Buscan impulsar turismo en playas

ALERTA. Sinaí Guevara, de la campaña de Tóxicos de la organización Greenpeace, explica que la limpieza de la costa es una cuestión de educación, las personas no deben tirar sus derechos y ver al mar como su basurero personal. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
mariana.leon@eluniversal.com.mx
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) buscará impulsar el turismo en playas mexicanas mediante la reducción de los permisos temporales para la venta; la revisión de las concesiones existentes y nuevas certificaciones.
Mariana Boy Tamborrel, directora general de la Zona Federal Marítima Costera (Zofemat), explica en entrevista para EL UNIVERSAL, que la revisión se está haciendo de la mano con las delegaciones y poniendo énfasis en las zonas con más afluencia como son: Acapulco, Benito Juárez y Los Cabos.
Expone que otorgar demasiados permisos pone en riesgo la capacidad de carga del ecosistema.
“El reglamento con el cual estamos operando es de hace más de 20 años, entonces, por supuesto que hay situaciones que no están contempladas, como el tema de los permisos transitorios, por eso tenemos conflictos en la zona federal costera. Uno de los objetivos de esta administración es la actualización del marco jurídico”, comenta la funcionaria.
Boy Tamborrel agrega que, por ahora, tampoco se otorgan permisos para el uso de vehículos automotores.
Sobre la fecha en la que esta revisión estará lista —y los nuevos permisos serán autorizados—, apunta que “yo espero que antes de finales de año tengamos los criterios muy establecidos en un trabajo que llevaremos a cabo de manera conjunta de las delegaciones”.
Las nuevas restricciones buscarán atraer mayor turismo y cuidar la sustentabilidad de las playas, las zonas vulnerables al cambio climático, el cual provoca erosión, pérdida de manglar y de la línea costera.
“El hecho de que tengamos una zona costera, ordenada, limpia, protegida, por supuesto que nos ayuda a tener mucho mayor proyección turística, y por eso hemos impulsado programas de certificación de playas que, por supuesto, tienen un objetivo más turístico, sin embargo, trae aparejado algunos criterios ambientales”, refiere la funcionaria .
Zofemat también revisará más de 13 mil concesiones. Juan José Guerra Abud, secretario de Medio Ambiente, comenta que “lo que tenemos que hacer es actualizar muchos de los registros que están muy desactualizados, los subsecretarios ya están trabajando en eso, es una de las prioridades que se tienen, porque hay ciertas autorizaciones que se dieron que no corresponden”.
Crecimiento económico
México también buscará certificar más playas con la distinción Blue Flag y con el certificado “Playa Limpia”, de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), como parte del “crecimiento económico con desarrollo sustentable”.
Sinaí Guevara, de la campaña de Tóxicos de la organización ambientalista Greenpeace, explica que una playa limpia en México es el doble de sucia que las zonas limpias internacionales.
“A partir de los 200 enterococos por mililitros hacia abajo se considera apta para su uso, sin embargo, internacionalmente se mantiene en 100 enterococos; esto significa que una playa limpia en México está el doble de contaminada que otra en cualquier parte del mundo”.
Explica que el territorio nacional no tendría que buscar certificaciones externas o extranjeras, “la certificación Blue Flag estipula los 100 enterococos por mililitros, pero esto debería estar contenido en las leyes mexicanas, deberían ser preventivas e incluir estos estándares desde la ley nacional”.
Sinaí Guevara informa sobre la medida de restringir la venta en zonas costeras “no es solamente el vendedor ambulante, ese afecta a los establecimientos, la limpieza de la costa es una cuestión de educación, las personas no deben tirar sus derechos y ver al mar como su basurero personal”.
Otro de los problemas, señala la especialista, es que la contaminación de metales pesados en los ríos llega a las playas y no se tienen estudios al respecto.
“Las playas no sólo reciben las descargas municipales, para esto necesitarían tener una planta de tratamiento biológica; también reciben varias entradas de ríos y afluentes de todo el país, con desechos industriales, porque son sustancias persistentes en el ambiente y algunos pueden llegar a tener terribles consecuencias para la salud, que pueden llegar a desarrollar células cancerígenas y mutagénicas”.
Guevara Ramírez añade que las normas que se tienen en México son “permisivas” e insuficientes, porque lo único que se mide son nueve metales pesados. “Debe haber un principio precautorio, porque se necesita un estudio claro de las consecuencias en la salud”, dijo.





