FRONTERA NARCOTRÁFICO
El corredor de Cancún
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CHETUMAL, QR.? En toda la costa comprendida en la biosfera de Sian Ka?an ?la tercera más grande del país?, que va desde la bahía de Chetumal a Tulum, se encuentra establecido un corredor de lanchas rápidas, para recolectar la cocaína lanzada por aire o transportada vía marítima desde Centro y Sudamérica. Paraísos como las bahías de la Asunción y del Espíritu Santo, así como las Puntas Herrero y Pájaros, están convertidos en santuarios clandestinos de la droga. Lo mismo ocurre en playa Majahual y en el pueblo de Ixcalac, a 80 y 120 kilómetros de aquí, respectivamente, dos de los sitios claves del narcotráfico en Quintana Roo. Estos últimos puntos fueron cardinales para, el entonces gobernador, Mario Villanueva Madrid, señalado como prominente actor del llamado cártel de Cancún. En efecto, para los habitantes de estas comunidades les era común ver, por las tardes, las camionetas Suburban con vidrios polarizados y placas oficiales del estado que se desplazaban a toda velocidad para recoger los cargamentos del alcaloide, y regresar a esta capital con el extravío de la noche... Tres años después, con el arribo al poder de Villanueva Madrid, dio comienzo una serie interminable de asesinatos y venganzas, que tenían como objetivo central el control de la región. Los ?focos rojos? se encendieron en 1994, cuando fueron detenidos Juan Carlos Guerra Zárate ?hijo del viejo ?padrino? tamaulipeco, Juan Nepomuceno Guerra, tío del tristemente célebre Juan García Ábrego, el otrora jefe del cártel del Golfo? y el colombiano Francisco Rivas Velázquez, en el aeropuerto de Cancún. Creado el Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESP), a principios de 1977, el gobernador Villanueva contrató, ?por recomendación de alguien?, al general retirado Horacio Ramírez y Roldán, asesor de la Secretaría de Gobernación, en materia de seguridad, para coordinar las operaciones e información del SESP. Su misión: capacitar militarmente a los miembros de los cuerpos policiacos de Quintana Roo, como lo había hecho en Chiapas. Ramírez y Roldán llegó acompañado de su ?ahijado?, Óscar García Dávila ?más conocido por su mote de ?El Rambo?, que por ser nieto del general Marcelino García Barragán, y sobrino de Javier García Paniagua?, quien fue designado subdirector de la Policía Judicial del estado, en Cancún, donde ?sentó sus reales? al amparo del mandatario estatal. Con el tiempo, se convirtió en hombre clave en la confirmación de las ligas de Villanueva con el cártel de Juárez, pues aparece en todos los testimonios rendidos por testigos protegidos en el caso del prófugo ex gobernador. A mediados de 1997, las autoridades aceptaron, por primera vez, que en la península de Yucatán, principalmente en Quintana Roo, operaban grupos enlazados a las organizaciones criminales del narcotráfico tanto de México como de Colombia. La PGR informó, en ese tiempo, que habían sido detenidos cuatro ex agentes de esa dependencia y tres ex militares, capitaneados por Fernando García Moreno, ex comandante del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD). Se trataba de la primera ?célula? detectada del cártel de Juárez, encabezado por Amado Carrillo Fuentes, ?El Señor de los Cielos?, cuyos tentáculos se extendieron por aquí, con Ramón Alcides Magaña, alias ?El Metro?, al frente, principal protagonista del cártel de Cancún. En propia voz: ?Ramón Báez, ?El Yanqui?, cuando fue subdelegado de la Policía Judicial Federal, en Cancún, vivía en el fraccionamiento llamado Isla Dorada, donde descargaban cocaína de unas lanchas rápidas a los jets-sky; vi y me consta que, en una ocasión, el comandante y subdelegado Fabián Campos Martínez le entregó 800 mil dólares a Ramón Báez, por esta actividad... La automotriz Chevrolet y la Volkswagen de Cancún son propiedad de Ramón Alcides Magaña, ?El Metro?; en 1996, me tocó trasladarme a la Volkswagen para recoger un Jetta, para ser obsequiado a ?El Yanqui?. Y me consta que entre la ciudad de Cancún y el aeropuerto hay un lienzo charro propiedad de Juan José Esparragoza Moreno, alias ?El Azul?, que es administrado por una hija suya...?, dijo Gumaro Garza de la Garza, en su ampliación de declaración. La representación social, al preguntarle respecto de los encuentros que el gobernador Mario Villanueva Madrid tuvo con narcotraficantes colombianos, respondió que fueron en el restaurante Iguanas Ranas, ubicado frente a la presidencia municipal de Cancún. ?Fueron cinco o seis veces, entre los meses de septiembre a diciembre de 1996, en que estuvieron presentes también Fabián y Julio César Campos Martínez, Ramón Báez Márquez, Margarito Peña Lucero, secretario del presidente municipal de Cancún, y el de la voz... Hablaron acerca de los embarques de cocaína que tenía que proteger Fabián Campos en lanchas rápidas de cuatro motores fuera de borda, y que tardaban en llegar aproximadamente nueve horas desde un lugar de Centroamérica a Cancún. ?Que el gobernador Mario Villanueva Madrid protegía a la organización de Amado Carrillo Fuentes y, particularmente, a Ramón Alcides Magaña, ?El Metro?... Fabián Campos y Ramón Báez entregaban personalmente dinero a Villanueva Madrid... Una de las formas en que el gobernador brindaba protección, era a través de la designación de diversos funcionarios de Seguridad Pública, entre ellos Óscar Benjamín García Dávila, a los que pagaba mensualmente 10 mil dólares.? ?Un día me alcanzó ?El Metro? y me dijo que él