NUEVO LAREDO, Tamps. La muerte de Dionisio Román García (a) El Chacho , presunto narcotraficante de Nuevo Laredo, pudo haber sido ordenada por los cárteles de Sinaloa o por los hermanos Arellano Félix, al surgir disputas relacionadas por el control de esa parte del corredor tamaulipeco, señaló Jesús Blancornelas, director del semanario Zeta editado en Tijuana.

Asimismo, el periodista dijo que este acontecimiento detuvo en parte el tráfico de estupefacientes hacia Estados Unidos por la región, en tanto surge otro personaje, pero añadió que el consumo y tráfico "hormiga" de drogas continúa con decenas de grupos pequeños.

También comentó que por ser el más débil, el cártel del Golfo, éste se repliega ante el avance de las demás organizaciones que operan en el noreste del país, y señaló que el homicidio de El Chacho no fue realizado por gente de Osiel Cárdenas Guillén, sino por integrantes de alguna de las dos organizaciones que han convertido a Monterrey en su centro de operaciones .

"No creo que haya sido Osiel (quien mató a Dionisio Román), porque está más preocupado porque no lo detengan que andar matando gente", explico Blancornelas luego de considerar que las autoridades no quieren detener al líder del cártel del Golfo, pese a que saben en donde se encuentra.

Señaló que en Tamaulipas, y en particular en esta frontera, los narcotraficantes andan sueltos: "Andan en las calles y todo mundo los conoce, pero nadie los molesta ni los detiene porque no quieren, y ahora todo mundo culpa a Osiel de la muerte de El Chacho , sin pensar que él no pudo haber sido", expresó.

Explicó que las condiciones en que fue ejecutado este personaje el martes 14 de mayo en Reynosa, además de su lugarteniente Juvenal Sánchez Torres en Monterrey, y el secuestro de otras tres personas, tienen el sello de las mafias que operan en Sinaloa y Tijuana.