El pueblo de México ha edificado una democracia fuerte y plural, así como una economía sólida y abierta, sostuvo el presidente Ernesto Zedillo, al recibir en visita de Estado al presidente de Rumania, Emil Constantinescu.

Por su parte, el jefe de Estado visitante afirmó que el 2 de julio México ganó ?la admiración y consideración del mundo libre?. Antes, su modelo para superar la crisis económica era ya visto por los pueblos que aspiran a la prosperidad.

Ernesto Zedillo subrayó que el México actual ha reformado profundamente sus estructuras políticas y económicas. Y esto se ha logrado con la firme decisión popular.

Nuestro país ahora inicia una nueva etapa de crecimiento sano, dinámico y sostenido de la economía, expresó Zedillo, al dar la bienvenida a Constantinescu, en el patio central del Palacio Nacional.

Por la noche, en una cena de Estado, el presidente visitante le dijo a su homólogo mexicano: ?Usted ha hecho de México uno de los modelos del mundo del mañana?.

Desde luego, Zedillo dijo que el fin del desarrollo económico es alcanzar el bienestar social. Y citó una reflexión del presidente rumano: ?No es posible hablar del progreso y olvidarse de los que menos tienen?.

Zedillo y Constantinescu convinieron en impulsar una asociación binacional, y aprovechar las oportunidades de intercambio comercial conjunto.

?Nuestros vínculos se han intensificado ?dijo Zedillo? y estamos identificando crecientes oportunidades de cooperación, como en turismo, comercio, la cooperación técnica y científica y en las relaciones culturales.?

En esta visita, Constantinescu ?segundo presidente de Rumania que visita México, después de Nicolac Ceausescu, quien vino en 1974? llamó a México ?país hermano latino?, y se refirió a nuestro país como un ?milagro?, por sus raíces precolombinas y su modernidad.

Ambos jefes de Estado sostuvieron una ronda de conversaciones privadas, en el salón Verde, y luego testificaron la firma de cuatro acuerdos de sus gobiernos en materia de sanidad animal, reconocimiento de títulos profesionales, promoción del comercio exterior y para evitar el doble pago de impuestos.

En la cena, ambos presidentes, junto con sus esposas Nilda Patricia Velasco y Nadia Constantinescu, brindaron por la prosperidad de sus pueblos.

Zedillo rindió homenaje al director de la Orquesta Sinfónica Nacional, en la posguerra, el rumano Sergieu Celibidache, quien fue maestro generoso de los jóvenes mexicanos con vocación musical.

El presidente de Rumania resaltó la ventaja que tienen ambas naciones por su posición geográfica.

Dijo que los rumanos ven a México como puerta de entrada de su país a América, en esta época de globalización.