El movimiento cristero sigue vivo
Altos de jalisco. Los cristeros, aun sin la fuerza política que tuvieron el siglo pasado, siguen en movimiento. Resultaron fortalecidos en el 2000 cuando se concreta la beatificación de 24 mártires de la guerra cristera, que hoy veneran con misas que logran congregar a más de 30 mil almas. La propia Guardia Nacional Cristera sigue viva. Su jefe máximo, Alfredo Jiménez dice: "Para México es un orgullo que así como el Papa beatificó a nuestros mártires cristeros, ahora venga a canonizar a Juan Diego. Será un golpe duro para los enemigos de Dios." El viejo cristero está convencido de que "necesitamos modelos a seguir porque desde el exterior tratan de controlar la religión, infiltrando en los Altos de Jalisco el sectarismo y tratando de cambiar las tradiciones, con pornografía, centros de vicio y liberación femenina". Alfredo Jiménez, vive en Jalostotitlán, Jalisco. En su sala, detrás de su sillón hay una bandera de la Guardia cuyo lema es "Dios, patria y libertad", aclara: "no vamos a defender a Cristo con metralletas o con bombas, sino rezando". Relata el investigador que el "Ejército Popular Liberador, Guardia Nacional ¡Viva Cristo Rey!" incendió siete de las 40 escuelas rurales que había en los Altos de Jalisco, entre septiembre de 1935 y agosto de 1936. El dirigente de la Guardia Nacional revira: "En 1935 Lázaro Cárdenas mandó maestros rojos con enseñanzas comunistas. Entonces José María Ramírez, de Jalostotitlán y Lauro Rocha de Atotonilco se levantaron (en armas) para defender las escuelas cristianas. Se dice que desorejaron, eso lo hacían los padres de familia cuando sabían que los maestros eran contrarios a la religión". Alfredo Jiménez afirma que estos eventos no tuvieron nada que ver con la Guardia. "Cuando terminó la primera guerra cristera en 1929, empezó el gobierno a matar generales y coroneles del ejército cristero. En 1955 se volvieron a reunir en el cerro del Cubilete algunos jefes de los cristeros, entre ellos los generales Jesús Degollado Guízar y José Gutiérrez y Gutiérrez, donde hicieron juramento de fidelidad a Cristo Rey y allí nació la Guardia Nacional Cristera". La formaron diversas organizaciones católicas. Se han concentrado en el centro de la República: en Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán y Estado de México. Tiene un jefe nacional, jefes estatales y jefes municipales. Cada tres años se hace un Congreso y por votación se elige al dirigente, que debe destacar por su acendrado catolicismo. Para mantener su ideología, Aurelio Acevedo, general cristero fundó la revista David en 1927. Se llamaba Semanario de Información y Combate y en su explicación de motivos decía que motivaba a la atención de establecer en México un orden social cristiano. Nuevamente se publicó el 22 de agosto de 1952, en el aniversario del primer movimiento cristero. Sus lectores conocerían "la verdad del movimiento y memoria de los que lucharon y dieron su vida por el reinado social de Cristo". También tienen un museo cristero en Encarnación de Díaz, Jalisco, cuyo fin es guardar la memoria de la historia cristera, su director es Alfredo Hernández Quesada, quien también fue jefe de la Guardia Nacional Cristera. También cada 2 de junio conmemoran la muerte del general Enrique Gorostieta, jefe supremo de los Ejércitos Cristeros. A caballo recorren la ruta que siguió cuando peleó en los Altos de Jalisco: Desde San Julián, Tepatitlán, Arandas, hasta la Hacienda del Valle, en Atotonilco, donde lo mataron el 2 de junio de 1929. En el Santuario de Cristo Rey, en San Diego de Alejandría, Jalisco, veneran a los 24 mártires de la guerra cristera que fueron beatificados en noviembre de 1992. "El 17 de septiembre celebramos una misa, llegan más de 30 mil almas", afirma el padre Juan Pérez Gallegos. Y su máximo evento es una celebración eucarística que realizan el primer domingo de noviembre en la Ermita de Cristo Rey, del Cerro del Cubilete. Por otra parte, lo que le da continuidad al movimiento, según Edgar González, es la idealización que se ha hecho de los mártires, a la cual contribuyen las autoridades panistas a nivel municipal. Alfredo Jiménez, jefe de la Guardia, concluye que estamos entrando en una época de materialismo, razón por la que hay que seguir defendiendo el lema del movimiento cristero: "Dios, patria y libertad". Y Edgar González Ruiz, dice que el viejo proyecto del movimiento cristero es imponer un orden social cristiano e impulsar a través de los gobiernos panistas la censura, la oposición a la educación sexual y laica, así como al aborto y a la igualdad de la mujer.
Los otros cristeros
En su libro Los otros Cristeros (inédito), Edgar González señala que en "1932 el Comité Especial de la Guardia Nacional emitió una circular donde se oponía a la educación racional y a la impartición de la educación sexual".
Los nuevos cristeros
Todo seguidor de los cristeros debe asistir a un calendario de misas, que se realizan el primer domingo de cada mes en diversos municipios de los Altos de Jalisco, donde hubo cuarteles o se escondían los sacerdotes y religiosas, en la guerra.





