El presidente Vicente Fox advirtió ayer a Estados Unidos que cerrará la frontera a sus camiones de carga si no permite la vía libre a los transportistas mexicanos, de acuerdo como lo establece el Tratado de Libre Comercio (TLC).

"Mi gobierno está firmemente comprometido con este sector y no va a permitir injusticias", dijo Fox ante miembros de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), cuyo dirigente, Manuel Gómez García, le pidió suspender de "manera definitiva" la entrada de camiones extranjeros a México, ante la posición estadounidense de no permitir el paso a las unidades mexicanas.

"Hoy le queremos despertar su conciencia nacionalista, la de mexicano. Ayúdenos, pruebe con nuestra industria; total, si las cosas no resultan, siempre existe la posibilidad de volver a abrir", expuso Gómez García durante una comida en la que el jefe del Ejecutivo tomó protesta al nuevo consejo nacional de la Canacar.

También dijo que, bajo ciertas argucias, transportistas del vecino país realizan cabotaje en México, debido a que existen debilidades en la Ley de Inversiones Extranjeras.

En este sentido, demandó que se modifiquen las leyes que sean necesarias para que el cabotaje o carga doméstica quede reservado totalmente para las empresas mexicanas, con una cláusula de exclusión de extranjeros. "Nos urge la seguridad jurídica".

El lunes pasado el titular de la SCT, Pedro Cerisola y Weber, dijo que dentro de la controversia del autotransporte con Estados Unidos, México no actuará "necesariamente con mano dura, pero sí con mano firme".

Sin embargo, contrario a la postura de Cerisola, el presidente Fox aseguró ante los miembros de la Canacar que su gobierno no permitirá ninguna injusticia, por lo que si Estados Unidos incumple con la resolución del panel de controversias que lo obliga a abrir sus fronteras a los camiones mexicanos, y no da un trato igualitario, se suspenderán los beneficios equivalentes a los transportistas estadounidenses.

México ganó a Estados Unidos la controversia sobre el libre tránsito de camiones mexicanos en territorio estadounidense en el marco de un panel de disputas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual determinó que el vecino país violó el acuerdo comercial al prohibir el paso de unidades mexicana.

De acuerdo con lo pactado en el TLCAN, los camiones mexicanos podían haber entrado a competir a Estados Unidos desde enero de 2000, sin embargo el gobierno de aquel país se opuso bajo el argumento de que no se cumplían con las condiciones de seguridad y las reglas vigentes en su nación. Cuando George Bush asumió la Presidencia de Estados Unidos la postura de ese país se flexibilizó y el mandatario manifestó su intención de cumplir la resolución del panel de controversias.

La semana pasada, el gobierno estadounidense anunció que abriría parcialmente las fronteras al autotransporte mexicano y entregó un anteproyecto con las reglas y condiciones para permitir este tránsito.

Esto motivó a los transportistas mexicanos a demandar "mano dura" contra Estados Unidos.

"Si se incumple con la resolución del panel de controversia en materia de autotransportes ?que ordena el paso de los camiones mexicanos a territorio estadounidense? y no se diese el trato igualitario que ustedes con toda justicia han demandado, el gobierno mexicano está dispuesto, en legítimo uso de su derecho y bajo el marco del TLC, a suspender los beneficios equivalentes a los transportistas de ese país (Estados Unidos)", aseguró Fox Quesada.

La advertencia del mandatario arrancó aplausos de los transportistas. Fox Quesada aseguró que en estos momentos el gobierno de México está en conversaciones con las autoridades estadounidenses "para que prevalezca la justicia y la reciprocidad" en esta materia.

"Estamos analizando las distintas alternativas y la compatibilidad de las reglas que se deban establecer. Siempre estaremos del lado del autotransporte mexicano, asegurando defender los intereses de ustedes en todas las conversaciones", señaló.

Comentó que será en octubre cuando se publiquen las reglas definitivas, de las que estará atento su gobierno, pero hizo énfasis en que las autoridades estadounidenses han mostrado, hasta hoy, la mejor disposición para resolver esta controversia de manera positiva, "y confiamos en que pronto podamos avanzar". El gobierno de Estados Unidos ha argumentado que los camiones de carga mexicanos son obsoletos y que no reúnen con las características mínimas, incluyendo las ambientales, para que puedan ser operados con entera seguridad en las carreteras estadounidenses.

Sobre esto, el presidente Vicente Fox sostuvo que "ningún argumento es válido" para incumplir con lo estipulado en el Tratado de Libre Comercio que México suscribió con Estados Unidos y Canadá.

Pero Fox aceptó que es necesario continuar modernizando el sector para propiciar una sana competencia y para crear las condiciones de financiamiento para que esto se logre cuanto antes.

"Las exigencias que nos van a imponer en otros mercados, en materia de seguridad y de ecología, nos obligan a avanzar y estar a la vanguardia en este campo", sostuvo Fox.

Dijo que el asunto del cierre de la frontera estadounidense a los camiones de carga de México es un tema que a su gobierno le preocupa mucho, pero que no va a permitir ninguna injusticia.