POLITÉCNICO PORRISMOAsedio y control de la comunidad
A pesar de que las autoridades del Instituto Politécnico Nacional pretenden deslindarse de sus nexos con el porrismo, alumnos y maestros de esa institución afirman que éstas no sólo han estado enteradas, todo el tiempo de su existencia, sino que merced a ellos, mantienen controlada a toda la comunidad. El fenómeno del porrismo volvió a emerger con violencia el pasado 27 de septiembre, cuando un grupo de jóvenes se apoderó de la Vocacional 10, y tras causar destrozos en el inmueble, golpeó a 12 estudiantes y al director del plantel, lo que propició la intervención de la policía, la que a la postre pudo capturar a 13 de ellos, decomisándoles armas, drogas y licor. La violencia ejercida por los porros obligó al IPN a fijar su postura. El 29 de septiembre público un desplegado en algunos diarios nacionales: ?El IPN reitera su enérgica condena y repudio a actos vandálicos y delictivos que atentan contra la integridad y seguridad de su comunidad escolar, y lesionan el funcionamiento de su quehacer académico, a la vez que expresa su solicitud para que, conforme a derecho, se sancione con todo el rigor de la ley a los responsables de la agresión que originó los disturbios suscitados la tarde de ayer, en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos Número 10, ?Carlos Vallejo Márquez? (Vocacional 10). Párrafos más adelante, la institución denunciaba que ?el IPN y su comunidad han sido, en repetidas ocasiones, víctimas de constantes agresiones por parte de los grupos delictivos que, disfrazados de estudiantes, operan en los alrededores de sus planteles y cometen toda serie de fechorías?. Sin embargo, a decir de la comunidad del IPN, la jornada sangrienta del 27 de septiembre, en la que también resultaron heridos 15 policías, bien pudo haberse evitado. En un comunicado hecho llegar a EL UNIVERSAL, se informa que ?concretamente el primero de septiembre, mediante el oficio DSD/098/00 de la delegación sindical D-II-IPN-16 del plantel, una vez más, el ingeniero Diódoro Guerra Rodríguez fue notificado de que en el Cecyt 10 ?Carlos Vallejo Márquez?, los delincuentes conocidos con el mote de ?porros? introducían y consumían en el plantel bebidas embriagantes y sustancias psicotrópicas, además de intimidar, robar y agredir físicamente no solamente a alumnos, sino también a profesores; no de manera novedosa, por cierto, sino que se trataba de un fenómeno permanente, que se había recrudecido a partir de 1995, motivo por lo cual solicitaban una vez más que cumpliera con su responsabilidad y evitara estos actos de vandalismo perpetrados no en la calle, sino en las instalaciones de la institución que presumiblemente dirige?. Copias del mismo oficio se hicieron llegar al secretario académico del IPN, Jorge Maciel Suárez, así como al presidente electo de México, Vicente Fox Quesada; al secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, y al procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, pero nadie hizo caso de la advertencia. A todas esas autoridades también se les envió copia de la averiguación previa FDGUSTAV/16/USD05/03703/2000-08, en donde quedó asentado que unos 15 porros, entre ellos dos mujeres conocidas como ?La Nancy? y ?La Jarocha?, irrumpieron en un salón de clases en donde los estudiantes se encontraban realizando un examen. Acto seguido se les fueron encima, pegándoles y despojándolos de sus pertenencias. En tanto, en el caso particular de una muchacha de 17 años, no sólo la golpearon, sino que tras derribarla, la patearon, para posteriormente robarle una mochila con sus útiles escolares. ?Pero si de corrupción e incomodidades se trata, se podría mencionar el malestar de los directores del IPN, a los que apenas hace unas cuantas semanas se les pidió a cada uno (suman más de 40) la cantidad de 5 mil pesos, para obsequiárselos al ingeniero Jorge Maciel Suárez por su cumpleaños.? Ante el peligro real de los porros, los alumnos y profesores prefieren abstenerse de opinar o mencionar sus nombres, pues las represalias pueden costarles brutales golpizas o, incluso, la vida. Sin embargo, algunos profesores, como Víctor Montiel Cortés, no sólo han dado la cara, sino desde hace tiempo atrás, han venido denunciando la proliferación del porrismo en el campus del Politécnico. Montiel Cortés publicó en 1998, en la ?Gaceta del IPN?, un escrito premonitorio en donde preguntaba: ?