aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Costos y riesgos de la rehabilitación

Janine Rodiles Hernández/(Primera de dos partes)| El Universal
Sábado 14 de julio de 2001
por ciento s de la seccion por ciento s con fecha de liberacion por ciento s encuentra el formato de lugar o ciudad adecuadoAparecen picaderos de heroína en la ciudad de México. Terapias desde secuestros y purgas, hasta retiros espirituales, naturismo y brujería para curar al adicto. Desde 250 hasta 140 mil pesos, el costo. Se acrecienta la vigilancia sanitaria y de seguridad pública

Limpias, psicofarmacología, terapias individuales y familiares, espiritismo, naturismo, retiros religiosos, encierro y tortura, electroshoks, acupuntura, auriculoterapia y naturismo, todo con tal de salir de la enfermedad de las adicciones.

"Para aproximarse al problema del alcohólico (y del adicto) se han tomado muy diversas medidas terapéuticas: el psicoanálisis y las escuelas de metastasis, como la hipnosis y la psicoterapia psicodinámica, y los métodos cognitivistas conductuales y aversivos. Se han diseñado tratamientos médicos con disulfiram, naltrexona, acamprosato, antidepresivos, bloqueadores dopaminérgicos y hasta con terapia electroconvulsiva y psicocirugía. Se han creado líneas novedosas de tratamiento producto de las síntesis de filosofías y experiencias personales de enfermos aglutinados en grupos de autoayuda conocidos también como programas de 12 pasos que representan la plataforma de Alcohólicos Anónimos. Los terapeutas han tratado de incidir sobre las familias, las parejas, los ambientes laborales y jurídico legales. Hemos visto aparecer anexos AA, comunidades terapéuticas, internados, casas de medio camino y hospitales, tratando de proporcionar espacios físicos aptos para la recuperación y la sobriedad de los alcohólicos", dicen los psiquiatras Luis R. Solís y Gady Zabicky, del Instituto Nacional de Psiquiatría.

Y es que conforme el consumo de drogas crece, convirtiéndose en una alarma para la salud pública, los tratamientos, especialistas y clínicas se han multiplicado. Reportes de la Secretaría de Salud, del Centro de Ayuda al Alcohólico y sus Familiares (CAAF), de Alcohólicos Anónimos, del Consejo Nacional contra las Adicciones, Conadic, y de la ONG Especialistas en Adicciones (Esadi) documentan más de 200 tipos de tratamientos en el país.

"¿Tratamientos?: desde exorcismos en la Catedral, vacaciones cinco estrellas en las costas mexicanas, anexos fuera de serie, hasta terapias de sustitución de drogas. Creo que todo es válido, si puede ayudar a que una persona deje de autodestruirse. Pero efectivamente, las familias y los adictos deben informarse y saber qué tratamiento elegir, porque lo que para unos es medicina para otros es veneno", dice Mario Bejos Lucero, psicoterapeuta familiar especializado en adicciones.

Efectivamente la decisión de qué tipo de tratamiento seguir, a qué médico pedir ayuda y a qué institución acudir, no es algo menor, para las casi 10 millones de familias que en sus hogares tienen cuando menos a un enfermo adicto.



Rudos vs. técnicos

Entre un tratamiento en las clínicas privadas con canchas de tenis, alberca y jaccuzi, a un internamiento forzado en un anexo sin camas y golpes gratuitos, hay una diferencia. Los especialistas lo llaman la brecha entre los rudos y los técnicos.

El psiquiatra José Antonio Elizondo López, director del Centro Integral en Problemas de Adicción dice: "Existen dos grandes grupos de tratamiento, que son los no profesionales y los profesionales. Se trata del modelo médico tradicional enfocado al manejo del síndrome de supresión, desintoxicación y tratamiento de complicaciones médico-psiquiátricas derivadas del consumo de drogas, para posteriormente dar seguimiento con apoyo psicoterapéutico profesional. Este grupo de tratamientos está representado por los centros privados de rehabilitación de adictos como Oceánica y Monte Fénix. Estos centros se manejan sobre la base del modelo Minesota que surgió en Estados Unidos en 1949 y que básicamente profesionaliza el programa de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos".

