aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Se esfuma nexo que llevaría al `Tiburón`

Francisco Gómez y Gerardo Rico/Enviado y corresponsal| El Universal
Martes 02 de julio de 2002
De forma extraña dejan en libertad a Miguel Ángel Gálvez, el único que podía revelar si el "narcojunior" suicida al servicio de los Arellano Félix permanece con vida

GUADALAJARA, Jal. No dejaron rastro. El único detenido, Miguel Ángel Gálvez Castro, quien podía revelar si el gatillero suicida era o no El Tiburón , uno de los pistoleros más violentos al servicio de los Arellano Félix, salió libre del penal preventivo de Puente Grande, un año después de ocurrido el episodio del pistolero suicida. Ahora nadie sabe de él; simplemente se esfumó.



Libre de todo cargo

Bajo circunstancias extrañas, Gálvez Castro fue absuelto primero del cargo de homicidio y luego se le dejó en libertad, porque según un juez el daño que sufrió al ser herido en una pierna durante su captura hizo "innecesario e irracional" tenerlo en la cárcel. Tres peritos, según el expediente 172/98-A, avalaron dejarlo libre, para que no corriera el riesgo de morir de una infección.

Hoy, la gente aquí se sorprende, pero guarda silencio sobre las circunstancias poco claras que se dieron en la libertad de Gálvez Castro, y alrededor de la presunta muerte de Fabián Martínez González, El Tiburón , uno de los llamados narcojuniors del cártel de Tijuana.

Tan oscuras son las circunstancias y todo lo que rodea el veredicto del juez 13 de lo penal del complejo penitenciario de Puente Grande, Efraín López Ramírez, de dejar libre a Gálvez Castro, como todo lo que se derivó del episodio del 23 de mayo de 1998, cuando presuntamente murió El Tiburón.

Gálvez Castro, de 28 años, quien se identificó siempre con la credencial de elector, 29230919, con domicilio en Ciudad Neza número 184, estado de México, resultaba pieza clave en este caso. Él mismo dijo ante policías que el supuesto Fabián Martínez González lo invitó a un jale, y aceptó su presencia durante la ejecución de Napoleón Flores Gaxiola.

Herido de bala durante su captura en esta capital, el cómplice de El Tiburón convaleció y se recuperó en más de tres meses, en el viejo Hospital Civil de Guadalajara. De hecho, su ampliación de declaración en el proceso 172/98-A la hizo en agosto de 1998, es decir, luego de 90 días de ocurrido el episodio del llamado gatillero suicida.

El cómplice de quien ha sido identificado como el narcojunior Martínez González fue llevado a la cárcel preventiva de Puente Grande, antes de que principiara septiembre. Ahí comenzaron a suceder cosas extrañas.

En febrero de 1999 fue absuelto de la acusación de homicidio en contra del hombre ejecutado, Napoleón Flores Gaxiola, aun cuando los testimonios de al menos ocho policías y civiles lo señalaban como uno de los sujetos que participó en la ejecución, según la averiguación previa número 11492/98.

También los peritajes de balística revelaron que disparó su arma y, por si fuera poco, se le aseguró una pistola 38 especial. Incluso, existe el testimonio en su contra de un uniformado que lo señaló como el hombre que le disparó con la intención de asesinarlo, sólo que al responder el fuego, logró herir a Gálvez Castro.



Lejos de la escena del crimen

La defensa del acusado, de acuerdo con el expediente del caso, demostró al juez que Gálvez Castro estuvo a una calle de los hechos y sólo había robado un carro, por lo cual únicamente se le sentenció a seis años y seis meses de cárcel, por el delito de robo calificado.

Las autoridades de la Procuraduría General de Justicia de Jalisco y la defensa presentaron la apelación de rigor y el caso siguió. Cada parte aportó sus pruebas y alegatos, y apenas tres días antes de que se resolviera ese recurso, vino una sorpresa mayúscula.

El juez concedió la libertad inmediata a Gálvez Castro. El argumento del impartidor de justicia, apoyado en el informe de los peritos médicos, José Luis Arriaga Haro y Héctor Manuel García Blanco, así como de Elizabeth Macías Fernández, fue concluyente: "Sin lugar a dudas el reo sufrió graves consecuencias que lo imposibilitan para valerse por sí mismo, su estado de salud es grave y de permanecer interno podría tener devastadoras consecuencias, incluso hasta la muerte", señaló el juez.

Los peritos le habían indicado al juez que la herida del reo estaba infectada, se valía de otro reo para caminar y corría el riesgo de perder la pierna derecha y quizá podría hasta morir después. Recomendaban que fuera tratado en un lugar distinto al reclusorio, donde no había lo necesario para ello.



La herida, sana

Sólo un detalle: antes de ser dado de alta e internado en el penal, se había diagnosticado que estaba totalmente curado de la herida de bala que sufrió, dijeron autoridades penales que pidieron no ser identificadas.

Así, el 2 de septiembre, el único testigo que pudo determinar si el gatillero suicida era El Tiburón , quedó en libertad absoluta. El reporte de la Dirección del complejo penitenciario de Puente Grande señala: "Interno: Miguel Ángel Gálvez Castro, excarcelado. 16:40 horas abandonó la prisión."

Tres días más tarde, al resolverse la apelación, los tres magistrados de la Segunda Sala Penal del Poder Judicial de Jalisco decretaron respecto a la condena de Gálvez Castro que no sólo debería mantenerse en prisión, sino que debía aumentarse hasta los 10 años de cárcel.



Exigen investigación contra juez

Al saber de la libertad del acusado, los magistrados pidieron se investigara al juez López Ramírez, pero hasta hoy éste sigue en su cargo.

Poco a poco se diluyeron los testigos y pruebas que permitieran saber si el gatillero suicida era El Tiburón , uno de los ejecutores de los Arellano y de los más violentos que se hayan conocido en los últimos años dentro del narcotráfico.



comentarios
0