Matan a González Calderoni
Guillermo González Calderoni, excomandante de la Policía Judicial Federal, fue ejecutado ayer en la ciudad de McAllen, Texas, de un solo disparo en el cuello. Alfonso Cantú, vocero de la policía de McAllen, explicó que se desconocen los motivos del homicidio y que la DEA ni el FBI habían solicitado información sobre el caso. Indicó que sólo establecieron contacto con el consulado de México en Texas y que algunos familiares del exjefe policiaco estuvieron presentes desde los primeros minutos del atentado. A las 10:54 horas de la mañana el Departamento de Policía de McAllen recibió una llamada telefónica reportando que en la Calle Norte 10 número 6521, donde está la oficina del despacho de abogados Izaguirre y Chapa, González Calderoni, de 54 años, estaba herido en su carro. De inmediato el cuerpo herido de González Calderoni fue llevado al McAllen Medical Hospital, donde los médicos lo declararon muerto a las 12:24 horas. Rick Walker, supervisor del centro médico, informó que el expolicía recibió el disparo en el lado izquierdo del cuello, cerca de la cabeza, y que todo el tiempo estuvo inconsciente, por lo que no pudo hacer ninguna declaración. De acuerdo con testigos que hablaron con la policía de McAllen, González Calderoni al parecer salió del edificio acompañado de otra persona, cuya identidad no fue revelada, y ambos entraron al auto, un Mercedes Benz color gris. La víctima cerró la puerta del automóvil y en ese momento un hombre se acercó y disparó un balazo que se incrustó en el lado izquierdo del cuello, cerca de su cabeza. El vocero del Departamento de Policía dijo a EL UNIVERSAL que alguien pidió una ambulancia y llamó a las autoridades policiacas. "Los motivos del crimen no los tenemos hasta el momento ni cuántas personas participaron en el homicidio, porque estamos investigando el caso como cualquier otro homicidio. No queremos dar información falsa. El jefe de policía Víctor Rodríguez ha dicho que esa es la información", dijo Cantú en entrevista telefónica. En los dos últimos años en la zona fronteriza de Reynosa, Tamaulipas, varios exmiembros de la Policía Judicial Federal cercanos a González Calderoni, entre ellos Javier Dávila Cano e Ismael Cantú Lara, han sido ejecutados. Ellos laboraron con el excomandante mientras éste fungió como director de Intercepción de la PGR. El grado de poder que alcanzó este jefe policiaco le permitió "proteger al cártel del Golfo" hasta antes de 1992, dijo ayer Alfonso Navarrete Prida, quien fue subprocurador en la gestión de Jorge Carpizo. Incluso, agregó, este hombre era propietario de 400 tráileres, casas, joyas y vehículos, "evidencia de un gran poder corruptor". De hecho, funcionarios judiciales de Tamaulipas señalaron ayer un posible "ajuste de cuentas" por parte de Osiel Cárdenas Guillén, actual líder del cártel del Golfo, por el paso de drogas en esa zona fronteriza. Sin embargo, acotaron que esperan el resultado de las investigaciones de la policía tejana. De acuerdo con un cable de Notimex, desde diciembre de 1986 el FBI emitió un memorando en el que citaba a González Calderoni como un jefe policiaco que "estaba sucio", época en la que aún tenía responsabilidades en la lucha antinarcóticos en México. Al iniciarse el proceso en su contra huyó a Estados Unidos a finales de 1992. González Calderoni fue un "testigo protegido" de la agencia antinarcóticos, pero dejó de serlo a principios de los 90, después de que fracasó un primer juicio de extradición interpuesto por el gobierno mexicano en 1994, pues de acuerdo con reportes de la época, cuatro personas atestiguaron que la PGR había falsificado las declaraciones que incluyó en la demanda de extradición. El excomandante era residente permanente tras ganar el juicio de extradición, luego de colaborar como informante de la DEA y el FBI, aunque fue con la agencia antinarcóticos con la que tuvo mayor relación, ya que presuntamente aportó información sobre narcotráfico y corrupción en México. Recordó que González Calderoni ganó todos los juicios y procesos que impulsó la PGR para traerlo de la Unión Americana, sobre todo en la gestión de Jorge Carpizo. El exprocurador general de la República, Jorge Carpizo McGregor, aseguró en noviembre del 2001 que no respondería "a un gángster", al ser interrogado con respecto de declaraciones de González Calderoni. Este hombre vivió en McAllen, en una residencia ubicada en el club de golf Country Club Place, y recientemente cambió su domicilio a un exclusivo fraccionamiento conocido como Cimarrón, cercano a la comunidad de Mission.
?Nunca fue testigo protegido de alguna corporación de EU?
Javier Coello Trejo, quien fue jefe de González Calderoni entre los años 1988 y 1990, negó ayer en una entrevista radiofónica que su subalterno haya sido testigo protegido de alguna corporación en Estados Unidos. "Considero que él cuando fue perseguido buscó asilo en Estados Unidos e incluso fue detenido y puesto en libertad posteriormente".