Estos tratamientos duran un año, tienen un costo desde 140 mil a 35 mil pesos e incluyen internamientos de 8 a 5 semanas con terapias de seguimiento el resto del año. Los terapeutas no son psicólogos sino adictos rehabilitados que se han capacitado como consejeros profesionales.

La efectividad del modelo puede ser alta, pero Mario Bejos se pregunta ¿por qué tan caros?

"Uno se pregunta por qué te cobran la aplicación del modelo de 12 pasos de AA que es gratuito en todo el mundo. ¿Entonces qué pagas? ¿El lugar, la asistencia tipo hotel, la disposición de todo un equipo de consejeros para crearte la confrontación?"

Para Víctor Pérez Robles, un ex adicto al alcohol y a la cocaína, el precio fue lo de menos.

"Me desperté un día sobre mi cama, tenía un crucifico sobre mi pecho. Me di cuenta que tenía un año de no saber de mí. Fui a una de estas clínicas, desde que llegué me dijeron que me daban un mes de vida. Me pidieron que hiciera un inventario de todo lo que le había invertido a la coca. Eran miles de dólares, me dieron lavados nasales y salían bloques de cemento y porquería y media. Me hicieron que confrontara mi propia muerte... ¿Caro?, yo te pregunto ¿cuánto vale tu vida?"

En el otro extremo están los rudos o, al decir de Elizondo, los no profesionales: "Están representados básicamente por los grupos de autoayuda que siguen los 12 pasos de AA y entre los que se encuentran además, los grupos de 24 horas y los no tradicionales, que siguen algunos de los pasos, pero no todos."

Los grupos de 24 horas surgieron en México hace 25 años internando a pacientes en contra de su voluntad por periodos de 3 a 6 meses, bajo condiciones de hacinamiento, desnutrición y maltratos físicos.

"Yo salí muy resentido de los anexos, te dan un trato inhumano, terapias de 16 horas diarias, golpes y una comida miserable, es para que toques fondo. Estuve tres meses y por mi rebeldía me colgaban de los pies cuatro horas diarias y me daban nopalitos con espinas para que me flagelara. Te subes a la tribuna y te mientan la madre y te denigran. Si eres esquizofrénico te suspenden el medicamento y no les importa", dice Domingo Villarreal.

Sinto Espresate Renau, director de la revista "Liberaddictus", explica que se trata de un problema económico y de salud pública.

"Si sabemos que 40 por ciento de los mexicanos viven en la extrema pobreza, entonces de los 6 millones de alcohólicos tienes a 2 millones 400 mil familias que jamás van a tener acceso a un tratamiento técnico. Se van con los rudos, porque además resulta que sus pacientes son muy problemáticos e ingobernables en sus medios familiares."

Elizondo López agrega: "Son excesivamente rudos y se llega al extremo de no respetar los derechos humanos del paciente. Pero son un movimiento alternativo para llenar necesidades que no han cubierto los servicios sanitarios del Estado. ¿Qué puede hacer una pobre mujer sin recursos con el alcohólico en casa, muchas veces golpeador? En los anexos con el pago de una despensa puede obtener tratamiento. A nivel privado éstos son muy costosos y a nivel institucional no existen. Ni el IMSS ni el ISSSTE ni Pemex, ni los servicios médicos del DDF tienen programas y centros para rehabilitación de adictos, en algunos casos solamente unidades de desintoxicación", dice Elizondo.

Lo paradójico es que, para algunos estas terapias de choque funcionan. Por lo menos fue así para Enrique Villagómez López: "Soy alcohólico. Un día le pegué a mi hijo a botellazos. Lo dejé sangrando con heridas graves. Cuando reaccioné sentí tanto asco de mí que me fui a internar al peor de los anexos. Estuve tres meses y pedí otros tres. Tengo más de cuatro años de no beber. ¿Denigrante?, escucha esto: no hay peor denigración que estar pegado a una botella y darle en la M...a tu familia."

Según los entrevistados los anexos funcionan cuando la persona acude voluntariamente y se somete al tratamiento porque cuando son internamientos forzados en la mayoría de los casos el resentimiento y la agudización de la adicción es el resultado.