¿Existen porros en el IPN??, y a lo cual respondió: ?Cuando se le pregunta a la autoridad del IPN sobre la existencia del porrismo en el Instituto, la respuesta es un ?no? rotundo, mientras que la comunidad estudiantil, docente y de apoyo a la educación politécnica vive aterrorizada por los desmanes que realizan los porros en algunos centros educativos, especialmente en los Cecyt.? En seguida lanzaba otra interrogante: ¿cuál es la función que cumplen los porros? A lo que replicaba: ?La comunidad politécnica conoce y ha sufrido el fenómeno del porrismo, que es usado por los diferentes grupos de poder que los dirigen, para mantener el control y la ?tranquilidad? de los estudiantes, profesores y personal de apoyo a la educación. Los grupos de porros son comandos paramilitares (y vándalos) dentro de un plantel; es la garantía de control para el director en turno; lo que le da seguridad a la autoridad, de que los estudiantes no realizarán protesta alguna y los tendrán tranquilos. ?Es de todos conocidos el hecho de que, a cualquier intento de organización independiente de los promotores, éstos (los estudiantes) son golpeados, y en algunas ocasiones hasta hacerlos perder la vida (los porros son mercenarios). Los porros y sus patrones no tienen nada que envidiarle a los mercenarios de los peores regímenes militares de América Latina, colocando a las puertas de las universidades piquetes de soldados, para que mantengan el ?orden?. En el IPN esa es la función que tienen los porros.? Sin embargo, las autoridades politécnicas niegan que exista una connivencia con los porros. En otro desplegado, publicado con fecha del pasado 29 de septiembre, el IPN denunció que, en los últimos seis años, ha presentado más de 500 denuncias ante el Ministerio Público, por diversos delitos. Para saber qué ha ocurrido con esa cantidad de denuncias, EL UNIVERSAL entrevistó en sus oficinas de Zacatenco al abogado general del IPN, Francisco Javier Osornio Corres. De las aproximadamente 500 denuncias presentada por el IPN, ¿cuántas han prosperado?, se le interrogó al funcionario. Tenemos algunos casos que infortunadamente son aislados. En donde sí se ha logrado la consignación y el sometimiento a proceso de los sujetos involucrados: fue en el caso de los disturbios en Zacatenco, con motivo de un enfrentamiento ocurrido en un partido de futbol americano entre la UNAM y el IPN; me parece que en el mes de septiembre de 1997, en donde, finalmente, logramos que se consignara y se sometiera a proceso a un grupo de entre seis y ocho delincuentes, que están con sentencia condenatoria. Además, tenemos el caso reciente de Roberto Márquez Santamaría, alias ?El Buck?, que también fue una detención importante y quien recibió auto de formal prisión, y está siendo sujeto a proceso en el Reclusorio Norte?. ¿Entonces serían dos casos en total...? Bueno, son los que recuerdo ahora, aunque podrían llegar a 10 los casos y que contribuyen a explicar lo que está ocurriendo... Otra razón es que muchos de estos acusados son menores de edad y, al ser remitidos al Tribunal de Menores, reciben una sanción menor y son dejados en libertad. ?Y por otra parte, una dificultad especial en el proceso penal exige que, para perseguir a un sujeto, tiene que haber una acusación personal y directa; es decir, el agraviado tiene que identificar individualmente al agresor y señalar con qué actos fue agredido, y acreditar que eso constituye un delito, primero; también, debido a nuestro sistema judicial, muchas veces la víctima del delito no se siente suficientemente protegida, como para hacer una denuncia y prefiere no hacerla; y, segundo, estas acciones son tumultuarias. Es difícil que un sujeto identifique y acuse personal y directamente a otros sujetos, como es una acción donde participan otras personas. Es difícil decir que tal persona fue la que sacó el cuchillo, el que sacó el petardo, el que sacó la droga y, entonces, la acusación se diluye y finalmente no prospera.? Acerca del porrismo en el IPN, señaló que es un problema que data de hace por lo menos 30 años. Cuando nos preguntan cuáles son