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Tiene arraigo en México la veneración al Niño Dios

Notimex| El Universal
07:56Ciudad de México | Viernes 02 de febrero de 2007

Visten al niño Dios en diferentes presentaciones para llevarlo hoy a bendecir. (Foto: Rodolfo Pérez/EL UNIVERSAL )

A lo largo de la historia ha tenido diversas representaciones como el Niño Cautivo, de las Suertes, Niñopan o el Santo Niño de Atocha, entre otros

Considerada como una de las tradiciones cristianas más arraigadas en México, el Día de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, se caracteriza por venerar al Niño Dios, que a lo largo de la historia ha tenido diversas representaciones como el Niño Cautivo, de las Suertes, Niñopan o el Santo Niño de Atocha.

Los historiadores Mariano Monterrosa y Leticia Talavera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) , señalaron que la costumbre de venerar a los Niños Dios llegó a la Nueva España desde el siglo XVI, cuando los franciscanos introdujeron las fiestas de Navidad y con ellas el nacimiento del Niño Jesús.

"A ciencia cierta no se sabe cómo se elaboraban los nacimientos, pero lo más problable es que fueran representados en bulto, a fin de ser más ilustrativos para los indígenas recién evangelizados" , manifestaron en declaraciones difundidas por el INAH.

Los especialistas adscritos a la Dirección de Estudios Históricos del INAH, refieren que El Niño Cautivo (del siglo XVI) , es una de las esculturas del Niño Jesús más antiguas y actualmente en "desuso" .

La imagen se conserva en la Catedral Metropolitana en la capilla de San Pedro, y se dice que fue tallada por el escultor español Martínez Montañez, a quien le fue comprada por los habitantes de la capital mediante una colecta.

A diferencia del Niño Cautivo, el Niño Pa de Xochimilco, también procedente del siglo XVI, conserva un gran fervor entre los mexicanos, señalaron los especilistas.

Detallaron que Niño Pa o Niñopan es una palabra híbrida compuesta del español ni;o y del náhuatl pan, que equivale a lugar: "Niño del lugar" .

"Se cuenta que la imagen acostumbra salir por las noches, cuando la población está entregada al sueño, para ver cómo van los cultivos.

En las mañanas, los que se encargan de cuidarlo encuentran sus zapatitos manchados de lodo" , manifestaron.

Otro caso, abundaron, es el del Niño de las Suertes, que data del siglo XIX y "es hasta ahora que comienza a tener mayor devoción, pues se restringe actualmente a la región de Tacubaya, en la Ciudad de México, aunque procede de Tlalpan donde fue encontrado por un par de evangelizadores.

En un altar lateral de la parroquia de San Francisco de Asís en Tepeaca, Puebla, se venera al Santo Niño Doctor de los Enfermos, una devoción reciente a pesar de ser una representación antigua.

De acuerdo con algunos estudios, esta representación pertenecía a la religiosa Carmen Barrios, quien trabajaba en el Hospital Concepción Béistegui de la capital, donde la había adquirido mediante una rifa.

Se dice que " cuando la religiosa se trasladó a Tepeaca llevó al Niño consigo y comenzó a ser visitado por los enfermos en una pequeña habitación. Por un tiempo se trasladó la imagen a Tehuacán, pero los tepeaquenses la reclamaron y lograron su regreso. El 30 de abril de 1961 se estableció la fiesta titular en la parroquia que se conoce como Día del Niño ".

Mariano Monterrosa y Leticia Talavera, quienes participaron en el libro " Los niños: su imagen en la historia ", editado por el INAH, destacan también al Niño Jesús de la Salud, cuyo culto inició en una casa particular de Morelia, Michoacán.

Sobre el Niño Milagroso de Tlaxcala se sabe que en esa ciudad una anciana vendió a la familia Anzures una pequeña imagen que había sido labrada por su marido. En la navidad de 1913 al ser colocado en el nacimiento empezaron ha ocurrir hechos inexplicables.

" La imagen se ha 'renovado' por sí misma, ya que no presenta las huellas propias de una artesanía mal realizada y hoy es una hermosa escultura a la que se viste con una túnica talar y se cubre con un gorrito de bebé ".

Una de las representaciones más dramáticas del Niño Jesús es la que recibe el nombre del Niño Cieguito, la que se sabe ya existía en el siglo XVIII.

Se dice que la noche del 10 de agosto de 1744, en la Fiesta de San Lorenzo, un hombre nada piadoso se introdujo en el convento de la Merced, en la ciudad de Morelia, y arrebató la imagen de los brazos de la virgen. Enloquecido, el sujeto le arrancó las manos y los pies, y como empezó a llorar, con una varilla le despojó también de sus ojos.

Tiempo después, un mercedario lo entregó a una hermana capuchina de Puebla para que lo resguardara en su convento. Evidentemente los favores que le solicitan son los relacionados con las enfermedades de los ojos.

Entre las figuras más veneradas en México se encuentra la del Santo Niño de Atocha, ubicada en el santuario de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas; sin embargo, nadie sabe cómo llegó a este lugar.

Su historia cuenta que al igual que su símil en Madrid, España, también salía, pero para ayudar a las personas que le solicitaban favores, que al realizarlos se convertían en milagros.

" Ambos niños aparentan alrededor de 10 años y sus trajes son de peregrinos compostelanos. El santuario de Plateros está lleno de exvotos que le agradecen todos los favores que ha realizado, pero es evidente que en sus orígenes fue sobre todo protector de los mineros ".

Los historiadores concluyeron que las devociones cristianas son vivas y cambiantes, pero la devoción por el Niño Jesús no, " sus representaciones son diferentes pero siempre será una figura atractiva, dulce y limpia".

mvc/alcr



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