió a la llamada "contracepción de emergencia" (píldora del día después) y recordó la "responsabilidad moral" de quienes hacen posible su uso sobre todo en los casos en que sus efectos sean abortivos.

Para esos casos pidió también la objeción de conciencia además de subrayar la necesidad de que "por deber moral se debe ofrecer al público una información completa sobre los varios mecanismos de acciones (de las píldoras) y efectos secundarios".

sgf