MONTERREY, NL. En busca de evidencias relacionadas con la ejecución de Dionisio Román García, El Chacho , agentes de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) y del escuadrón SWAT de Seguridad Pública del estado realizaron este domingo un cateo en la residencia propiedad de una hermana del presunto narcotraficante Encabezó el cateo el agente del Ministerio Público mixto, José Gerardo Hernández, y al entrar a la residencia ubicada en Arroyo 145, del fraccionamiento Hacienda San Agustín en el municipio conurbado de Garza García, los alrededor de 60 elementos de la UEDO y SWAT encontraron dos pistolas, restos de cocaína y un sofisticado sistema de seguridad que incluía por lo menos 19 cámaras de video.

La residencia estaba sola y sus moradores, Graciela García así como sus hijos Graciela, Mirta y Martín además de su esposo Jorge Flores habían abandonado el lugar.

Al cierre de esta edición, los agentes federales mantenían la vigilancia y se encontraban en la residencia en busca de más evidencias relacionadas con el narcotráfico y los ajustes de cuentas que se han registrado en esta ciudad por presuntos integrantes de cárteles de la droga.

El Chacho , presunto narcotraficante de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue secuestrado el lunes 13 del presente por un comando que llegó hasta la residencia ubicada en Honorato de Balzac 151, colonia Colinas de San Jerónimo, y posteriormente fue ejecutado en el poblado Nuevo Progreso en el vecino estado de Tamaulipas.

Ese mismo lunes, al parecer por un ajuste de cuentas del narcotráfico, fue ejecutado en la misma residencia de Colinas de San Jerónimo, Juvenal Torres Sánchez, lugarteniente de El Chacho .

En la residencia de Honorato de Balzac, agentes encontraron evidencias que llevaron hasta la residencia de Graciela García de Flores, hermana de El Chacho , en Arroyo 145 del exclusivo fraccionamiento Hacienda de San Agustín, en el municipio conurbado de Garza García.

Desde el sábado los agentes llegaron al lugar y detuvieron a Graciela García cuando salía de la casa junto con sus hijos Graciela, Mirta y Martín de 19, 18, y 16 años de edad, así como tres de sus empleados que dijeron llamarse Estenislao Zamora, de 57 años, y las hermanas Teresa y María Elena Velázquez Málaga, de 23 y 18 años, respectivamente.

Por otro lado, un fuerte dispositivo de elementos de la uniformada estatal y ministeriales resguardan la casa en donde se encuentran arraigados José Gerardo Moreno Pérez y Mario Alberto Dávila, quienes son investigados en su posible implicación en la ejecución del lunes.