Tráfico ilegal de ganado rebasa control fronterizo
PROCESO. El ganado es transportado hacia las ejidos guatemaltecos, a corrales que se emplean como guardaganado, donde inician la engorda de los animales y luego los envían a México. (Foto: ESPECIAL )
Las cruzan por la frontera sur en pangas ubicadas sobre las márgenes del Río Usumacinta. Las mandan hacia el estado de Chiapas y algunas, a Tabasco. Llegan a ocho cruces informales en la frontera de Guatemala con México para ser marcadas con hierros apócrifos y sus propietarios reciben documentos que las acreditan como legales.
Son cientos, miles de reses procedentes principalmente de Honduras que entran a territorio mexicano sin controles sanitarios ni de Hacienda, y que dejan en promedio ganancias mensuales por 34 millones de pesos, y en un año, cerca de 400 millones, tan solo en el municipio de Benemérito de las Américas, en Chiapas, donde esta actividad es incesante.
Pero el negocio va más allá e implica el tráfico de granos de maíz, de frijol, de arroz y chile, de maderas preciosas y de toda clase de productos electrónicos y de vestir, en una incesante actividad sobre la cual el gobierno mexicano no tiene ningún control, señalan informes de inteligencia del Ejército mexicano.
Una investigación militar realizada en apenas cuatro meses en el municipio de Benemérito de las Américas, Chiapas, colindante con Guatemala, revela una parte del fenómeno de abigeato que se extiende a Tenosique y Balancán, en Tabasco; que hay ganaderías y asociaciones involucradas, que las ganancias son cuantiosas y que la acción de las autoridades por atacar el robo y trasiego de ganado es prácticamente nula.
Los reportes militares indican que los pasos informales para mover ganado sobre el Río Usumacinta, del lado guatemalteco, están en Los Laureles, La Flor, Santa Rosita, La Técnica, La Felicidad y El Bethel.
En México, los pasos ilegales se encuentran en: Ejido Benemérito, primera y segunda sección; en ambas riveras del Usumacinta, en el municipio de Benemérito de las Américas, Chiapas y los ejidos Caobas, Cerros, Mollejón y Roberto Barrios.
El robo de ganado creció en el sur del país conforme avanzaba el sexenio de Felipe Calderón. En septiembre de 2010, ganaderos de al menos 11 estados de la república denunciaban el crecimiento de esta actividad que comenzaba a repuntar en 2008.
Ganaderos de Aguascalientes, del Estado de México, Chiapas, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Zacatecas alertaban sobre este delito y advertían que cárteles de la droga estaban detrás de todo esto.
Posible narco
El informe militar destaca en su presentación que para analizar el tráfico de ganado en la frontera de Chiapas con Guatemala, “se llevaron a cabo diversos trabajos para que mediante su análisis, se pudiera determinar si derivado de esta actividad, se desarrolla el tráfico de algún tipo de estupefacientes, toda vez que adicionalmente, se ha obtenido información de que miembros de la delincuencia organizada utilizan el traslado de ganado como forma de trasiego de estupefacientes, mediante el empleo de condones llenos de droga que son introducidos en el sistema digestivo de los bovinos a través del ano, extrayéndolos una vez que el ganado llega a su destino”.
En Michoacán, por ejemplo, se hablaba ya de la presencia de grupos ligados a La Familia Michoacana, muy activos en el robo de ganado a mano armada.
Desde entonces, la queja de los empresarios de la ganadería dejaba en claro que ni la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) llevaban un seguimiento o conteo pormenorizado del robo de ganado vacuno, porcino, bovino o equino.
Esto se confirma con la información entregada por la Sagarpa para este reportaje, para el cual se le pidieron datos sobre el fenómeno del abigeato en el sur del país, concretamente en Chiapas, en las márgenes del Río Usumacinta. La Sagarpa entregó un documento de tres cuartillas titulado “Acciones del Senasica en la Frontera Sur”, (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) en el que no se menciona ningún dato sobre el robo de ganado, no hay cifras, estadísticas, mapas o un estudio sobre este delito.
