CHIHUAHUA, Chih.? Ayer fue el día de Anthony Quinn en su tierra natal. Además de nombrarlo ciudadano distinguido, hijo predilecto del estado y recibir las llaves de la ciudad, develó una estatua que nos recuerda su papel en la película ?Zorba, el griego?.

?Esta noche, antes de dormirme, lloraré en compañía de mi esposa, mis hijos y nietos porque un homenaje así era lo único que me faltaba a mis 85 años de vida?, dijo el actor ante más de 3 mil personas que se dieron cita ayer en el parque El Palomar, donde se colocó su figura en bronce realizada por Ricardo Ponzanelli.

Visiblemente emocionado, Quinn aseguró que se considera un chihuahuense universal porque ?cada vez que visito un país, siempre menciono la tierra que me vio nacer el 24 de abril de 1915. Soy de ustedes y mi corazón está aquí, aun cuando me encuentre lejos?.

Fue a las 17:15 (hora local) cuando Quinn, su esposa Catherine y sus pequeños hijos Bryan y Antonieta llegaron al palacio municipal para que en la sesión de cabildo del ayuntamiento de Chihuahua, recibir los títulos de ciudadano distinguido e hijo predilecto del estado en un pergamino y las llaves de la ciudad, al actor le colocaron en la solapa del saco el escudo de Chihuahua.

Del palacio municipal, el actor se trasladó al recién inaugurado parque El Palomar, donde dirigió un mensaje al pueblo de Chihuahua poco antes de develar la estatua que realizó Ponzanelli. Al actor de cintas como ?Viva Zapata? y ?Los hijos de Sánchez? se le rasaron los ojos cuando sus paisanos le brindaron una prolongada ovación.

En su discurso, recordó que sus padres lucharon en la Revolución por una tierra mejor ?y hoy veo a Chihuahua mejor que nunca?.