PUEBLA, Pue.? Más de 300 muertos arrojaba anoche la tragedia provocada por las lluvias en la sierra Norte de Puebla, donde hasta ayer pudieron agilizarse las labores de rescate y apertura de caminos y carreteras bloqueados por deslaves; al menos 12 municipios no habían recibido ayuda alguna.

La escasez de agua potable y alimentos básicos en la región fue motivo de abuso y especulación por parte de comerciantes locales, sin que las autoridades hayan frenado el encarecimiento de productos como el huevo que se vende hasta en 30 pesos cada kilo y el agua embotellada, a 55 pesos por garrafón. Ante ello, la Profeco anunció que enviará verificadores de la ciudad de México para evitar los excesos.

Las cifras oficiales apuntaron que había, hasta ayer, 202 muertos, 150 personas desaparecidas y 30 mil damnificados en los municipios de la sierra Norte y de la sierra Negra, que también fue dañada por las lluvias torrenciales. Las carreteras que comunican a la ciudad de Puebla con Teziutlán, Huauchinango, Zaragoza y Tlatlauquitepec fueron reabiertas también la jornada de ayer, aunque en algunos tramos sólo se logró despejar un carril. Sin embargo, ya es posible transitar sin rodear las sierras Norte y Nororiental, como sucedía hasta el jueves pasado.

Alcaldes, regidores y representantes vecinales criticaron enérgicamente la lentitud con que se distribuyen alimentos y medicinas en las poblaciones afectadas, pues al menos 29 de los 128 albergues carecen incluso de agua.

El diputado priísta Alejandro Nochebuena, del distrito de Tlatlauquitepec, denunció que la ayuda para los afectados ha sido nula, pese a que existen 13 mil 500 damnificados en la región.

Susana Viveros, habitante de Mazatepec, urgió a las autoridades a enviar apoyo a los 4 mil pobladores de 10 comunidades que se encuentran aisladas, sin alimentos y sin agua desde hace dos días, pues los caminos están obstruidos por completo.

En las viviendas semidestruidas se detectaron los primeros actos de rapiña: en Teziutlán, según reportó Amadeo Hernández, director de Seguridad Pública, éstos han ocurrido pese a la presencia del Ejército, "20% de los voluntarios han incurrido en ellos". En total son 88 los municipios afectados y nueve están todavía incomunicados; 5 mil 690 viviendas fueron destruidas. El último recuento informó que 98 carreteras resultaron deterioradas y 40 puentes están semidestruidos. Las pérdidas de siembras llegaron a 107 mil 46 hectáreas y mil 500 cabezas de ganado, luego del desbordamiento de 21 ríos en las comunidades que subsisten sólo de la producción agropecuaria.

Nuevos reportes de daños graves surgieron en el transcurso de ayer. En Zinacatepec, el puente alterno ?ubicado en el kilómetro 17 de la carretera Tehuacán-Teotitlán? que se había desplomado durante el temblor de junio y reparado, volvió a derrumbarse.

A orillas del río Xilitea, de la zona de Zacapoaxtla, se hallaron tres cadáveres que fueron arrastrados durante al menos dos días por la corriente.

Según reportes directos de agentes del Ministerio Público, ediles y testigos, la siguiente sería una lista extraoficial de muertos: 77 en Teziutlán, 46 en Tetela de Ocampo, 38 en Zacatlán, 22 en Chiconcuautla, 18 en Tlatlauquitepec, 15 en Libres y cinco en Villa Lázaro Cárdenas.

Asimismo, cuatro en Zacapoaxtla, tres en Huauchinango, dos en Chignahuapan y uno en Xicotepec de Juárez, lo que daría un total de 314 víctimas.

Las brigadas del Ejército, debido a la obstrucción de caminos, llegaron hasta ayer a Mixum, donde se encontraron 17 de las más de 40 personas que se calcula perecieron bajo un alud que sepultó la escuela que funcionaba como albergue.

A La Aurora, colonia de Teziutlán donde el desprendimiento de un cerro sepultó a una media centena de casas habitadas y donde hasta anoche se seguían rescatando cuerpos, llegó el presidente Ernesto Zedillo al mediodía de ayer para realizar un recorrido de inspección. Ahí empezó a aplicarse, ante la gravedad de la situación, el plan DN-III. Los militares relevaron en las acciones de auxilio a los vecinos que durante tres días rescataron víctimas con sus propios medios, el número de cadáveres aumentó en las poblaciones sepultadas por aludes y arrasadas por las corrientes de los ríos desbordados. A la devastación se agregó la ineficiencia de los servicios, ante la desorganización de autoridades municipales y del gobierno del estado para reanudar el suministro de agua potable y el alumbrado. Anoche en Teziutlán se había agotado el agua, lo mismo que en los municipios de Saltillo Lafragua, Xochiapulco y Francisco Z. Mena.

Aunque la Secretaría de Salud en el estado, según el comunicado oficial emitido por la tarde de ayer, no ha detectado ningún brote epidemiológico, los presidentes municipales de Chiconcuautla, Xochiapulco, Atempan y Teteles urgieron al gobierno del estado proveerles medicamentos, pues al menos un centenar de personas en cada población padecen vómito y diarrea desde el miércoles.

En la región más afectada un total de mil 41 escuelas resultaron dañadas y de ellas 394 son prácticamente inutilizables ante el riesgo de que se desplomen.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) anunció que puso en marcha un plan de emergencia para solucionar, a la brevedad, los daños ocasionados en la red de energía en la sierra Norte.

Hasta el último reporte en el que aún no se cuantificaban daños materiales, se especificó que el suministro de energía ya se reinstaló en 70% de las regiones más afectadas.

Los peores daños se registraron en las líneas de subtransmisión de Zacapoaxtla, Zacatlán, Teziutlán y Chignahuapan, donde la caída de postes y cables originaron apagones en por lo menos 130 poblados.

A la tarde de ayer, Teléfonos de México (Telmex) reportó que las líneas funcionaban al 90%. No obstante, la empresa reconoció que aún existen comunidades donde, por la gravedad del daño en los caminos, todavía no se ha llegado para reparar los desperfectos. (Con información de Arturo Luna, Adolfo Flores, Odilón Vallejo, Pablo Arana, Blanca Galindo, Dulce Liz Moreno, Zeus Munive y Gregorio Cervantes)