Sólo se señalan algunas cifras de exportación agroalimentaria hacia países de Centroamérica en 2011, acciones para desarrollo de obras de infraestructura en Chiapas y Quintana Roo por cerca de 180 millones de pesos y el inicio de operaciones en el Punto de Inspección de Importaciones Suchiate II. Eso es lo que tenemos, se indicó.
Las “panzonas”
Pero lo que tiene el Ejército mexicano a través de reportes e investigaciones de campo en la frontera de Chiapas con Guatemala es muy diferente de lo que reportan, sin cifras, dependencias federales y organismos estatales sobre el robo y tráfico de ganado que entra ilegalmente al país.
En la primera semana de noviembre de 2012, el presidente de la Unión Ganadera de Chiapas, Wenceslao Camacho Pimienta, aseguraba a los medios locales que el delito de abigeato iba a la baja, que estaba controlado en la entidad y que las pérdidas eran menores a las registradas en años anteriores.
El líder ganadero no aportaba ninguna cifra, pero reconocía que el robo de animales seguía ocurriendo en zonas del estado, como Berriozábal.
Las declaraciones de Camacho Pimienta se daban precisamente en el lapso en que el Ejército mexicano investigaba en directo el robo y tráfico de ganado desde Centroamérica hacia Chiapas, señalando en su informe que “estos ilícitos se facilitan por la ausencia de autoridades federales encargadas de regular los procesos de importación y exportación, hecho que incide directamente en la seguridad de las personas que intervienen en este proceso”.
Los reportes militares señalan que “al no existir un control en estos negocios, en ocasiones se suscitan desacuerdos que derivan en delitos del orden común, como son riñas, robos de mercancía e inclusive homicidios de individuos que tratan de ingresar al negocio, sin el consentimiento de los que mantienen el control”.
Sobre la forma de operar de las bandas dedicadas al robo y tráfico de ganado, el informe militar precisa que “el ganado es transportado hacia las aldeas guatemaltecas antes citadas proveniente de Centroamérica, en donde existen corrales que se emplean como guardaganado para ir concentrando el ganado, a la vez que se emplean para la engorda del mismo”.
Previo a la introducción de nuestro país, “los ganaderos (compradores) hacen llegar el fierro de su propiedad a estos lugares, en donde el ganado es remarcado con el fierro que les permita acreditar posteriormente la propiedad de los bovinos”.
La investigación de Ejército señala que “durante el periodo en el que el ganado se encuentra concentrado para su engorda y marcaje, se lleva a cabo el registro del mismo y se gestiona la diversa documentación que ampare su transporte por territorio nacional, permitiendo además que cicatrice la piel de los mismos”.
Finalmente, señala el informe militar, “el ganado es pasado a territorio nacional empleando los diversos pasos informales, siendo embarcados directamente en los vehículos transporte de ganado, (conocidos como panzonas), que se encuentran en el lado mexicano, los cuales lo transportará hasta los lugares en donde se comercializará”.
Mucho dinero
La investigación militar no se limita a ubicar y señalar las zonas de paso de reses de manera ilegal, el remarcaje de ganado robado en Centroamérica para que aparezca como producido en el sur del país por ganaderos chiapanecos o tabasqueños.
Los oficiales de inteligencia del Ejército fueron más allá, tanto como cuatro meses de indagatorias les permitieron profundizar en la problemática como para determinar contextos, nombres de organizaciones, formas de trabajar y ganancias obtenidas con el robo y trasiego ilegal de reses.
Los militares señalan que el ganado trafican desde Honduras va a Veracruz, Querétaro, Hidalgo, San Luis Potosí, Durango, Nuevo León y Tamaulipas, en una ruta dominada por relaciones entre cárteles y bandas criminales locales.
El seguimiento militar indica que para mover al ganado fuera del municipio de Benemérito de las Américas, en Chiapas, los choferes de los tractocamiones que llegan por el producto muestran facturas expedidas por la Unión Ganadera de Catazajá, canceladas por el sello de la asociación ganadera local.