controlaba el narcotráfico en Quintana Roo, y que su jefe era ?El Señor de los Cielos?, y me entregó un paquete con 100 mil dólares americanos, que era el dinero que me correspondía por protección, y que si no lo quería que pintara mi raya, aunque yo prefería trabajar por asunto, esto es al ?topón?, o sea que cobraría dependiendo el asunto que tuviera... En otra ocasión, ?El Metro? me dijo: ?Mira comandante, quiero que entiendas que en este estado los únicos que mandamos somos el gobernador y yo. El señor tiene buena relación con Gamboa Patrón, así es que las pláticas que tenemos deben ser más amenas?. No importándome eso, en virtud de que la delegada Estela Cadena me había comentado que el gobernador era narcotraficante y que no le podía probar nada hasta ese momento... Fabián Campos Martínez me comentaba que el gobernador Mario Villanueva Madrid y Alcides Ramón Magaña mantenían buena relación y que, con frecuencia, se enfiestaban, entendiendo por esto que dichas personas se reunían para convivir consumiendo bebidas embriagantes y narcóticos.? Pero lo que más le llamó la atención a ?Juan Antonio? es que Fabián Campos Martínez tenía un yate de nombre ?El Bonito?, varado en algunas ocasiones en Playa del Carmen y en otras en Tulum, y que siempre usaba relojes y joyas finas, por lo que decía que tenía muchas ?vibras?, por tanto oro que llevaba puesto, al grado de que cada hora cambiaba de reloj. ?Que la persona que se entrevistó con Benjamín García Dávila es Mario Silva, ?El Animal? o ?El Coyote?, uno de los dedos chiquitos de Cuauhtémoc, todos ellos con credenciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado, que los acreditaban como agentes... Por lo que respecta al texto ?Cuauhtémoc crimen organizado quiere ver al primo. Hoy a las 8 lo ve, manda decir que él no es ningún traidor?, considero que Cuauhtémoc llegó a algún arreglo con García Dávila, para beneficio de ?El Metro? o ?Víctor?. Esto lo refiero ya que en el mes de enero del año en curso, García Dávila me comentó que había ido a la ciudad de México para entrevistarse con ?Cuauhtémoc? para llegar a un arreglo, el cual consistió en que García Dávila le entregaría la cantidad de 500 mil dólares, misma que le fue entregada por conducto de Mario Silva.? Como el nombre de Cuauhtémoc aparece sin comillas y no como apodo, para la fiscalía queda una pregunta en el aire: ¿Se trata de Cuauhtémoc Herrera Suástegui, ex coordinador ejecutivo de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) de la PGR, arraigado desde el 23 de marzo, cuando cayó herido en el hotel Imperial de la capital de la República? Julio Vargas Zavala, uno de los socios de la litigante Raquenel Villanueva Fraustro, quien también resultó lesionada en dicho atentado, declaró días después que uno de los posibles móviles del ataque perpetrado contra la abogada y su cliente Cuauhtémoc, ?pudo ser la información que posee el ex funcionario de la PGR, referente al narcotráfico en Cancún...?.
El cártel de Cancún
Con la bendición de Guillermo González Calderoni, entonces subdelegado de la Procuraduría General de la República (PGR), prosperó, desde 1990, el narcotráfico en el Caribe y en la península de Yucatán. Fue a su paso por aquí cuando se aficionó a la pesca y a las actividades marinas. Prófugo de la justicia mexicana, hoy se refugia en McAllen, Texas, en una espléndida casona que tiene en su sala ?como evocación de su estancia por estos mares?, una enorme pecera con un tiburón.
Expediente PGR/UEDO/056/98
Del voluminoso expediente del ?maxiproceso? que se ha recopilado sobre el problema del narcotráfico, en esta entidad ?PGR/UEDO/056/98?, existen detalles en las declaraciones ministeriales de los personajes coludidos que no tienen desperdicio, como las manifestadas a fines de 1998.
Muchas ?vibras? por el narco
Fragmentos de la declaración del testigo clave protegido, conocido como ?Juan Antonio?: ?El subdelegado Fabián Campos Martínez me dijo que a mí me correspondía la cantidad de 50 mil dólares americanos, y una cantidad semejante era entregada en la ciudad de México a Pedro Morales, de la Dirección Operativa, para ser repartida a sus superiores, por concepto de protección del narcotráfico... Me dijo que él era el contacto con Alcides Ramón Magaña, ?El Metro?, y con Amado Carrillo Fuentes, ?El Señor de los Cielos?, que introducían cocaína a nuestro país, a través de lanchas rápidas, en las cuales se transportaban aproximadamente 800 kilogramos en cada una... Que el comandante Emilio Islas Rangel designó a Ramón Báez como el segundo de la Policía Judicial Federal, en el estado, por instrucciones de la delegada Estela Cadena Azcona...
Clave B-1 y Cuauhtémoc
De la ampliación de la declaración ministerial del testigo protegido conocido como ?Comandante Pedro?: ?Conocí a Irving Trigo Cegarra, ?El Chato?, en razón de que este era propietario de 35 o 40 empresas de seguridad privada, establecidas en Cancún; con anterioridad su hermano Erick, alias ?Marcos?, me había hecho referencia de que ?El Metro? o ?Víctor? me iba a seguir mandando lo que me mandaba, y que no había más de una, porque ya sabían dónde vivía... ?El Chato? me dijo: ?Todo está bajo control ya que tengo la relación directa en la Secretaría de la Defensa Nacional?, pues trabajaba para el grupo de inteligencia militar y que extraía de ahí información, que se la proporcionaba, a través de Erick, a ?El Metro? o a Albino Quintero Meraz, alias ?El Beto?, clave B-1. Y que por proporcionar información a éstos estaba dentro de la ?nómina?...