los planteles con mayores conflictos, nosotros decimos que son los que están ubicados en zonas conflictivas. El problema del porrismo está vinculado con el problema general de la delincuencia en la ciudad. Una característica importante de este fenómeno es que los chicos banda son chicos, y los mal llamados porros y seudoestudiantes no son chicos. Sus principales dirigentes es gente mayor de edad, que por este motivo, ya no tiene posibilidades de formar parte de nuestra comunidad estudiantil. También se le preguntó si el IPN conocía los nombres de los principales jefes de porros: ?Primero, nosotros somos una institución educativa, y no podemos ni queremos hacer una investigación policiaca. La mayor parte de estos delitos se producen en la vía pública, y lo que nosotros hacemos es denunciarlos, y corresponde al MP ejercer la investigación.? Se le dijo en seguida que en opinión de varios entrevistados, atrás de los porros no sólo se encuentran instituciones del gobierno y el PRI, sino directores de escuelas del Politécnico. ?Ahí sí le quiero decir que, a lo largo de estos últimos seis años, en los que ha estado como director general, el ingeniero Diódoro Guerra, no se ha detectado un solo caso de un funcionario politécnico que esté relacionado, y que esté solapando, de alguna manera, a estos grupos. En el caso de que hubiera elementos que nos pudieran demostrar que esto sea así, nos gustaría conocerlos para incluir a esas personas en nuestras denuncias, pero no hemos tenido noticia cierta en estos seis años. Como quiera que sea EL UNIVERSAL consiguió una extensa lista de porros del IPN, así como sus respectivos sobrenombres y las escuelas a las que pertenecen o pertenecieron. José Roberto Márquez Santamaría ("El Buck"), ex alumno de la ESIT. Ramón Rosales Naranjo ("El Packman"), ex alumno de la Vocacional 4. Efrén Sánchez Jiménez ("El Nana"), ex alumno de la Vocacional 7. Eduardo Jiménez Flores ("El Flash"), ex alumno de la Wilfrido Massieu. Joel Buendía Torres ("El Mono"), ex alumno de la Vocacional 8. Eduardo Silavo Vázquez Cervantes ("El Macoy"), ex alumno de la Vocacional 5 de la Ciudadela. Rodrigo Álvarez Cervantes ("El Pipis"), alumno de la ESIME Zacatenco. Martiniano Hernández Bautista ("El Botas"), ex alumno de la ESIME Zacatenco. Rodolfo Escogido Rodríguez ("El Fantasmón"), ex alumno de la Vocacional 6. Fernando Gómez Miranda ("El Camarón"), ex alumno de la Vocacional 6. Álvaro Trejo Montiel ("El Borolas"), ex alumno de la Vocacional 10. Vicente E. Navarrete García ("El Chente"), ex alumno de la Vocacional 3. Elizabeth Aguilar Torres, ex alumna de la Vocacional 3. Valentín Verde Rodríguez ("El Verde"), ex alumno de la Vocacional 1. Juan Mejía Aceves ("El Petate"), ex alumno de la Vocacional 3. Joel Martínez Ramírez ("El Susano"), ex alumno de UPIICSA. Daniel Briseño Sierra ("El Porrito"), ex alumno de la Vocacional 5 de la Ciudadela. Roberto Adame Soto ("El Caballo"). Marco Vinicio Ávalos Muñoz ("El Vinicio"), ex alumno de ESCA Santo Tomás. Alejandro Pérez García ("El Tanque"), egresado de la ESCA. Óscar Cortés Sánchez ("El Chino"), ex alumno de la Vocacional 5 de la Ciudadela. José Luis O. Salazar ("El Hulk"), ex alumno de la ESIT. Valentín García López ("El Oaxaca"), ex alumno de la Vocacional 2. Rodolfo González Labastida ("El Banda"), ex alumno de la Vocacional 2. Alfredo Ortega Sánchez ("El Simpson"), ex alumno de la Vocacional 2. Fernando González García ("El Coreano"), ex alumno de la Vocacional 2.
LOS LÍDERES
Según una lista obtenida por este diario, los dirigentes de porros del Frente Estudiantil del Politécnico (FEP) son:
Ángel Isaac Ochoa Pérez ("El Ochoa"), ex alumno del Grupo Sol y cuya oficina está en la Vocacional 5 de la Ciudadela.
En tanto, los principales líderes de los porros por la Organización Democrática de Estudiantes Técnicos (ODET) son:
Fidel Pérez Hernández ("El Black"), egresado de la ESE.
De la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), los principales porros son:
Mario R. Saldaña Nolasco ("El Chochos"), ex alumno de la ESIA Tecamachalco.
De las organizaciones citadas, se han escindido algunos porros para formar el "Grupo Godoy" y cuyos principales jefes de miembros son:
Gabriel Garduño Flores ("El Godoy"), ex alumno de la ESIT.