Deben mostrar también una Guía de Tránsito expedida por la Secretaría del Campo de Benemérito de las Américas, así como un Certificado Zoosanitario que es expedido por el Servicio de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, que lleva el sello de la Sagarpa.
La investigación de la Sedena en una de sus regiones militares detalla que se logró determinar la existencia de 1,300 ranchos o parcelas en el municipio de Benemérito de las Américas, dados de alta en el Registro Público de la Propiedad.
“Sin embargo, se constató que la población no se dedica a la cría, ya que no es considerada una región rica en producción lechera, así como a la engorda, pero sí a la venta de ganado, Asimismo se carece de un censo que permita conocer la cantidad exacta de ganado que existe en el área, estimándose una producción de ganado de aproximadamente 5 mil 400 cabezas anuales, sin embargo, se comercializan aproximadamente 5 mil 436 cabezas de ganado”, señala el Ejército en su reporte.
Los militares revisaron también el flujo de transportes que entran y salen de la zona con ganado legal e ilegal. La estadística castrense señala que del 25 de octubre de 2012 al 5 de marzo de 2013 (son 131 días, aunque el estudio se cerró a cuatro meses exactos) salieron del Municipio de Benemérito de las Américas 21, 744 cabezas de ganado bovino.
“Cada cabeza de ganado tiene un peso promedio de 450 kilogramos, lo que hace un total de 2,466.200 (dos toneladas cuatrocientos cuarenta y seis mil doscientos kilos) comercializados al mes”. Los vehículos que se emplean son de compradores que los envían desde varios estados, aunque en sobresalen dos compañías: Pulpo Remes y Praderas Huastecas.
La empresa Transportes Pulpo Remes se ubica en Tihuatlán, Veracruz, sobre la carretera México-Tuxpan, en Ejidos San Miguel Mecatepec. La compañía Praderas Huastecas opera en los estados de Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí, en donde tiene su sede.
Su página de internet (www.praderashuastecas.com) presenta datos generales de la empresa, el tipo de servicios que ofrece, los productos que maneja, los valores de la compañía, algunos controles de calidad, pero no menciona en dónde y cómo obtiene el ganado cárnico que transporta, quienes son los dueños y fundadores de la compañía, desde cuándo opera. No tiene directorio, aunque asegura tener lazos comerciales con Corea (sic) Estados Unidos, Japón y Rusia.
El reporte militar agrega que en la zona de Benemérito de las Américas se privilegia la venta de ganado a la empresa Su Carne S.A. De C.V., de la cual no hay mayores datos salvo dos referencias que la ubican con oficinas en la ciudad de México en dos puntos distintos: en Iztapalapa y en la colonia Sevilla.
Esta empresa pagaba en enero de este año un precio de 29.70 pesos por kilo de carne de res, mientras en Guatemala se pagaban 16.00 pesos por la misma cantidad de carne.
A continuación, el Ejército explica desde su perspectiva la manera en que se van dando las ganancias en el negocio del robo y tráfico de ganado en la frontera de Chiapas con Guatemala.
Señala que “la ganancia que obtienen las personas dedicadas a la compra-venta de ganado en el municipio de Benemérito de las Américas, se estima en $13.30 m.n. aproximado por kilogramo, obteniendo $ 32´ 534, 460. 00 m.n. mensuales (tomando en cuenta que se comercializan en promedio 2´450,700 kgs. de ganado cada mes)”.
Se estima que la Asociación Ganadera, “mediante el cobro de facturas en el periodo establecido para el presente estudio, recaudó únicamente por lo que se refiere al municipio de Benemérito de las Américas, la cantidad de 587 mil 88 pesos (a razón de $ 27.00 m.n. por cabeza)”, señala el reporte militar.
El texto concluye señalando que “esta actividad y otras más que se presentan en la Frontera Sur, parece ser soslayada por las autoridades directamente responsables en los tres órdenes de gobierno y frenar esta escalada de ilícitos que se presentan en la porosa Frontera Sur, y específicamente en el municipio de Benemérito de las Américas, Chiapas”.