Bejos Lucero advierte de una problemática creciente: "Gracias a los medios de información existe una ideologización sobre la droga, tienes un adicto y sientes que tienes a los Arellano Félix en casa, que hay que encerrarlos. Nos sentimos sumamente amenazados por los drogadictos y gracias a la opinión pública asumimos una actitud persecutoria que nos aleja, obviamente, de las opciones reales de tratamiento", dice Bejos.

Sinto Espresate espera que paulatinamente los rudos se suavicen. "A finales del año pasado, la Secretaría de Salud sacó la norma para regular a los grupos de autoayuda, requiriéndoles mínimos sanitarios como tener supervisión médica, ahora la responsiva familiar es obligatoria y la vigilancia sanitaria se hará más frecuente, checando aspectos de limpieza y trato humano. Estamos viendo alianzas que se dan entre anexos y grupos de autoayuda e instituciones médico-académicas, como es el caso del doctor Alberto Guerrero, de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Morelos, con un programa de prácticas médicas en granjas y anexos para alcohólicos. ¿Quieres mi opinión? Ese es el camino".

Mientras tanto, para tratar a los resentidos de los anexos y a los casos perdidos, es que hace nueve años surgieron en México los grupos de Amor y Servicio, formando una cadena de células de autoayuda basadas en el cuarto y quinto paso del programa de Alcohólicos Anónimos y cuya finalidad es lograr, en un retiro de fin de semana, la sanación a través de una experiencia espiritual.

Y aunque se trata únicamente de que el adicto escriba el inventario moral de su vida y que se lo platique al padrino, el proceso terapéutico es duro.

"Vas a vivir una experiencia de cuarto y quinto paso, donde no vas a dormir, te van a servir poca comida, no hay luz y la terapia es fuerte. Vas a vivir algo donde vas a poder empezar a llorar, a encontrarte contigo mismo, donde vas a dejar la soledad, la tristeza y la amargura que traes por dentro, donde vas a poder descubrir aquello que más te duele y no te ha dejado vivir. Es una experiencia dura y dolorosa, pero fina y delicada. El único requisito es que seas honesto contigo mismo, es lo único que te pedimos: honestidad, porque vamos a hablar de violaciones, de masturbaciones, de golpes, de carencias, de muertes y pobrezas; de todas las humillaciones que has vivido, pero también de todo las que has hecho", dice Rafael López Salcedo, coordinador del Grupo Sendero de Vida y Esperanza.

Poco a poco la conciencia de la experiencia espiritual como eje de la curación del adicto está cobrando peso en sectores incluso académicos. "Ante la relativa incapacidad de la ciencia para lograr la abstinencia de los sujetos bebedores, los individuos, las familias, las comunidades y los entornos sociales en general han optado por practicar maniobras no médicas para lograr la sobriedad. Estas son estrategias que emanan de los contextos idiosincrásicos, religiosos y culturales, en los que estos individuos se han desarrollado. En México, en particular, se ha transformado en una socorrida costumbre acudir a diversos sitios de culto católico a jurar, ante la Virgen de Guadalupe, para permanecer abstemio", dicen los psiquiatras Luis R. Solís y Gady Zabicky, del Instituto Nacional de Psiquiatría.

Elizondo López dice que estos tratamientos son efectivos pero sólo temporalmente.

"Los juramentos son muy populares en el altiplano mexicano. Una enorme cantidad de personas juran para dejar de beber, pero debemos entender que es un tratamiento provisional. El gran pero del juramento es que se aplaza la solución definitiva del paciente."

Además del juramento, la New Age y los estilos de vida que se han importado de Oriente han traído al mercado de tratamientos en adicciones un nuevo abanico.

Magdalena Guerrero cuenta cómo su marido se curó con naturismo: "Tenía 18 años bebiendo todos los días, le diagnosticaron cirrosis hepática, tenía quistes de pus en el intestino y estaba todo hinchado. Nos mandaron con los médicos de Shaya Michan y nos dijeron que si no íbamos a seguir el tratamiento al pie de la letra, mejor juntáramos dinero para el féretro. Lo siguió. Se hacía sus jugos y té diarios, dejó la carne y a base de puras frutas, verduras y germinados se curó".

Junto con el naturismo, la acupuntura, la auriculoterapia, las Flores de Bach y la bioenergética se están sumando al arsenal terapéutico contra las adicciones, pero reportes sobre efectividad no hay ninguno.



comentarios
0